Capítulo 41

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Seokjin tomó de nuevo la rama y esbozó un mapa en el suelo, unió algunos lugares - La distancia desde la Montaña del Arroyo crepuscular a Gusu es un poco más corta que desde la Montaña del Arroyo Crepuscular a Yunmeng. Probablemente sea la gente de tu secta la que llegue primero. Seamos pacientes. Incluso si no vienen, lo más que tendríamos que esperar es uno o dos días a que Yoongi llegue al Embarcadero del Loto. Yoongi es bastante astuto, los de la secta Kim no lo detendrán. No hay de qué preocuparse.

Los ojos de Jungkook estaban alicaídos. Lucía exhausto al tiempo que susurró -No van a venir.

-¿Hm?

-La Profundidad de las Nubes ha sido quemada.

Seokjin probó -¿Siguen todos ahí? ¿Tu padre, tu hermano?

Había creído que, aún si el líder de la secta Jeon, el padre de Jungkook, había sido gravemente herido; Sung y Namjoon todavía estarían ahí para controlar la situación. Sin embargo, la voz de Jungkook era monótona -A Padre le queda poco. Dage está extraviado.

La rama con la que Seokjin estaba garabateando en el suelo se congeló.

Cuando subían por la montaña, un discípulo les había dicho que el líder de la secta Jeon había sido gravemente herido, pero nunca se hubiera imaginado que sus heridas fueran tan graves como para que al líder "le quedara poco tiempo". Quizás el mismo Jungkook se enteró de eso en estos últimos días al recibir las noticias de que su padre estaba muriendo.

Si bien el líder de la secta Jeon practicaba meditación solitaria la mayor parte del tiempo, ocupándose únicamente de sus propios asuntos, aún era el padre de Jungkook. Y, combinado con el hecho de que Namjoon había desaparecido, era natural que hoy Jungkook estuviera especialmente pesimista y fácil de hacer enojar. Seokjin de inmediato se sintió algo incómodo y no supo qué decir.

Aun así, mientras se giraba en medio del lodo, Seokjin sintió su cuerpo entero paralizarse.

El resplandor de la luz del fuego se reflejaba en el rostro de Jungkook como si este estuviera hecho de cálido jade. Y, al mismo tiempo, iluminaba con toda claridad las líneas que dejaban las lágrimas que se deslizaban por su mejilla.

Seokjin quedó pasmado y sin habla, pensó para sí, ¡Oh no!

Cuando se trataba de gente como Jungkook, a lo largo de toda su vida, es probable que solo hubiera un puñado de ocasiones en las cuales llorarían. Y, ahora mismo, justo se encontraba frente a una de esas ocasiones. Y él era una persona que simplemente no podía ver a otros llorar. No podía aguantar las lágrimas de las mujeres. Cada vez que las veía llorar, empezaba a bromear para poder hacerlas reír. Sin embargo, lo que realmente no podía soportar, eran las lágrimas de los hombres. Siempre sintió que encontrarse en una situación en donde un hombre, que era usualmente fuerte, se ponía a llorar, era mucho más aterradora que ver por accidente a una casta mujer bañándose. El problema era que ni siquiera podía consolarle.

Bajo los golpes de que su residencia fue quemada, su secta perseguida, su padre muriendo, su hermano extraviado y, él mismo, estando herido, cualquier tipo de consuelo sería burdo e insulso.

Seokjin no sabía qué hacer, así que giró su cabeza hacia un lado. Un rato después, habló -Um, Jungkook.

Jungkook respondió con frialdad -Cállate.

Seokjin se calló.

El fuego crepitó.

Jungkook habló con reserva -Seokjin, realmente eres una persona desagradable.

-Oh...

Pensó para sí, Con tantas cosas pasándole, ahora mismo, el humor de Jungkook está en su peor momento, y yo aun así sigo estando a su vista. Es por eso que está tan enojado. No tiene la energía para golpearme solo porque su pierna está herida, así que solo podía morderme... creo que debería darle algo de paz y tranquilidad.

Cultivación Demoníaca - KookJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora