Cap.50-Problemas en Francia

4.4K 359 171
                                    

Los gemelos eran bastante peculiares a la hora de despedirse. Mientras Casia se aseguraba una y otra vez de decirle a Conrad que no hiciera estupideces. Connor parecía estar ensimismado. Pero ninguno de los tres se había abrazado aún. Era como si fuese lo más común para ellos mantenerse distanciados.

-Val... -Los brazos de Casia me enrollaron, sorprendiéndome.-Te vamos a extrañar.-Murmuró mientras me apretaba contra ella.

-Tambien los extrañaré-Fui sincera. Estas tres semanas me la pasé tanto tiempo a su alrededor que me acostumbré a su presencia.

Sentí como los brazos de Connor también me envolvían.

-Cuida del idiota, cuñada-Murmuró, sorprendiéndome.

Él no parecía ser la clase de persona que diría algo como eso. A parte de que... Me había llamado cuñada.

Agh. No me gustaba ilusionarme de aquella manera. Porque Conrad y yo no éramos novios.

Ni siquiera tenía en claro lo que se suponía que éramos.

Se despidieron de Conrad, pero no con un abrazo. Más bien, nuevamente le dieron indicaciones para que se las comunicara a Jeray mientras se iban alejando poco a poco. Despidiéndose con la mano.

Sentí como él tomaba mi mano, entrelazando nuestros dedos cuando ellos ya se habían perdido en el pasillo del avión. De esa forma salimos del aeropuertos, hasta su auto que estaba estacionado ahí.

-¿Debería de sorprenderme que a mi me hayan abrazado y a ti solo te hayan llenado de ordenes?

Eso lo hizo reír. Se detuvo, recargando su cuerpo en su auto. Me tomó por la cintura, pegándome a él. Acomodó mi cabello mientras me veía con una sonrisa en su rostro.

-No debería dé... Quiero decir, lo único que incitas a hacer cada vez que alguien te ve es a abrazarte, florecilla. Hasta a Connor que es un puto insensible le causaste aquello.

Lo rodee del torso con mis brazos, levantando mi cabeza para verlo a la cara. Estaba inclinado hacia mi, en una posición perfecta para besarme esos labios deliciosos.

Al parecer, él pensó lo mismo ya que se inclinó aún más, dejando que un suspiro de alivio saliera de mi en el momento en el que su boca toco la mía.

-Será extraño que regreses a casa después de tres semanas. Voy a extrañar tenerte a mi alrededor por las tardes.

-¿Por qué lo dices como si ya no fuese a pasar?

-Porque Lowell puede aparecer en cualquier momento y...

-¿Te da miedo que se entere?

-Bueno... Al principio lo ocultaba porque tú me lo pediste. Pero después de ver como reacciona ante eso... Yo... No lo sé... Me aterra que se moleste conmigo.

-Es divertido ¿No? Como parece que nos incitaron para terminar de esta forma.-Rio levemente.

Mordí mi labio.

-¿Crees que algún día podremos dejar de esconderlo?

Asintió.

-Sé que si. Solo... Necesito tantear el terreno para que no explote cuando se lo diga.

-¿Qué le dirás?

-No lo sé...-Pareció pensarlo-"Oye, Lowell...-Fingió practicar-Sé que me dijiste que no lo hiciera, pero me estoy follando a tu mejor amiga... Y lo hace tan bien que ahora me resulta imposible no querer empalarla con solo verla respirar"

Sentí como mi cara enrojecía en seguida ante aquello. Rio cuando me quejé, pidiéndole que se callara.

Besó mi rostro, pegándome más a él mientras yo intentaba alejarme, completamente apenada.

AlusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora