Cap.27-Conducción

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Subí al auto de Conrad cuando salí de mi casa, me dio una sonrisa antes de arrancar en dirección a donde se suponía que iríamos.

—¿En qué auto aprenderé? —Quise saber.

Estaba emocionada y la música que traía escuchando, me ponía de buen humor.

—En este—señaló obvio, haciendo que mis ojos se abrieran con sorpresa.

—¿Es en serio?

—Es mi auto más viejo, no le sucederá nada.

Su auto más viejo...

Había algo en ellos que hacía que hablar de esa forma no los hiciera ver presuntuoso. De hecho, de verdad parecía querer despreocuparme.

—¿También te gusta Little Mix? —Señalé cuando happines inició a sonar.

—¿A quién no?

—Tienes gustos similares a los de mi amigo Noel. Gracias a él es que yo también escucho todo eso.

—¿Gracias a él te volviste una psicópata con Harry Styles? —Me recordó, sentí como mis mejillas ardían.

—Se suponía que nos olvidaríamos de eso.

—Yo recuerdo haberme negado.—Se burló.—Soy el menor de dos hermanos. La de en medio es la que solía obligarme a escucharla cantar mientras ella fingía ser una cantante famosa. Claro que la música era muy buena, pero me gustaba mentirle diciéndole que era pura basura para que parara con ese tormento en el que me sometía.

—¿Alguna vez has ido a algún concierto?

Asintió.

—Era mi hobby favorito antes de entrar al horrible mundo laboral y universitario.—Contó.—Fui al de Taylor Swift, obviamente. Después fui al de Camila Cabello tras enamorarme de ella cuando abrió el concierto de Taylor. He ido a los de Harry Styles—Presumió, viéndome—Incluso a los de One Direction. Y sí, antes de que Zayn se saliera de la banda. Little Mix, Ariana Grande, 5 seconds of summer... ¿Continuo?

—Esos son demasiados—Por primera vez había conocido la envidia de la buena.

—¿Tú haz ido a alguno?

Negué.

—Son muy costosos. Pero he visto transmisiones en vivo... Es divertido.

—Es triste.

—Perdón por ser pobre.—Ironicé, con gracia.

—No lo sé, es algo que deberé de pensarme.

—Que tonto—Negué con la cabeza.

—Deberíamos de ir todos juntos a uno... Veo casi imposible que Lowell quiera ser parte de eso... Odia el bullicio, pero probablemente por ti iría.

—¿Lo crees? —Hice una mueca.

—Puedo asegurarlo. Ayer dejó que le pusieras tubos en su cabello.

Rei recordando lo adorable que se veía con aquello puesto. Parecía una señora. Una muy amargada.

No dije nada más. Porque por supuesto que si por mi fuera me hubiese apuntado. Pero sabía que ir a un concierto era un lujo. Uno que no podía darme en definitiva.

Cuando llegamos, me sorprendí de ver que estábamos casi en las afueras de la ciudad. Desde aquí, se veía el mar y la brisa corría muy deliciosa. Respiré, asomándome por la baranda que evitaba que los autos volaran al vacío.

—Aquí nadie viene por lo regular.—Me informó él —No correremos el riesgo de que atropelles a alguien o choques.

—Por un segundo creí que me llevarías a un estacionamiento o algo así.

AlusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora