Cap.43-Pijamada

5.9K 409 120
                                    

Valentine

Por alguna extraña razón, a Lowell parecía no importarle el tener que ir al hotel. Se la pasaba la mayor parte del tiempo tirado en el sofá. Dormitando aunque parecía que no podía dormir.

El lunes, me había quedado con él toda la tarde e incluso, fue bastante difícil convencer a papá de que me dejara quedarme otra noche más en su casa. Por supuesto que cuando fue Low el que se lo pidió aceptó en seguida y hoy sería la pijamada en casa de Mack y yo aún no sabía si era buena idea dejar solo a Lowell.

Me puse de cuclillas para poder verlo mejor. Estaba tirado en el sofá boca abajo, su mano colgaba tocando el suelo y en su espalda, la señora Winnie descansaba.

-¿Quieres comer?

Negó. Abriendo sus ojos.

-Quiero morir-Murmuró.

Toqué su frente. Estaba caliente, pero no tenía fiebre. Tal vez se debía a que se la pasaba todo el tiempo tirado y arropado.

Jeray llamaba para saber si Lowell iba a presentarse, pues lo necesitaban para firmar muchas cosas que solo él y Miles tenían permitido firmar.

Y al parecer Lowell no le dio a absolutamente nadie más el número telefónico que le había dado.

-Deberías de ducharte...

-¿Insinúas que huelo mal?

-¿Qué? ¿En qué momento dije eso?

-No quiero ducharme-Gruñó.

-Bien, malhumorado.-Rodé los ojos.-Pero en serio me preocupas. Tienes que comer algo.

Negó, hundiendo su rostro en la almohada.

Suspiré. Suponía que era normal para él estar en ese estado después de que algo como lo de ayer pasara. Porque inclusive no fuimos a la escuela y sabía que si mis padres se enteraban, iban a matarme. Pero él no se prestaba a ponerse de pie más que para orinar y a mi me daba un poco de miedo dejarlo solo en ese estado.

Ayer tuve que rogarle para que si quiera se parara a duchar y también para comer. Lo cuál era raro, porque él era un pozo sin fondo. Siempre tenía hambre.

-Low... -Suspiré.

Ni se inmutó, solo se quedó ahí tiradote, lamentando su existencia.

Resoplé, pero aún así caminé otra vez hasta la cocina en donde serví un poco de la comida que mandamos a traer ayer.

Cuando regresé, el olor llamó la atención de la señora Winnie quien en seguida bajó de él para rasguñarme. Era su forma de llamar la atención para pedir comida.

No le presté atención y removí a Lowell quien despegó la cara de la almohada solo para darme una mala mirada.

-Anda, siéntate-Insistí tomándolo por el hombro, para enderezarlo.

Parecía que estaba a punto de mandarme al carajo por no dejarlo en paz, sin embargo, suspiró con cansancio antes de enderezarse. Me senté a su lado, cuchareando el arroz.

Cuando tomé una cucharada, se la acerqué a la boca, él me miró con desagrado.

-¿Si sabes que puedo comer solo, verdad?

-Sóplale, está caliente.-Advertí.

Iba a decir algo, pero terminó por cerrar la boca antes de echarle aire. Cuando dejó de humear, abrió la boca para que yo introdujera la comida.

-Jeray me llamó otra vez-Informé.-Me dijo...

-¿Qué te dije que le dijeras si seguía jodiendo?

AlusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora