Capítulo 14

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Ron se encontraba en su oficina, en el Ministerio, trabajando con unos cuántos papeles, había visto el diario El Profeta está mañana, la noticia de su boba no había desaparecido, eran la nueva atracción para ellos y habían logrado captarla muy bien.

Los miembros más antiguos del Ministerio los veían como un par de niños jugando al Matrimonio, lamentablemente algunos decían que eso no iba a funcionar.

Eran el nuevo centro de atención.

— Señor, su esposa está aquí. — dijo su secretario, Martín.

Llamó la atención de Ron y pudo despegar la vista del montón de papeles desordenados que tenía en su escritorio.

Y la vio entrar.

—Oh.. ¿Qué haces aquí? — preguntó suavemente Ron ya que aún estaban bajo la presencia de su secretario. — Margaret.. Él es mi secretario personal.. Martín. — se adelantó a presentar Ron.

—Oh si ya lo conocí, un gusto. — respondió Margaret con una leve sonrisa.

Ya lo conocía, fue el quien la había recibido la primera vez que vino aquí, era alguien de un semblante serio, pero Margaret intuía que tal vez el escondía las cosas de Ron, como aquel brazalete..

—Es todo un placer, señora. — dijo el secretario, pero al recibir un gesto de Ron finalmente salió.

— ¿A qué debo tu visita? — cuestionó Ron, rompiendo el silencio.

— Creí.. Que tal vez, sería agradable que viniera a verte. — dijo Margaret tímidamente, solo intentaba no tener su despreció por culpa de su padre, intentaba ser una amiga para Ron.

—Bueno. — mustio Ron, para acomodar rápidamente los papeles de su escritorio.

—Veo que tienes mucho trabajo. — apuntó Margaret, acercándose a su escritorio.

Pero Ron torpemente y muy rápido hizo que algunas cuantas hojas se tiraran enfrente de ella.

Margaret sin problema se agachó y empezó a juntarlas.

Junto un puño pero rápidamente Ron se colocó frente a ella.

—No, no, no. — dijo Ron impidiendo qué ella recogiera más. — Yo lo hago..

Así rápidamente Ron junto lo que había tirado, pero entre aquellos papeles.. Margaret pudo distinguir al ponerse de pie una foto donde claramente se veía.. Ella, Granger.

Pero antes de que pudiera decir algo, Ron la tomó rápido y se puso de pie, por último entró de nuevo el secretario de Ronald por alivio de este.

Llamó la atención de ambos y ambos se giraron a verlo.

—Disculpen señores Weasley, pero la prensa está aquí.. Y quiero verlos. — mencionó el secretario.

A Ron no le importa esta nueva atención que estaba recibiendo, incluso parecía agradarle, pero sabia que en si, su esposa era la que captaba más la atención pero por ahora no era algo que le molestara.

— Vamos, cariño. — dijo Ron para mantener la apariencia, pero fue lo suficientemente  para sorprender a Margaret que rápido se ruboriso.

Margaret siempre creyó que se casaría con la persona que amaría, su abuela le había dado los mismos votos que ella y su madre habían usado el día de su boda, pero al leerlos rápidamente los descartó, escribiéndolos ella misma y rompiendo la tradición.

Margaret en su boda no prometió obedecer, ella prometió amar y cuidar.

Finalmente ambos salieron y afuera de aquella oficina ya se encontraba esa ola de magos apuntandolos con sus cámaras.

Encadenados [Ronald Weasley] EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora