Cap.47-Una bolsa de papas y unos jeans oscuros

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Valentine

Las clases cada vez me pesaban más y no sabía la verdadera razón, cuando antes todo el tiempo me la pasaba metida en ellas, intentando tener un promedio impecable.

Justo ahora no pensaba en eso. Y me preocupó en el momento en el que un nueve apareció en uno de mis exámenes de química. Incluso, pude ver el rostro lleno de decepción del profesor Johnson. Por primera vez parecía demostrar un sentimiento... Lo malo es que era negativo.

Suspiré, intentando que esto no me afectara... Pero lo hacía.

Nunca había sacado una nota menor al diez.

¡Nunca!

Esto era para mi lo mismo que un dólar menos para Lowell. Dolía demasiado.

Al terminar las clases, no podía evitar sentirme desanimada. Revisé ese examen y una de las respuestas me había salido mal. Y ni siquiera sabia porqué razón puse esa respuesta si yo sabia la correcta.

Tal vez... Había estado demasiado distraída.

Me disculpé cuando choqué contra el cuerpo de alguien. Siempre que me ensimismaba, solía perderme muy profundamente.

—Está bien... —Aquella voz me hizo regresar a ver hacia arriba en seguida.  Él parecía igual de sorprendido que yo, me miró de arriba hacia abajo, reparando en mi ropa.
. —¿Florecilla?

—¿Qué haces aquí?

—Bueno... Yo... ¿Qué le pasó a tu ropa? —No lo decía de mala manera, de verdad parecía asombrado del cambio repentino en el color de esta.

Hoy traje unos jeans negros junto a esa rara blusa que simulaba ser un corset que Lowell había elegido para mi.

—Bueno...

¿Cómo se lo explicaba sin que fuera tan vergonzoso?

¡Él aún se reía de la obsesión que solía tener con Harry Styles!

—¿Viniste por mi? —Aquello pareció tomarlo desprevenido, miró alrededor antes de poner su atención en mi y asentir.

—Mi auto está por allá —Señaló, tomando mi mano para entrelazar nuestros dedos.

Sonreí viendo lo pequeña que se veía la mía a comparación. De esa forma me guio hasta su coche en donde subimos y yo me encargué de poner música.

—¿Entonces?

—¿Entonces qué?

—¿Por qué mi florecilla hoy parece una versión femenina de Lowell?

—Oh... —Mi boca se abría y se cerraba sin saber qué decir y él realmente parecía curioso.—¿No te gusta como me veo?

—Tu podrías estar solo en una bolsa de papas y aun así tendría muchas ganas de empalarte.

Sentí como mi rostro enrojecía en seguida ante aquello.

—Eso...

Regresó a verme al notar la tensión en mi cuerpo.

—¿A caso acabas de ponerte cachonda?

—¡Claro que no!

—A mi me parece que si.—Se burló.

—¡No estoy cachonda!

—Bueno... Te creo.—No lo hacía. Lo sabía por esa manera en la que sonreía.

Su mano, con la que no conducía, se deslizó hasta ponerse sobre mi pierna. A pesar de estar sobre la tela, pude sentir como ese toque me quemaba.

Tragué saliva, porque sabía que mi libido siempre había sido muy alto. Incluso desde que estaba con Jasper, pero lograba controlarlo. Justo ahora parecía casi imposible ocultarlo si quiera.

AlusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora