Capítulo 69

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Las lágrimas aún pendían de los ojos de Hoseok mientras hablaba con una voz baja —¡No se muevan!

Ese movimiento había tomado a todos por sorpresa. Yoongi rugió —¡Seokjin! ¡¿No que habías confiscado todas sus armas?!

Bajo tales circunstancias, de alguna forma, al gritarle a Seokjin, su voz sonó igual a cuando era un muchacho. Seokjin le gritó de vuelta —¡En efecto le confisqué todas las cuerdas de cítara!

No podía ser que la cultivación de Hoseok hubiera alcanzado un nivel tan alto como para crear cosas de la nada ¡¿O sí?!

Sin embargo, con solo un vistazo, Jungkook descifró el misterio —La escondió en su cuerpo.

Siguiendo esa línea de pensamiento, los demás también notaron que, a la altura de su abdomen, había una roja mancha que se expandía en sus blancas ropas. La razón por la que la cuerda que estaba usando era roja, era porque estaba cubierta de sangre. Por supuesto que Seokjin no la había podido encontrar antes, Hoseok no la llevaba sobre su cuerpo, sino que la había escondido dentro de él. Aprovechó de desviar la atención de los demás mientras hablaba y afectaba las emociones de Namjoon, y había provocado a Beomgyu para que este se acercara a su persona. Había estado esperando por el momento justo para pillarlos a todos con la guardia baja, atravesar su abdomen con sus dedos y sacar la cuerda desde su interior.

Nadie se hubiera imaginado que Hoseok se haría una cosa tal así mismo con tal de salvarse. Puesto que, si bien la cuerda era extremadamente delgada, seguía siendo un metálico objeto externo, que nadaba en medio de su sangre y carne con cada movimiento. No debió ser en absoluto una sensación placentera.

Yoongi gritó —¡Beomgyu! —Seokjin tampoco pudo evitar querer moverse pero, de inmediato, alguien lo agarró y lo mantuvo firme. Al girarse y encontrarse con Jungkook, logró detenerse y recobrar la compostura.

Ahora, con Beomgyu en sus manos, Hoseok habló —Líder de secta Min, no hay razón para que esté tan agitado. Después de todo, también vi crecer a Beomgyu. Mi oferta de antes sigue en pie. Déjenos ir por nuestro propio rumbo. Nunca me volverán a ver y, naturalmente, a su debido tiempo, Beomgyu regresará sin daño alguno.

Yoongi gritó —¡Beomgyu! ¡No te muevas! Hoseok, si quieres a un rehén, ¡Llévame a mí, es lo mismo!

Hoseok respondió con toda honestidad —No podría ser lo mismo. Líder de secta Min, está herido. Es difícil moverse para usted, así que viajar en su compañía solo me retrasaría.

Las palmas de Seokjin habían empezado a sudar —Líder de secta Jung, ¿Acaso no olvidas llevarte algo? Tu leal subordinado sigue aquí.

Hoseok miró a Baek, quien aún seguía siendo contenido por Bichen. Baek de inmediato gritó, su voz era ronca —¡Líder de secta, no se preocupe por mí!

Hoseok de inmediato respondió —Gracias.

Namjoon habló lentamente —Líder de secta Jung, volviste a mentir.

—Solo esta vez. No habrá una próxima vez.

—Eso es exactamente lo que dijiste la última vez. Ya no soy capaz de discernir cuál de tus palabras es verdad.

Justo cuando Hoseok estaba por hablar, un ensordecedor trueno estalló. Si bien fue a gran distancia, se sintió como si hubiera sido al lado de sus oídos. No pudo evitar el escalofrío que le recorrió y se tragó lo que iba a decir. Inmediatamente después, tres sorpresivos y misteriosos golpes se escucharon tras las puertas del templo.

Sin embargo, si se comparaba con lo que usualmente era "tocar la puerta", los actuales golpes se asemejaban más a un "azotar la puerta". Y, además, no sonaba como si alguien estuviera golpeando con su mano, sino que era como si alguien estuviera azotando la cabeza de otro una y otra vez. Los golpeteos se hicieron más y más fuertes y las grietas en la puerta se hicieron más grandes. La expresión en el rostro de Hoseok se retorcía cada vez más.

Cultivación Demoníaca - KookJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora