Capítulo 23

1.9K 204 130
                                    


Despierto analizando mi alrededor, recordando que no me encontraba en mi habitación. Intento moverme pero un brazo aferrado a mi cintura me detiene.

Ron se mueve un poco, pienso que está apuntó de despertar y es todo lo contrario, se acerca más a mi, siento su respiración en mi nuca. No me movería, creo en disfrutar los buenos momentos cuando suceden.

—Buenos días. — me sorprende su voz ronca.

El ya estaba despierto.

—Buenos días. — creó que se va a quitar pero no lo hace.

Unos golpes llaman a la puerta y antes de que pudiéramos responder o tan siquiera separarnos, hace su gran entrada George.

—¡Hola, hola! Buenos días.. — saluda, me sorprende su energía. —¡Hey! Creía que los encontrária indesentes.—sus ojos se clavan en el brazo con el que Ron me sostiene.

—Primero se toca. — gruñó Ron.

—Eso hice.— nuevamente antes que pudiéramos decir algo se adelanta. — Los veo cómodos y lamento arruinar el momento. —nos señala. — Pero, mamá insiste en que bajen a comer si es que no lo han hecho. —nos giña para finalmente salir.

Ron bufa separándose de mí. Logrando poder mover mi cuerpo hacia su dirección captando su mirada sobre mí.

—Lo único bueno es que tan siquiera nos llamo a almorzar. — sonrió de lado. — ¿Qué tal dormiste?

Me incorporo sentandome en la cama, ambos de cada lado de la cama dándonos la espalda, talle un poco mis ojos y finalmente coloque  mi calzado.

—A decir verdad más cómodo de lo que imaginé.

Me pongo de pie rodeando la cama tomando asiento junto a él. —¿Cómo te sientes? ¿Qué tal el brazo?— le recuerdo la herida.

—Un poco mejor, aún duele.— se queja.

—Debería quitarte las vendas, con un poco de podama más se irá el dolor..

—¿Acaso no fuiste medimaga alguna vez? —alzó una de sus cejas.

—No. — reí, acercando mis manos a la venda envuelta en uno de sus brazos. — Pero es conocimiento esencial y estando en un equipo de Quidditch siempre te llevas contigo uno que otro golpe.

—¿Cómo lo aprendiste?

—Hoy despertamos curiosos. — dije formando una pequeña sonrisa que Ron correspondió. — Respondiendo tu pregunta, fue desde pequeña.

—¿Me contarías más? — ladeeo su cabeza conectando sus ojos con los míos.

—Será en otra ocasión.. — terminé de quitar la venda, posando mis manos sobre mi regazo. —Tú madre nos espera haya abajo.

Entramos juntos a la cocina, todos ya se encontraban en sentados en sus lugares mientras sus miradas caían sobre nosotros.

—Buenos días. —salude con amabilidad. Dando paso a sentarnos un lado del otro.

Frente a mí se encontraba Harry que al verlo mi rostro se iluminó y una gran sonrisa apareció, el me miró sonriendo con timidez.

Había vencido al mago oscuro más poderoso de todos los tiempos pero su esencia no estaba llena de aires de supeoridad si no todo lo contrario, el chico de lo más normal y encantador.

—¿Te quedaste a dormir aquí George? — la voz de Ron llamó mi atención.

—No. Pero yo sí desperté y llege temprano. —sonrió con picardia.

Encadenados [Ronald Weasley] EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora