Todas las historias tienen un principio y un final. Es sencillo, la mayor parte del tiempo, identificar el principio; no obstante, nunca se puede estar realmente seguro sobre el final. Las historias que se comparten con otras personas tienen la cualidad de ser imprevisibles, nunca se sabe lo que el otro hará, por lo tanto, no se sabe cuándo la historia ciertamente termina por cerrarse.
La Universidad de Seúl se encontraba envuelta en el usual caos del último día del semestre. Los pasillos estaban llenos de risas y jóvenes que planeaban la celebración de un logro en algún club de Gangnam. No obstante, para Jungkook, que ya había pasado seis semestres de eso, la idea de volver a su departamento a ver películas y descansar parecía mucho más llamativa.
Durante sus primeros semestres había celebrado en algunas ocasiones. La curiosidad por la vida nocturna no había sido ajena a él, pero ya conociendo el desenvolvimiento de esas fiestas, no sentía mucho interés en ellas.
Estaba sentado bajo uno de los árboles de la universidad, sus audífonos colgaban de sus oídos mientras repasaba sus notas para el examen de esa tarde, el último de ese semestre. Su cabello, negro y ya sin rastros de tinte, rozaba su barbilla. Había sido un día cansado, pero después de ese último examen al fin podría dejar las tarjetas a un lado y relajarse.
Suspiró mientras cambiaba de página y alargó su mano para recoger un envase de leche que había dejado a un lado solo un momento atrás. Cuando no lo encontró, giró su mirada hacia esa dirección, solo para encontrarse con un chico rubio bebiendo de este.
—¿Qué?
—Eso era mío.
El otro joven solo se encogió de hombros y dio otro sorbo antes de volver a hablar.
—Debes aprender a compartir.
Después de esto, extendió de vuelta la bebida hacia su dueño. Jungkook tomó el envase y lo sacudió en su mano; estaba vacío. No era la primera vez que vivía esa escena. No iba a molestarse por algo así.
—Tendrás que comprarme otro —dijo con simpleza.
Alargó la mano para tomar su mochila y metió la basura en uno de los bolsillos. Volvió a suspirar mientras cerraba la cremallera y lanzaba el bolso sobre el césped otra vez. El chico rubio apenas esperó a que desocupara su regazo para dejar caer su cabeza encima. Jungkook levantó las manos ante la sorpresa del peso cayendo sobre sus muslos, abrió la boca para decir algo, pero el muchacho sobre él se le adelantó.
—No puedo más —se quejó removiéndose y estirándose en el suelo—. Ya quiero que acabe este semestre.
—¿No habías dicho que en el siguiente debes hacer tus prácticas de acercamiento a la comunidad? ¿No crees que eso será más difícil?
—Un paso a la vez, Jeon, ahora me estoy quejando de este. Ya veremos luego.
Jungkook meneó la cabeza y bajó la vista para mirar al muchacho. En realidad, se veía exhausto, sus ojos cerrados a medias, como si ni siquiera tuviera la fuerza para hacerlo por completo. En un movimiento de instinto llevó una mano al hombro derecho del chico y masajeó allí, enseguida un quejido salió de la garganta ajena.
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Un Pecador en el Pueblo (KTH/JJK)
Fanfiction"Hay algo malo en el pueblo, ellos observan en el pueblo" (Wrabel, 2019) ♥ La gente del pueblo te observa, está atenta a cada uno de tus movimientos. La gente del pueblo hablará de ti, y pedirá al Señor por tu alma el domingo. La gente volverá a cri...