No sabia que hora era cuando el toque en mi hombro me despertó. Abrí mis ojos lentamente entrecerrándolos para visualizar mejor.
Conrad cubrió sus labios con el índice, pidiéndome silencio. Señaló al chico que se abrazaba a mi cuerpo.
Con un ademán, me pidió que lo siguiera. De esa forma y con mucho cuidado me quité los brazos de Lowell de encima mío. Le había costado bastante quedarse dormido, sin embargo, cuando lo logró, parecía haber caído en un sueño muy profundo.
Con cuidado me puse de pie, quedándome quieta viendo como Lowell se removía. Continué mas aliviada al verlo volver a acurrucarse en el sofá.
Tomé la mano de Conrad y de esa forma él me guio hasta su habitación. Era la primera vez que entraba aquí y quería detallarla, sin embargo, solo bastó de cerrar la puerta tras nosotros para darse la vuelta y arrinconarme contra esta.
Tomó mi rostro entre sus manos y suspiré al sentir por fin su boca después de tanto tiempo. Sonrió contra mis labios al darse cuenta de lo desesperada que estaba actuando.
No me importó.
Me puse de puntitas, pasando mis manos por su cuello para profundizar el beso.
-No mentías cuando dijiste que me extrañaste-Murmuró contra mi boca.
Sonreí, prendiéndome de sus hombros cuando me levantó, haciendo que enredara mis piernas en su torso. Después de eso, me perdí entre sus caricias y sus besos. Lo sentí lo más cerca posible de mi intentando hacer el menor ruido posible para no ser atrapados. Y no supe a que hora terminamos, pero a pesar de la situación, había sido intenso.
Mi cabeza descansaba contra su pecho y las respiraciones me arrullaban a pesar de saber que no podía quedarme aquí dormida. De cualquier modo, tampoco quería moverme, me sentía muy tranquila y más por el hecho de que su mano acariciaba mi cabello.
-¿Florecilla?-Me llamó, haciendo que levantara la cara para verlo. Sonreí con los ojos cerrados cuando acarició mi mejilla.-¿Puedo ser tu novio?
Escucharlo pronunciar aquello me hizo abrir de nuevo los ojos solo para dejarle ver mi sorpresa ante la pregunta. No era algo que esperaba si era sincera... Por supuesto que era algo que quería, pero lo veía bastante lejano.
-¿Quieres ser mi novio?-Pregunté asegurándome que no lo imaginé.
Las comisuras de los labios de Conrad se elevaron antes de abrir la boca con fingida sorpresa.
-¿De verdad? ¡Claro que acepto! Sería un honor, mi florecilla preciosa.
Parpadeé ante aquello antes de sonreír como estúpida. Mi corazón empezó a latir como loco y las mariposas en mi estomago revolotearon como si le hubieran echado algún repelente. Como locas.
Me abrace a él, besándolo con entusiasmo.
-Puedes serlo-Murmuré sin separarme. Lo sentí sonreí contra mi boca antes de tomarme por las caderas.
De un tirón hizo que mi pelvis chocara con la suya. Aún desnudos, el roce de su miembro en mi entrepierna provocó que el calor subiera por mi cuerpo completo en seguida.
Repartió besitos húmedos por mi mejilla hasta posarse en mi cuello en donde absorbió la piel con mucho cuidado. Suspiró antes de que sus manos en mis caderas me guiaran en movimientos suaves que me hicieron frotar mi humedad en su miembro.
-¿Puedo follar a mi novia ahora? -Me susurró al oído, con voz ronca.
Inevitablemente gemí, clavando mis uñas en sus hombros. Mordí mi labio inferior, conteniéndome de volver a hacerlo porque allá afuera alguien dormía y no queríamos que se enterara de la situación en la que nos encontrábamos.
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Alusión
Roman pour AdolescentsDespués de romper con Jasper, Valentine se da cuenta de lo sola que está. Por esa razón, tras conocer a Lowell y convencerlo de ayudarle a ser la número uno en la lista de chicas más bonitas del instituto, se envuelve en la extraña y misteriosa vida...