49. Resoluciones

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¿Te imaginas qué
pasaría si pudiéramos
cumplir cualquier sueño?
Ojalá pudiéramos
poseer este momento,
así nunca se iría.
Y le agradeceré a la estrella
que haga el sueño realidad.
Porque sabe que donde estás
es donde debo estar.

Justo aquí, en este momento.
Te miro y mi corazón ama la vista
Porque tú significas todo.
Justo aquí, te prometo
que de alguna manera
El mañana puede esperar.
Porque ahora solo somos tú y yo.

••••

Taehyung tenía un poco de miedo. Solo un poco. Estaba solo, en esa habitación de hotel demasiado grande para una sola persona.

Soojin le había dicho que lo acompañaría pero, a último momento (o eso le quiso hacer creer), decidió seguir su camino para así llegar más rápido a Misuk. Le había pedido que lo acompañara a registrarse, porque recordaba bien que la última vez que habló con el dueño del lugar las cosas no salieron bien; pero el hotel era barato y estaba bien posicionado, así que tampoco quería buscar otro. Ella solo le dió unas cuantas palmadas en el hombro y deseos de suerte.

Así que ahí estaba, a miles de kilómetros de su casa, en un lugar frío y en extrema soledad. Quiso pensar que eso fue lo que hizo que se lanzara a los brazos de Jungkook con desesperación en cuanto este abrió la puerta.

—Pensé que nunca llegarías —le dijo mientras atraía su cuerpo al suyo por encima de sus hombros.

Sintió los brazos ajenos sostenerlo y las manos en su espalda. Cuando el chico habló, con la boca perdida en su abrigo, parecía estar sonriendo.

—También te extrañé.

Sonrió con fuerza y, después de disfrutar un poco más del abrazo, abrió los ojos y vio al padre del muchacho parado detrás de ellos y mirando hacia el suelo con cierta incomodidad.

Tal vez estaban siendo demasiado cursis. Trató de separarse, pero Jungkook estaba muy aferrado a su torso, como si hubiera estado necesitando de ese abrazo tanto o aún más que él.

—Kook... —susurró y se arrepintió enseguida cuando su mirada se conectó con la del padre del chico.

Fue un momento incómodo, así que enseguida apartó sus ojos. Jungkook empezó a alejarse, solo un poco, lo suficiente para que pudieran mirarse a la cara.

—En serio te extrañé —le dijo el chico con una sonrisa, antes de llevar una mano a su rostro—. ¿Puedo besarte?

Taehyung no se esperaba esa pregunta, menos en ese momento. Sus ojos fueron directos hacia donde estaba el padre del chico, quien volvía a mirar al suelo. Jungkook pareció notar su dubitación y se giró un poco para ver a su progenitor, solo entonces pareció darse cuenta de la situación y terminó de soltar los brazos ajenos.

—Mejor luego.

Tae solo sonrió y levantó una mano para apartar un mechón de su frente. Apenas acababa de notar el nuevo color en su cabeza. El tinte contrastaba y acentuaba su tez clara.

—¿Está negro? —preguntó algo incrédulo. Nunca lo había visto con su color natural. Se veía realmente bien.

Recibió una sonrisa.

—Creí que se vería bien. —Movió un hombro—. ¿Te gusta?

—Te ves... —De repente se encontró avergonzándose de sus posibles palabras. Quería decir sexy, pero no frente al padre del chico. Y tal vez tampoco lo diría de estar solos, era demasiado para él—. Te queda muy bien.

Un Pecador en el Pueblo (KTH/JJK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora