Capítulo 43

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Mayo 02 del 2000

Fecha importante, no hay nadie en la comunidad mágica que logre olvidarla, quedamos marcados, pero un nuevo sol aparece hoy.

Dos años del tiempo límite se cumplen exactamente ahora. Un bebé en camino y una bebé que ahora a llegado.

Dejamos la tristeza atrás y un nuevo acontecimiento surge uno que nos llena de felicidad a todos los Weasley.

Estoy de nuevo en la casa de Bill y Fleur, el sonido del mar se escucha de fondo.

Fleur comenzó su labor de parto, ella decídio tenerlo en casa, una doctora y demás la acompañan, Bill también se encuentra junto a ella.

Mientras tanto el resto nos encontramos abajo en espera.

Ron empezó a comer, el dice que por nerviosismo más yo creo que es su naturaleza.

Las horas pasan, minuto tras minuto, la tensión se siente.

Hasta que finalmente a llegado el momento.

Bill aparece en el inicio de las escaleras, bajo tan rápido que rebeldes cabellos le caen al frente.

El personal capacitado de San Mungo baja después, mucho más calmados de lo que se ve Bill.

—Envíenos de inmediato una carta si así lo ve necesario señor Weasley. — habla medimaga.

Bill le agradece en un agitado y fuerte apretón de manos.

Les abre la puerta y estos desaparecen al salir.

—¡Bien, es hora!— nos alienta a subir Bill.

—¡Los padrinos primero! — George se posa eufórico a mi lado dejándome entre medio de él y Ron.

—Adelantate con mamá y papá George. — atajo Ron. — Yo la ayudare a subir. —toma mi mano.

—Bueno suban ya. —reprocha Ginny.

En cuanto llegamos al cuarto, una brillante y sonriente Fleur se encuentra posada sobre la cama, con su espalda recargandose en la pared mientras sostiene en sus brazos a la nueva integrante de la familia Weasley.

El rostro de Bill no puede estar más iluminado, se a enamorado por segunda vez de su bella hija.

—¿En cuánto estaran aquí tus padres Fleur? — le pregunta Molly.

—Llegarán mañana. Toma Bill cargala. — lo anima extendiendole a su hija al mayor de los pelirrojos.

Bill se acerca temeroso, le tiemblan las manos y gotas de sudor empiezan a salir de su frente.

Hasta que finalmente la tiene.

—Vaya, eso salió mejor de lo que pensé. — habló George.

—¿Por qué? — me anime a preguntar.

—A Bill se le cayó Ron una vez. — se burla.

Ron une el entrecejo viendo mal a su hermano mayor al igual que George.

—Bueno la práctica hace el maestro. — le sigue burlesco Bill. — Tómala George.

—Acércate Margaret. — Fleur me habla.

Me despegó de un lado de Ron para acercarme a George, Bill se posa frente ambos.

—Conocera a los mejores padrinos que pueda tener. ¿La cargo yo? — me mira al preguntarme.

—Sí, tómala tú.

Bill con más precaución de la que pudiese tomar le pasa en brazos a su primogénita.

Encadenados [Ronald Weasley] EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora