Cultivación Demoníaca - KookJin

Capítulo 56

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¿Qué estaba pasando?

¿Cómo es que las cosas terminaron así en apenas unos segundos?

No…

No debería ser así.

Algo debe haber salido mal.

Taehyung sacó la mano que había utilizado para atravesar el pecho de Lamgyu, dejando tras de sí una herida abierta.

El rostro de Lamgyu solo se contrajo en dolor, como si la herida no fuera nada grave y como si aún pudiera permanecer de pie. Sin embargo, sus piernas finalmente cedieron al tiempo que cayó sobre sus rodillas en el suelo.

Gritos de terror se escucharon en todo su alrededor.

—¡El... El General Fantasma se ha vuelto loco!

—Lo mató, lo mató. ¡Kim Seokjin hizo que el General Fantasma asesinara a Jung Lamgyu!

ZiXun gritó —¡Disparen! ¡¿Qué están esperando?! ¡Disparen sus arcos!

Sin embargo, mientras se giraba, una negra silueta se acercó a él con un sigilo inhumano. Sintió su garganta cerrarse al tiempo que una gran y pálida mano con venas azules se apretaba alrededor de su cuello.

—¡Ahhhhhh...!

Seokjin estaba de pie, sin poder hacer nada desde donde estaba, inamovible.

No.

No podía ser.

Él claramente había estado controlando a Taehyung apropiadamente.

A pesar de que había activado el modo violento de Taehyung, aún debía ser capaz de controlarlo.

Él, claramente, siempre había sido capaz de controlarlo perfectamente.

No quería matar a Lamgyu.

¡Nunca había tenido la intención de matar a Lamgyu!

Solo fue que, en ese momento, no supo cómo, pero, de la nada, no fue capaz de controlarlo... ¡De la nada había perdido el control!

El cuerpo de Lamgyu finalmente no pudo resistir más y se inclinó hacia adelante. Con un golpe, cayó al suelo, colapsado.

Había sido arrogante y presumido toda su vida, dándole gran importancia a su apariencia y modales. Le gustaba estar limpio hasta el punto de ser algo misofóbico. Sin embargo, ahora mismo, con un lado de su rostro yaciendo sobre el suelo, había caído sobre la tierra de la forma más indigna.

Las manchas de sangre sobre su rostro y la marca bermellón entre sus cejas eran del mismo color.

Observando cómo la luz de la vida lentamente abandonaba sus ojos, la mente de Seokjin estaba en completa confusión. Todo a su alrededor se volvió un océano de sangre y alaridos, pero él ya no podía escuchar nada más.

Lo único que podía oír era una voz dentro de sí que lo cuestionaba una y otra vez:

¿No habías dicho que sabías qué debías hacer y qué no?

¿No habías dicho que podías controlarlo?

¡¿No habías dicho que no era posible que algo saliera mal, que nunca podría pasar algo?!

La mente de Seokjin estaba en blanco. No sabía cuánto tiempo había transcurrido cuando sus ojos finalmente se volvieron a abrir.

Lo que vio fue el oscuro techo de la cueva Destruye Demonios.

Tanto Taehyung como Biu estaban ahí.

Las pupilas de Taehyung habían vuelto a sus blancos ojos. Había salido de su estado violento y parecía conversar con Biu en voz baja. Al ver que Seokjin había abierto los ojos, se arrodilló en el suelo en silencio. Por su parte, Biu, no dijo nada. Sus ojos estaban rojos.