Harry Potter, azabache de poca vista, camina tranquilo entre los pasillos del Ministerio de Magia, acomada sus gafas en el puente de su nariz, viendo con claridad su alrededor a través de sus tan característicos ojos.Joven Auror, preparándose día con día para ser mejor en lo que hace, hasta esperar un día ser el jefe de su propio Departamento.
Toma su rumbo al Departamento de Regulación y Control de las Criaturas Mágicas.
Toca la puerta escuchando esa voz que grita un no muy delicado —¡Adelante!.
Abre la puerta, entrando para ver a esa tan conocida melena de color castaño, concentrada en la masiva cantidad de pergaminos sobre su escritorio.
Camina a un lado de la mesa de estar que tiene en el centro para llegar a sentarse frente a esta. Se detiene en cuanto su vista se dirige a la alta cantidad de periódicos que reposan sobre la baja mesa. Toma uno de ellos entre sus manos retomando su camino.
Toma asiento frente a ella. —¿Ocupada? ¿No interrumpo nada? Puedo venir más tarde.
—Siempre. — suspira cansada. —No interrumpes nada Harry, puedo tomarme unos minutos. — suelta su vista del pergamino, subiendo la mirada topandose con la de su amigo.
—¿Qué hacías?
—Estoy arreglando asuntos sobre la
P.E.D.D.O.—Ron me dijo que Margaret libero a su elfo doméstico.— menciona sonriente.
Hermione no puede evitar rodar los ojos en un movimiento de rapidez que apenas Harry logra notar.
— Sí. —bufa. —Rita Skiteer al parecer también se entero de eso y lo público en uno de sus espacios, la estadística de elfos domésticos libres incremento de la noche a la mañana.
—Eso es brillante.
Hermione no puede negarlo. —Sí, ahora lo que hago es encontrar empleos justos para todos ellos. ¿Y ahora? —cuestiona esto último alzando una de sus cejas.
—¿Qué?
—¿Dónde dejaste a Ronald?
—Él está en un trabajo especial. El jefe de nuestro apartamento no lo ha soltado en ninguna momento.
—Al parecer también aumentó el trabajo para Ron. —bromea logrando soltar una risa entre ambos. —¿Sigues teniendo problemas?
—¿Sobre?
—Ya sabes. ¿Richard Rosier? No puedo creer como es que los demás ¡le creen a él! Y no a ti.
—Bueno. — Harry hace una mueca, subiendo los hombros. —No confían en mí.
—¡Es absurdo! ¡Tú no te convertirás en ningún mago tenebroso!
—Pero él sigue hablando ¿Qué podría hacer yo?
—Sí no lo detienes ahora, su pequeña secta tomará más fuerza con el tiempo contra a ti. Estuve..
—Leyendo. —terminó esa tan conocida frase.
—Sí.. —alzó ambas cejas con diversión hacia el azabache. —Richard Rosier, sangre pura, al parecer su madre junto a él se mudaron a los Estados Unidos de América, empezó y terminó sus estudios allá al igual que trabajó como Auror, está muy capacitado y ahora a vuelto. Escuche que también busca ser jefe del Departamento de Aurores.
—Pero.. —musita Harry. —No sólo en el Ministerio o compañeros no creen en mí.. Los demás magos y brujas también, cuando estoy en mis rondas me ven.. Con los entrecejos unidos.
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Encadenados [Ronald Weasley] EN EDICIÓN
FanfictionArthur Weasley fue manipulado en la segunda guerra mágica al aceptar hacer un juramento inquebrantable con el mortifago Thorfinn Rowle que buscaba asegurar su futuro. ¿Pero a qué precio? ¿Surgirá algo de esta unión a la fuerza? Un engaño, un juramen...