14. La Verdad

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Sé que nos conocemos hace poco,
y tal vez esto es tonto,
pero siento que hubo algo desde el momento en que nos tocamos,
se siente bien, se siente bien
quisiera que fueras mío.

La forma en la que iluminas el cuarto
logró captar mi mirada
podemos escabullirnos por atrás,
no tenemos que despedirnos.
Porque está bien, está bien.
Quisiera que fueras mío.

●●●●

Jungkook se levantó cuando escuchó el sonido de algo rompiéndose en el suelo. Se sentó en el colchón y miró hacia el lugar de donde provenía el ruido. Taehyung ya no estaba en la cama, se encontraba parado cerca de su escritorio, con el envase de leche en una mano, y observando los restos de un vaso roto en el suelo frente a él.

—Hola —saludó en un susrro, mientras abrazaba el envase de leche.

Jungkook se apresuró a salir de la cama y caminó hacia él. Se agachó para tomar cuidadosamente los restos del vaso y los echó en el bote de basura de la habitación.

—Espera, no te muevas —le ordenó a Taehyung quien hizo el ademán de querer caminar hacia él.

En un dos por tres, Jungkook bajó las escaleras y volvió con una escoba y una pala, con las que limpió los pedazos más pequeños, todo antes de enfrentar a su invitado.

—Son las cuatro de la mañana, ¿qué hacías? —preguntó suavemente después de dejar la pala a un lado. En realidad estaba más preocupado por el chico que enojado con él.

Taehyung levantó el envase de leche como respuesta. Le sonrió culpable. Jungkook suspiró y rascó su cabeza. Tenía sueño.

—¿Ya estás sobrio? —preguntó volviendo a la cama y sentándose con la espalda en el respaldo de esta.

—Me duele la cabeza —le informó Taehyung mientras procedía a sentarse con las piernas cruzadas frente a él.

El chico miraba el colchón con una mueca de confusión. Jungkook tragó saliva antes de preguntar.

—¿Recuerdas todo lo que pasó ayer?

Taehyung levantó sus cejas y pestañeó algunas veces, luego volvió a bajar la mirada y se rascó la nuca.

—Recuerdo que bebí algo... Tequila, creo. Y luego bailé con Hoseok un rato. —El chico escondió su rostro entre sus manos—. Qué vergüenza. Incluso creo que te molesté a ti, ¿verdad?

Jungkook no sabía cómo sentirse, ¿eso significaba que el muchacho recordaba todo? La bebida, el baile, el deseo por probar su piel que, la noche anterior en el espejo, notó que había acabado como un chupetón en su cuello. ¿Sería incómodo si se lo cuestionara explícitamente en ese momento?

—Sí, algo así —respondió al final.

La luz de la luna ingresaba por la ventana, iluminando la pequeña habitación, la temperatura había disminuido a mitad de la noche y ahora hacia algo de frío.

Sin embargo, Jungkook volvía a sentir ese calor repentino ingresar poco a poco a su cuerpo.

—¿Tú me pusiste este abrigo? —preguntó Taehyung luego de un momento, revisando su ropa.

Jungkook puso sus ojos en él. Se trataba de un abrigo de lana blanco que su tía le había regalado unos cumpleaños atrás, Jungkook no solía usar cosas de ese color, pero a Taehyung le quedaba bien, el blanco le daba un toque más angelical.

—Es que tu camisa estaba algo sucia, y... —empezó, mirando hacia otro lado al recordar cómo se sintió al quitarle la camisa y ver su piel desnuda bajo ella—. Pensé que debía cambiarla.

Un Pecador en el Pueblo (KTH/JJK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora