CONRAD
El lugar estaba lleno de personas que gritaban y aplaudían. La mayoría eran hombres que parecía no tenían nada que hacer con su dinero.
Angela subió al ring. Con esos pantalones ajustados al cuerpo y ese top del mismo material dejaba lucir su figura que sabía era la única razón por la cual varios de los presentes asistían.
-¡Damas y fanfarrones!-Gritó, haciendo a todos vitorearla. A pesar de decir todo el tiempo cuanto odiaba a los hombres, tenía un afán por hacerlos desearle todo el tiempo.-Estamos a poco de iniciar con la primera ronda ¿Ya hicieron sus apuestas?
Me acerqué a Miles, quien conversaba con un sujeto y al ver que jamás lo había visto en mi vida, supe que lo había obtenido.
-Créanme, a Didi nadie le gana. Nunca he visto que esa chica toque el suelo sin importar a quien se oponga.-Lo convencía Miles. Todo el tiempo, su forma de hablar era convincente, y el anciano tatuado hasta el culo parecía creerle.
-Yo no estaría tan seguro de eso. Zei es demasiado fuerte, estoy seguro de que esta vez ganará-Interrumpí yo.
-¿Tú otra vez? Amigo, si continuas así quedarás en la ruina.-Se burló.-Nunca sabe por quien apostar-Le murmuró el señor.
-Bueno, esta vez me siento con suerte.-Saqué mi billetera.-Apuesto mil a que Zei gana esta vez-Se los di en la mano.
El hombre miró con lo que parecía asombro. Aguardé esa sonrisa de triunfo.
Sacó su billetera en seguida, en busca del dinero.
-Quiero apostar a favor de la contrincante.-Le pasó el dinero.
Reí al ver que solo le había pasado un billete de quinientos. Era bastante fácil reconocer a un idiota. A simple vista, se mantenían rectos y se negaban a hacerlo. Pero un solo vistazo a unos cuantos billetes y caían directamente en la trampa.
Al menos era un trampa si ganaba la apuesta. Y tenía bastante fe en ella a pesar de que la pelea pasada me hubiera dejado en la ruina.
Asentí en dirección a Miles, con este era el último de la noche. Al menos así lo habíamos calculado.
Caminé hasta el pequeño cuarto que había en el sótano. Ahí estaba ella, terminaba de hacerse una trenza tejida desde el inicio de su cráneo.
Me dio una sonrisa en cuanto me vio, poniéndose de pie y caminando hasta mi.
Retrocedí al ver que tenía planeado besarme en la boca. Rodó los ojos.
-¿No vas a darme buena suerte?
Mi boca se curvo hacia arriba, sin embargo, con ella, mis sonrisas nunca eran genuinas. Me incliné hacia abajo, tomando su rostro con una sola mano.
-Será mejor que te concentres si no quieres quedarte sin empleo.-Solté, despectivo.
Su mandíbula se tensó, y con fuerza se deshizo de mi agarre.
-Come mierda, Conrad.
-Todo el tiempo ¿Quieres un poco?
Bufó, pero sabía que en parte era bueno que estuviese molesta. De esa forma descargaría su furia en el ring.
Salí.
El desagradable olor a sudor llenaba mis fosas nasales, pero ya estaba bastante acostumbrado. Salí y me coloqué lo más lejos posible de la multitud de hombres. Por lo regular, estos días en los que las que peleaban eran mujeres, era cuando más se llenaba.
ESTÁS LEYENDO
Alusión
Teen FictionDespués de romper con Jasper, Valentine se da cuenta de lo sola que está. Por esa razón, tras conocer a Lowell y convencerlo de ayudarle a ser la número uno en la lista de chicas más bonitas del instituto, se envuelve en la extraña y misteriosa vida...