Alusión

Cap.44-Un paseo vergonzoso

A la mañana siguiente, cuando Lowell pasó por mi a casa de Mack, fuimos a almorzar juntos. Se le veía más tranquilo e incluso trajo con él a la señora Winnie pues tenía planeado llevarla a pasear un rato.

-¿La gente no se te queda viendo raro cuando la paseas?

-¿Raro porqué?

-No lo sé... La señora Winnie a luchas te llega a la pantorrilla-Observé.

-No tengo ni la más mínima idea. Por lo regular siempre estoy concentrado en escuchar mis malos pensamientos.

Pidió comida por el drive thru ya que el local en el que queríamos comer no aceptaba perros.

-Las chicas me invitaron a la playa.

-Que divertido-Fue sarcástico.

-Deberías de venir con nosotras. Irá Noel.-Aún no lo invitaba, pero estaba segura de que aceptaría.

-¿Quién es Noel?

-Es el de cabello de colores-Le recordé.

-Ah, claro. No gracias.

-¿Y porqué no?

-Ir a la playa significa llenarte de arena y asolearte. Además ahí solo voy a fumar para evitar a la gente quejumbrosa que se molesta por el olor. No es que disfrute estar rodeado de chicas escandalosas.

-Eres muy amargado, princeso.

Rei en seguida, recordando aquel sobrenombre que le había puesto por comentarios llenos de delicadeza de su parte. Era gracioso porque, por fuera se veía como alguien duro y rudo... Pero una vez que lo conocías, podía llegar a ser muy delicado y caprichoso.

-Por supuesto. Como yo solo hay uno. El mundo debería de cuidarme y mi generación agradecer que tienen el honor de existir al mismo tiempo que yo.

Negué con diversión sin evitarlo. Tomé de mi soda tirándole un trozo de waffle a la señora Winnie.

La había puesto en el suelo del auto pues no tenía asientos traseros y si la dejaba sobre mi, era capaz de robarme mi comida. Justo como ahora lo hacía su dueño quien tomó un trozo de mis fresas con crema.

-A veces creo que no te vendría mal dejar de ser tan amargado.

-Y a ti no te vendría mal dejar de ser estúpida.

-Creo que podrías buscar mejores maneras de insultarme.

-De hecho es un cumplido.

-Un cumplido se hace para halagar a alguien.-Le fruncí el ceño.

-Bueno, eres muy buena siendo estúpida.

Bufé antes de tomar un poco de crema y embarrársela en la nariz, agarrándolo desprevenido.

-¿Qué haces? -Gruñó, quejándose.

Yo reía, porque su cara había sido única. Continuamos comiendo y cuando terminamos condujo hasta un parque y al estar entre semana estaba casi vacío.

Lowell paseaba a la señora Winnie con una pechera y una correa que era de cadena... Como si fuese un perro peligroso que con correa normal pudiera escapar. Era algo tierno de ver.

-Tal vez deberíamos de empezar a ir a clases de nuevo. Tus calificaciones están reponiéndose y no conviene que sigamos faltando.

-¿Sigamos? Valentine, no hagas esto un conjunto, bien puedes ir tú a la escuela sin mi.

-Muy bien, malagradecido. Empiezo a hartarme de ser buena persona contigo, así que te aviso que mañana iremos a la escuela de nuevo.-Señalé, molesta.