Capítulo 10

527 136 44
                                    

Como la quemadura captó toda la atención de Seokjin, no creía haber visto mal. Ni siquiera podía prestar atención al rostro de la persona y su respiración se entrecortó un par de veces. De repente, un destello blanco apareció ante sus ojos, como si nieve hubiera caído en frente de él. Seguidamente, el brillo azulado de una espada penetró a través de la nieve, blandiendo hacia su dirección como una ráfaga ártica.

¡¿Quién no podía darse cuenta de que era la famosa espada de Jungkook, Bichen?!

¡Maldición, era Jeon Jungkook!

Seokjin era bastante adepto a huir y a esquivar espadas. Al rodar por el suelo, la evadió sin problemas. Incluso tuvo tiempo para quitarse una hoja que se había atorado en su cabello cuando se aproximó al manantial. Corría como una mosca sin cabeza, dirigiéndose directamente a un pequeño grupo de personas que hacían el patrullaje nocturno. Lo agarraron y reprendieron —¿Por qué estás corriendo? ¡Correr está prohibido en La Profundidad de las Nubes!

Cuando Seokjin se dió cuenta de que eran Kai y compañía, se puso eufórico. Pensó que por fin sería expulsado de la montaña. Se bañó así mismo en excusas —¡No lo vi! ¡No vi nada! ¡Definitivamente no vine aquí para mirar a Jungkook bañarse!

Los jóvenes quedaron pasmados, sin poder hablar debido a su sinvergüenza. Sin importar qué, Jungkook era como una alta y sagrada montaña a la que se debía contemplar en asombro; era especialmente respetado por aquellos más jóvenes dentro de la secta. ¡Y él estaba cerca del manantial para ver a Jungkook bañarse! Tan solo pensar en hacer eso sería como cometer el crimen más grande, uno que nunca iba a ser perdonado. Soobin estaba asustado al punto en que su voz se vió afectada —¿Qué? ¿Jungkook gege? ¡¿Jungkook gege está dentro?!

Kai lo agarró furiosamente —¡Tú maldito manga cortada! ¿A-acaso crees él es alguien a quién puedes echarle un vistazo?

Seokjin aprovechó la oportunidad y dijo —¡No vi absolutamente nada de cómo Jungkook luce sin sus ropas!

Kai echaba humo — Qué mentiras tan absurdas. Ya, bien, si no lo viste, ¿Qué haces escabulléndote por aquí? ¡Mírate! ¡No tienes cara para ver a nadie!

Seokjin cubrió su rostro con sus manos —No hables tan fuerte... El ruido está prohibido en La Profundidad de las Nubes.

En medio del alboroto, Jungkook emergió detrás de las capas de arbustos de eupatorium. Llevaba el pelo suelto y vestía una túnica blanca. La conversación entre los jóvenes aún no terminaba y él ya estaba vestido de forma ordenada con Bichen aún desenvainada. Los jóvenes se apresuraron a saludarlo y Kai habló con urgencia — Jungkook gege, Seok es realmente atroz. Lo trajiste aquí solo porque nos ayudó en la Villa Lee y aun así él... él...

Seokjin pensó que, esta vez, había ido más allá de lo que podía resistir y que por fin sería expulsado de la secta. Sin embargo, Jungkook solo le dio un vistazo ligero, enfundó a Bichen ordenó —Ya pueden retirarse.

Solo pronunció tres palabras planas y sin tono pero fueron lo suficientemente poderosas como para no dejar a lugar una segunda opción. El grupo se dispersó inmediatamente mientras Jungkook con suma calma sostenía a Seokjin desde la parte trasera del cuello de su ropa y lo arrastraba hacia el jingshi. En su vida pasada, ambos eran de una altura similar, siendo los dos altos y delgados. Seokjin era más bajo que Jungkook solo por muy poco. Cuando se ponían el uno al lado del otro, la diferencia era de menos de 3 centímetros y era prácticamente imperceptible. Sin embargo, después de haber despertado en otro cuerpo, era más de 7 centímetros más bajo que Jungkook. Mientras su mano lo mantuviera agarrado, simplemente no podía luchar contra él. Seokjin tartamudeó, queriendo gritar, pero Jungkook habló con frialdad —Aquellos que hagan ruido serán silenciados.

Cultivación Demoníaca - KookJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora