21. Egoísta

692 94 19
                                    

Siento como si todo acabó,
a pesar de que
apenas empezamos.
Odio cuando mi cabeza
se apodera y
arruina la diversión.

Traté de ser mejor,
pero parece que
el destino ya ganó.
Me ahogo en
mis desiciones.
No hay forma de huir.

●●●●

—¿Por qué hiciste eso?

La honestidad no es una de las características innatas del ser humano; por otro lado, el instinto de supervivencia sí lo es. Este obliga a las personas a cuidarse de mostrar debilidad ante los demás, a manejarse con recelo, a protegerse para no salir lastimados; y hay muchas formas de conseguir una herida. Las físicas suelen sanar rápido, las mentales tienden a no terminar nunca de hacerlo.

Las personas entienden esta verdad, y todos temen perder algo de sí mismos por otra persona, por eso usan el desinterés como escudo, para cuidar los sentimientos intensos y cubrirlos con hielo e indiferencia.

—¿Me besaste porque estás triste?

El mostrar sus deseos, liberar sus pensamientos, el ser demasiado vulnerables, el darle a alguien poder sobre ese ser interior; todo es demasiado peligroso. Así que las personas tienden a callar, o a no hablar con claridad.

—Sí, solo... creí que tal vez me ayudaría a dejar de sentirme así.

Pero si no se hace, si no se explican las acciones y sentimientos con franqueza, entonces se crean malentendidos, y estos dañan a todos los involucrados.

—Si quieres puedes hacerlo de nuevo, no me importa.

Las personas dicen mentiras para protegerse a sí mismas y para proteger a otros, pero esas mentiras las dañan a ellas, y dañan a otros.

—Quiero.

También dicen verdades, pero drenándolas de sentimiento, y si se habla sin emoción tampoco se entenderá lo que realmente se quiere, o cuanto se quiere. El lenguaje humano es complejo, necesita mostrar mucho, y pocos están dispuestos a hacerlo.

—Entonces hazlo. ¿Sí? Bésame otra vez.

Se dice que el amor se muestra con acciones y no con palabras. Y si Taehyung no quería hablar, lo único que le quedaba era la acción.

Solo en ese día había pasado por mucho, desde su cambio de cabello hasta la hospitalización de su abuela. Los pensamientos en su cabeza estaban hechos un desastre, enfocados en dos recuerdos principales: la sensación de adrenalina y libertad que había obtenido al tomar una desición alocada, y el sentimiento de terror ante la posibilidad de perder a alguien a quien amaba. 

Tal vez por eso lo hizo, tal vez por eso besó al chico frente a él. Porque temía que, si no lo hacía en ese momento, pasaría una vida entera arrepintiéndose. Tal vez porque ahora entendía que las decisiones alocadas traían su recompensar al final. Tal vez porque sabía que las personas no duraban para siempre en el mundo y en la vida de los demás, así que tenía que aprovechar el tiempo con ellas.

Tuvo miedo, no podía negar eso, todo su cuerpo tembló cuando volvieron a besarse. Sin embargo, el chico de cabellos castaños no pareció molestarse por eso, ni por la forma en que dudaba antes de atrapar sus labios con los propios. Jungkook aceptó todo, sin quejarse o hacerle sentir incómodo.

Fue difícil tomar el control, porque apenas si sabía lo que hacía. Nunca había besado a un chico, y no sabía si tendría que hacer algo diferente; mas no fue así. No totalmente. No obstante, podía ver la diferencia, una buena diferencia.

Un Pecador en el Pueblo (KTH/JJK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora