4/4
Último capítulo por el día de hoy!!
Los fines de semana jamás habían sido tan difíciles como ahora que trabajaba. Ni si quiera llevaba mucho rato aquí metida y los tacones ya estaban matándome.
Mientras revisaba en la computadora las reservaciones que hizo uno de los clientes, tenía que sonreír forzadamente aunque por dentro estaba muriendo porque me picaba la pierna y justo ahora iba a ser muy raro que me agachara a rascarme enfrente del cliente.
Le entregué la tarjeta para entrar y vi como se dirigía a su familia antes de apresurarme y sentir el alivio cuando rasqué esa parte.
-¿Qué estás haciendo?
La voz de Lowell me hizo enderezarme en seguida.
-Estás mayas me pican-Me quejé.
-Pues cómprate unas nuevas-Rodó los ojos-Espantarás a mis clientes si continúas haciendo tus rarezas. Creerán que tienes sarna o algo así.
-Perdón por ser humana y sentir incomodidades. Por cierto, el nombre de ese señor estaba en dorado-Señalé-¿Por qué?
-Es un sistema que hay para reconocer a los clientes más frecuentes. Él es de la pocas personas que me agrada.-Señaló
-¿En serio? ¿Por qué?
-Tiene un vicio enorme con las apuestas. Me agrada porque tira su dinero a la basura creyendo que ganará y bueno, yo soy el bote de basura.
-Eso es estafa.
-Eso debería de ofenderme, supongo, pero ya tuve esta conversación contigo, Valentine. Te diré que no soy un estafador. Es cuestión de suerte, o al menos eso creen ellos.
-¿A qué te refieres?
-En el casino lo que me da más dinero cada día son los tragamonedas. Es más sencillo y tiene premios grandes. Llama la atención que por una moneda puedas llevarte miles más y ahí está el truco. La maquina está programada para hacer ganar a quien deba de ganar, el detalle está en que no saben cuando detenerse.-Explicó mientras subía unas bolsas con comida en el mostrador-Piensan que su suerte llegó y creen que el siguiente lo ganarán. Y pierden. Entonces, creen que el siguiente si es el bueno y vuelven a perder y así sucesivamente hasta que ya tenemos de regreso todo el dinero que habían ganado. Incluso un dinero extra cuando no pueden parar.
-Suena terrible.
Se encogió de hombros.
-No para mi.
-Claro, porque te quedas con su dinero.
-Y con ese dinero hoy estoy comprando comida para ti-Objetó.-Come y calla, que así te ves menos horrible.
Rodé los ojos, pero aún así saqué la hamburguesa que el compró con su dinero sucio. Moría de hambre.
-A veces echo de menos a Conrad. Su comida era mejor que esta porquería.
-Antes parecía gustarte mucho esta porquería-Señalé, porque últimamente incluso le hacía mala cara a la pizza.
-Claro, pero ahora que es mi comida de todos los días no sabe tan bien.
-¿Y porqué no vas a verlo?
-Ya te dije mis razones.
-Hola, hola, niños-Jeray venía llegando con su traje excepcional.-Val-Asintió.
Hice lo posible para no sonrojarme cuando me miró con una leve sonrisa que me hacía recordar que el sabía algo.
-¿En dónde te metiste?

ESTÁS LEYENDO
Alusión
Roman pour AdolescentsDespués de romper con Jasper, Valentine se da cuenta de lo sola que está. Por esa razón, tras conocer a Lowell y convencerlo de ayudarle a ser la número uno en la lista de chicas más bonitas del instituto, se envuelve en la extraña y misteriosa vida...