Capítulo 42

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La noche llegó, las felicitaciones y abrazos de los hermanos de Ron llegaron antes de irse.

Bill junto a Fleur, Percy y por último George..

Harry se quedaría en la habitación de Ron, mientras que Ron y yo volveríamos a encontrarnos en la habitación de Percy, estaríamos a un lado del otro una vez más después de algún tiempo.

Aunque Ron me había preguntado esa misma tarde que pasáramos la noche en la Madriguera, supuse eso antes de llegar así que había traído conmigo un vestido más como pijama.

Parada a un costado de la cama quitandome el vestido que llevaba puesto, tome la pijama para pasarla sobre mis hombros dejándola caer.

Entre a la cama, acomodandome entre las cobijas, me acosté de lado poniendo ambas de mis manos bajo la cabeza.

Suspiro, los recuerdos del día llegan a mi cabeza, Ron sonriendo, pasando el tiempo con sus hermanos y sus padres, era realmente maravilloso verlo feliz.

Se está dando una ducha en uno de los baños mientras que lo espero aquí.

Mis ojos se entrecierran, se vuelven pesados y hago todo lo posible para mantenerme despierta pero no logro, me veo atrapada en el sueño.

-

Me muevo entre las sábanas, quiero que se vayan estas ganas inmensas que estoy sintiendo de hacer del baño justo ahora porque realmente estoy cómoda y no quiero parme en lo absoluto.

Entre mis movimientos torpes tocó mi costado que se encuentra libre, Ron no está, es el primer pensamiento que llega a mi mente.

Las cobijas de su lado se encuentran abiertas, una toalla de baño posa sobre la mesa de noche, eso quiere decir que si estuvo aquí, pero tocó su espacio y se encuentra frío.

Me pongo de pie, colocandome las sandalias, la habitación de Percy tiene una ventana que deja ver ampliamente el exterior, una luz plateada se asoma en la entrada de esta, eso llama mi atención así que me acerco para ver de donde proviene.

A lo lejos, cerca de un árbol, la luz plateada se intensifica más de lo que puedo ver desde aquí, una sombra la acompaña.

De inmediato las ganas de ir al baño desaparecen, tal vez mi lógica y sentido común me dicen que puede ser Ron pero mi corazón me lo está confirmando, como si pudiera hablar y decir: Es él.

Bajo las escaleras con cuidado, lo mínimo que quiero es despertar a alguien y preocuparlos, atravieso la sala llegando a la puerta.

El viento choca contra mí, cierro la puerta dejando atrás la Madriguera, en camino a su sombra.

Es de madrugada, la media luna está sobre mi cabeza y la noche se encuentra estrellada.

Cruzó los brazos en un intento de protección, aquí es donde me reprochó el que debí haberme traído algo que me cubriera.

Paso tras paso, cada vez más cerca, hasta que finalmente estoy a un metro de distancia.

Ese cabello pelirrojo que vino a cambiar mi vida para mostrarme el otro lado de ella se encuentra dando la espalda.

Él aún no me nota, eso hace que me quede más segundos aprecieandolo por detrás, la luz platinada alumbra el lugar, hasta que logró ver de que se trata.

De la punta de la varita de Ron surge un animal plateado deslumbrante, trotando entre el pasto, afino mi vista hasta identificar que es un perro, los he visto antes.. Un pequeño Jack Russell Terrier, reconocí.

De inmediato logró reconocer de que se trata.

—Es un patronus hermoso. — suelto ahuyentado el silencio.

Encadenados [Ronald Weasley] EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora