Cap.77-La más llorona

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Valentine

Después de aquella noche tan horrible para mí, no pude parar de llorar.

Todo había sido un desastre.

Tenía tantos sentimientos encontrados y ninguno era bueno.

Debajo de mis ojos tenía ojeras enormes porque por los días no podía dormir por todas mis ocupaciones y por las noches, cuando por fin mi cerebro debía de mantenerse en blanco recordaba toda la situación por la que estaba pasando.

Ni siquiera cuando terminé con Jasper me sentí de este modo. En aquel momento, si quiera intentaba convencerme a mi misma que todo estaría bien.

En esta ocasión ni siquiera me esforzaba por que se me pasara por la cabeza.

Me dolía.

Me dolía que me sentía tan tonta por no haber adivinado.

Me dolía que por mi culpa ahora mi hermano estaba pasando por malos recuerdos.

Lo odiaba.

Lo odiaba tanto.

Pero también lo amaba.

Y lo extrañaba mucho.

Y sentía como si fuera el amor de mi vida.

Y eso solo lo complicaba todo porque él no se lo merecía. No después de todo lo que tuvimos que pasar por su culpa.

Me dolía... amarlo tanto y no poder estar con él.

Porque esa, desgraciadamente, era una realidad.

Sabía que me dolía mucho el hecho de que no podría estar con él después de esto y eso me hacía sentir culpable también.

En una de esas tantas noches tras terminar de enviarle el proyecto final de Lowell al profesor cerré mi ordenador, suspirando por lo cansada que me sentía. Ni siquiera pasaron tantos minutos antes de que papá entrara a mi habitación, tocando un par de veces.

Sonreí levemente al verlo llegar con un plato de galletas y leche.

-No cenaste, pensé que tendrías hambre.-Murmuró pasando y dejando todo en el buró.

-Gracias, papi.

Se sentó a mi lado, dándome una leve sonrisa también.

-¿Todo bien, mi flaquita?

Asentí una vez, pero entonces no soporté y empecé a negar mientras mis ojos eran cubiertos por lágrimas.

-No.-Se me quebró la voz.-Perdónenme.-Supliqué-Les juro que yo no lo sabía. Yo no quería... no quería...-Mi cuerpo tembló.

Papá me miró con preocupación y negó con la cabeza.

-Mi nena...-Me jaló en su dirección, sosteniéndome entre sus brazos para consolarme. Me escondí entre su pecho mientras trepidaba por el llanto incontrolable. Acarició mi cabeza antes de dar un beso.-Nada de esto es culpa tuya, mi amor.

Lloré por un par de segundos antes de que su mano en mi cabeza se detuviera.

-Oye-Llamó mi atención, haciendo que lo mirara.-Hablé con Ray. Vendrá de visita pronto.-Intentó consolarme.

Absorbí por mi nariz.

-¿De verás?

Asintió.

-Creo que nos vendrá bien estar juntos. Logramos reunir el dinero para que viniera y el señor Higgins nos hizo el favor a tu madre y a mi de darnos vacaciones a la par.

AlusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora