Tres palabras; no puedo dormir. Acostada con la vista sobre el techo estoy segura que las ojeras decoran bajo mis ojos, mi mente se encontraba completamente en blanco. Hazta que el foco finalmente se encendió, la única persona que estaría para mí sin dudar.Lucy.
Dirigo mi vista hacia la ventana, el sol esta apunto de salir. Me desago de las cobijas, coloco mis zapatos al igual que un largo abrigo color negro sobre la pijama.
Peinó mi cabello con la mano en cuanto salgo al pasillo de mi habitación.
—Tinny. — empecé a susurrar llamando a mi elfo doméstico. —Tinny. — doy un salto interno en cuanto chasquea los dos dedos aparecióndo finalmente.
—¿Sí, señorita? — su blanda voz me responde de inmediato.
—Necesito que me lleves con Lucy, por favor.
—Por supuesto, señorita. Tinny esta para servirle.
Se acerca hacia mí ofreciéndome su mano, la tomó y en cuestión de un pequeño clip estoy frente a la casa de mi amiga, no es pequeña pero tampoco la más grande.
Creo que si toco la puerta no serviría de nada. Me separe un poco hacia atrás, quería avisar mi llegada antes. Tomé una piedra del suelo, incluso Tinny me vio extrañado. Y entonces la arroje con éxito.
—¡Lucy! — nada. Me dispuse a tirar otra piedra pero mi elfo me detuvo. —¿Qué hiciste? — reí con nerviosismo.
—Esta apuntó de despertar. — unió sus manos. —Tinny lo a hecho por usted.
—¡Mar! — logre escuchar su grito. Merlín, estaba dormida. Lucy más que una amiga también trabaja para mí.
Ella se encarga de los papeles, y ese tipo de cosas, contratos para el equipo de Quidditch.
Amplio la sonrisa en cuanto la veo salir por la ventana, su cabello está ligeramente despeinado. Entonces uno los cabos, posó mis manos sobre mis caderas y veo a Tinny.
Este se encoje de hombros. —Gracias. — le digo al igual que le sonrió con complicidad. Y finalmente desaparece.
—¡¿Tienes idea de la hora qué es?! — me grita desde la ventana.
—Bludger loca. — si también tenemos códigos.
La veo relajar los hombros. —Oh, ya veo. Aparecete aquí.
De inmediato lo hago, y para el otro segundo ya estoy sentada sobre su cama.
—Buenos días. — le sonrió. Su cabello sigue enredado, como un nido de pájaros. —¿Cómo está tu mamá? No quería despertarla.
—Tiene el sueño pesado, y a ella no la atacó tu elfo doméstico. — señaló su cabello y eso me hizo reír. — Ella está bien.
No logro responder, Lucy alza las cejas con los brazos cruzados, quiere su explicación.
Entonces recuerdo todo. Mi sonrisa se borra, mis ojos se aplastan y bajo los hombros. Esto pasa por alto de ella y se sienta a mi lado.
—¿Qué pasó?
—Me voy a casar.
—Sí, claro. — se ríe. Pero yo no le sigo, ojalá así fuera. — ¿No estarás hablando en serio? — de inmediato se pone pie, y me analiza de nuevo. — Por esa cara. ¿Hay felicitaciones o no las hay? — sube su pulgar y lo baja a la vez. —¿Con quién? — de nuevo se sentó a mi lado. — ¡No me digas que Andrew! ¡De verdad!
—Lucy. — mi mención no la atrajo para nada.
Tomó mi mano izquierda acercandola a su rostro.
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Encadenados [Ronald Weasley] EN EDICIÓN
Fiksi PenggemarArthur Weasley fue manipulado en la segunda guerra mágica al aceptar hacer un juramento inquebrantable con el mortifago Thorfinn Rowle que buscaba asegurar su futuro. ¿Pero a qué precio? ¿Surgirá algo de esta unión a la fuerza? Un engaño, un juramen...