Cultivación Demoníaca - KookJin

Capítulo 50

El grupo descendió sobre sus espadas y aterrizó firmemente. Quien los guiaba era una mujer de mediana edad, sus rasgos eran ortodoxos y los bordes llevaban un toque de rigidez. Parecía valiente sobre su espada, y elegante al caminar. ZiXun llamó —¡Tía!

Lamgyu dudó —¡Madre! ¿Por qué estás aquí? — Inmediatamente después, recordó que el destello de su espada y la de Jungkook ya habían irrumpido en el cielo. Cuando Madam Jung los vio desde las torres de vigilancia, era obvio que iba a venir. Miró a los cultivadores de la secta Jung que habían venido con su madre —¿Por qué trajiste a tanta gente? No necesitas interferir con los asuntos de la cacería.

Madam Jung, sin embargo, espetó —Deja de ser tan engreído. ¡¿Quién te dijo que estoy aquí por ti?!

Vio a Liu de reojo, quien se había encogido detrás de Seokjin, y su cara se relajó al instante. Se acercó y tomó su mano, hablando con voz suave —Liu, ¿por qué estás así?

—Gracias, Madam. Estoy bien.

Madam Jung era muy aguda —¿Te ha vuelto a molestar ese maldito mocoso?

Liu se apresuró —No.

Lamgyu se movió un poco. Parecía como si estuviera reprimiendo algo. Por supuesto que Madam Jung sabía cómo era su hijo y sabía lo que estaba pasando con sólo adivinar. Inmediatamente se enfureció y regañó a su hijo —¡Lamgyu! ¡¿Quieres morir?! ¡¿Qué me dijiste antes de venir aquí?!

—Yo...

Seokjin interfirió —No importa lo que su hijo le haya dicho antes de salir, Madam Jung, estará bien mientras él y mi shijie caminen por senderos separados de ahora en adelante.

Estaba en medio de su enojo, así que sus palabras no fueron muy educadas. Lo bueno era que Madam Jung estaba ocupada reconfortando a Liu y no le dio mucha importancia. Sin embargo, aunque a ella no le importó, otra persona aprovechó esta oportunidad. ZiXun gritó —Seokjin, mi tía es tu superior. Hablar así es un poco pretencioso, ¿no?

Los demás consideraron que esto tenía sentido. Todos asintieron mostrando estar de acuerdo. Seokjin respondió —No estaba dirigido a Madam Jung. Tu primo se ha referido a mi shijie con palabras duras una y otra vez. Si la secta Min pudiera tolerarlo, ¡Entonces no mereceríamos ser llamados una secta de élite! ¿Cómo puede eso ser pretencioso?

ZiXun se mofó —¿Cómo puede eso ser pretencioso? ¿Cómo es que alguna parte de ti no es pretenciosa? Hoy, en una cacería tan importante que involucra a todas las sectas, tu realmente hiciste alarde de tus habilidades, ¿No es así? Un tercio de las presas ha sido tomada por ti. Seguro que te sientes complacido, ¿no?

La cabeza de Jungkook se inclinó ligeramente hacia un lado —¿Un tercio de las presas?

Aunque más de cien de las personas que siguieron a ZiXun emitieron un fuerte resentimiento, al ver que Jungkook, quien según rumores tenía una relación terrible con Seokjin, hablaba como si estuviera preguntando, alguien inmediatamente respondió con impaciencia —Jungkook-Jun, aún no lo sabes, ¿No es así? Hace un rato, cuando estábamos cazando en la Montaña Baifeng, buscamos durante mucho tiempo y nos dimos cuenta de que no quedaba ni un solo cadáver feroz y ni un solo espíritu resentido en toda el área.

—Sólo después de enviar a gente a preguntarle a Hoseok-Jun en las torres de vigilancia, supimos que en menos de una hora después de que comenzara la cacería, una melodía de flauta vino desde dentro de la Montaña Baifeng, y entonces, todos los cadáveres y espíritus caminaron hacia el lado ocupado por la Secta Min y uno a uno se rindieron.

—De las tres categorías principales de presas en la Montaña Baifeng, sólo quedan las criaturas y los monstruos...

—En cuanto a los guls, Seokjin los ahuyentó a todos él solo...