Encadenados [Ronald Weasley] EN EDICIÓN

Capítulo 70

01 Abril 2004

Creí que había olvidado cómo se sentía ser yo misma, o amar el sentimiento del ahora.

Pero el aire chocar contra mi rostro, que haga mi cabello se despeine, sentir la emoción al estar sobre la escoba, de bajar y subir, esta es la única emoción que necesitaba, que extrañaba realmente, ser yo.

Recuerdo la primera vez que monte una, y de ahí en adelante se había vuelto mi escape de la realidad, mi lugar seguro, e intentar y hacerlo, sobre volver a ello, hacia que cada fibra en mi explotara de emoción.

Desciendo de la escoba al césped del campo de las Arpías.

Ya me había decidido no volver a los
Caerphilly Catapuls, extrañaría a los chicos, por supuesto, pero también significa volver a esa parte de lo era antes, y estoy en busca de lo que soy ahora, sin enfrentamientos, solo lo que siempre quise desde un inicio, aunque ahora estaría acompañada de dos de mis magos favoritos.

Meredith, es la capitana de las chicas, tiene un cabello rubio con mucho volumen.

—¿Qué tal me fue? — suspiré, intentado regular mi respiración.

—¿Dónde estuviste metida todo este tiempo? — lleva un labial rojo muy marcado.

Sujeto la escoba con una de mis manos, algunas gotas de sudor caen alrededor de mi rostro.

—Gracias. — respondí. Sigo teniendo la respiración pesada.

—He de admitir que seguía tu trabajo. — empezamos a caminar de regreso al edificio. — Cuando anunciaron que te retirabas del Quidditch, creí que era un chisme más del montón.

—Bueno, no me retire, solo deje el equipo para estar con mis hijos.

—Tienes toda la razón, se rumoreaba que lo habías dejado por tu esposo, tiene pinta de controlador, sin ofender.

—Oh, no, para nada. — no estas muy lejos de realidad, evidentemente no lo dije.

—Me alegra tanto que hayas decidido ser parte de nosotras, somos las mejores y nos distinguimos por ello duramente al igual que los hombres, las Arpías de Holyhead es exclusivamente para mujeres.

—Sí, lo sé.

—Nos alegra tener a la mejor. — me guiño abiertamente.

—¿Entonces, tenemos un acuerdo?

—¡Claro que sí! Nada saldrá de mi boca. — hace una señal de cerrarla. — Haría un juramento si fuera necesario.

—No, está bien, ya tengo suficiente con ello. — reí. Si solo supiera.

—Pronto será la campaña de promoción, ahí te anunciaremos cómo nuestra nueva integrante del equipo.

—Sí, es estupendo.. —

—Voy a darte el contacto de alguien. — me interrumpió llamando la atención.

—¿Un contacto, qué clase de contacto? — nos detuvimos.

—Tus pensamiento allá arriba fueron tan fuertes que fue inevitable no escuchar.

—¡¿Te metiste en mi mente?!

—Soy una lejeremante de nacimiento. — se hizo pequeña. — Aunque ya me a traído problemas, además es muy útil cuando se trata de jugar.

Es cierto, Andrew siempre nos dijo que mantuvieramos bien guardada nuestra mente, afuera y dentro del campo, ayudó mucho.

—¿Y por qué lo hiciste? Meredith, por favor, no le digas a nadie. — No tengo en quien confiar.

—Puedes confiar en mí, es una abogada, ella me represento cuando dejé a Michael.