Capítulo 32

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Por alguna razón, esa noche, Seokjin se sentía un tanto demasiado culpable como para aun así atreverse a meterse en la misma cama que Jungkook. Pasó el resto de la noche sentado en el suelo, y terminó quedándose dormido en algún momento de la noche con su cabeza apoyada en la cama de madera. En el alba, sintió que alguien lo levantaba con gentiles movimientos y lo colocaba en la cama. Luchando por abrir sus ojos, Seokjin pudo ver el rostro aún indiferente de Jungkook.

De inmediato se sintió más despierto -Jungkook.

Jungkook respondió con un "mnn". Seokjin preguntó -¿Estás sobrio o aún ebrio?

-Sobrio.

-Oh... entonces ya son las cinco.

Jungkook se levantaba a esa hora todos los días, razón por la cual Seokjin había aprendido a ver la hora sin tener que mirar por la ventana. Jungkook tomó las muñecas de Seokjin, ambas estaban cubiertas por marcas rojizas. Sacó una pequeña y turquesa botella de porcelana desde el interior de sus mangas y le aplicó su contenido. Las áreas en que el suave ungüento había sido esparcido, se aliviaron enseguida. Seokjin entrecerró los ojos -Duele... Jungkookie, eres tan agresivo cuando estás ebrio.

Jungkook ni siquiera levantó la vista -Cosechaste lo que sembraste.

El corazón de Seokjin se detuvo unos latidos -Jungkook, ¿Realmente no recuerdas lo que hiciste después de embriagarte?

-No lo recuerdo.

Eso probablemente es la verdad. Sino, ya me hubiera matado por la vergüenza que debió sentir.

En el fondo, encontraba que era algo tanto bueno como desafortunado el que Jungkook no recordara. Se sentía como si secretamente hubiera hecho o comido algo que no debió y que ahora se escondía solo en un rincón, riéndose de cómo nadie lo había pillado pero, al mismo tiempo, se sentía decepcionado porque no podía compartir ese placer con nadie. Involuntariamente, sus ojos captaron la aparición de los labios de Jungkook nuevamente.

Si bien esas comisuras nunca se elevaban, sus labios lucían bastante suaves y, en realidad, también se sentían así.

Inconscientemente, Seokjin se mordió el labio y se perdió de nuevo en sus pensamientos, La secta Jeon es muy estricta y Jungkook no es nada romántico en realidad, así que, definitivamente no debe haber besado a alguna chica antes ¿Qué hago ahora? Justo resultó ser que recibí ese gran honor ¿Debería decirle? ¿Estará tan molesto que empezará a llorar después de saberlo? Oh, bueno... Quizás haría eso cuando joven, pero ahora, probablemente no. Es como un monje hecho de madera. Es posible que nunca haya tenido ese tipo de pensamientos antes... ¡Espera! La última vez que se emborrachó le pregunté "¿Hay alguien que te guste?" y él dijo que sí. ¿Quizás ya la besó? Pero, a juzgar por el hábito de Jungkook de autocontrolarse, probablemente siempre ha sido muy cuidadoso de no cruzar ninguna línea. Probablemente nunca se han besado, o, incluso, ni siquiera tomado de las manos. Hablando de ello, quizás esa vez él ni siquiera entendió a qué tipo de "gustar" me estaba refiriendo...

Después de que Jungkook hubo terminado de aplicar el ungüento, alguien golpeó la puerta tres veces. La voz de Soobin se escuchó -Jungkook gege, todos están despiertos ¿Nos vamos a ir?

-Esperen escalera abajo.

El grupo abandonó la ciudad y separaron sus caminos delante de la torre de la ciudad. Originalmente, los discípulos no estaban tan familiarizados los unos con los otros. Solo se habían visitado en las Conferencias de Discusión de sus respectivas sectas. Sin embargo, en el lapso de estos pocos días, habían pasado tanto por los incidentes de los cadáveres de los gatos como por un alucinante día en la embrujada ciudad. Y, juntos, habían quemado dinero de papel, escabullido alcohol, discutido y maldecido a otras personas. En resumen, ahora ya se conocían los unos a los otros bastante bien. Antes de separarse, todos estaban reacios a irse, y se tomaron su tiempo en frente de las puertas de la ciudad para discutir cuándo debían ir a la Conferencia del otro y cuándo ir de cacería nocturna a otro lugar. Jungkook tampoco les apresuró. Los dejó charlar mientras él se hallaba parado silenciosamente bajo un árbol. Además, bajo la mirada de Jungkook, Fairy no se atrevía a ladrar o a correr por el lugar. Por lo que, también agazapado bajo el árbol, observaba fija y ansiosamente a Beomgyu, mientras movía su cola hacia él.

Cultivación Demoníaca - KookJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora