Encadenados [Ronald Weasley] EN EDICIÓN

Capítulo 49

Al regresar, Tinny empaco por nosotros toda la ropa formal necesaria, trajes, vestidos, zapatos, ropa casual y ese tipo de cosas.

Mientras que yo preparaba las cosas de Maison.

La gira empezó lo más pronto posible.

Nos aparecímos en el Ministerio para arreglar los últimos detalles.

Estaba de regreso en este lugar, junto a mi hijo, los magos me veían raro, no era normal traer a sus hijos consigo a este lugar.

Nuevamente, en la oficina de Ron, había una cuna en esta, donde pude dejarlo reposar. Ron se sentó tras su escritorio, su secretario estaba sentado frente a él. Mientras que yo me senté a escuchar lo que decían, en uno de los sillones.

Su secretario empezó hablar.

—La residencia de Ancianos el día 23.— empezó a nombrar los lugares que visitaríamos. — Hogsmade el día 28 antes de ir a el valle de Godric y San Mungo.. Gales, Escocia y toda Irlanda, Después tendrán una reunión de nuevo con el jefe del apartamento de Aurores y su esposa. Luego volverán por último a El callejón Diagon en Londres ya más cerca del Ministerio..

—Eso es demasiado traslado. — intervine. — Un bebé necesita estabilidad.

—Y.. Tal vez por esa razón el bebé jamás se consideró cómo parte del viaje. — me respondió con amargura.

Ron bufo más no dijo nada.

—Siempre lo deje bien claro. — remalque con fuerza. — Sin bebé yo no iba.

—Y todos lo aceptaron. — gruñó Ron. — Hasta donde sé todos se han esforzado por cambiar planes que son estrictos. Ahora en vez de estar separados.. Por cinco semanas serán.. ¿Cuánto? — preguntó a la persona frente a él.

—Dos semanas.

—¡¿Qué?! — escupí.

—Cuando la gira es de lo más intensa. — dijo Ron.

—¡¿Quién cuidara de Maison entonces?! — cuestione de inmediato.

—Las niñeras que ofrece el Ministerio. — respondió su secretario.

—¡¿Quién?! — repetí.

—Está calificada para hacerlo.. — volvió hablar.

Era suficiente. No lo deje terminar, me puse pie parandome junto a Ron, teniendo a su secretario justo en frente.

—¡¿De quién fue la idea de hacer eso?!

—Mía, señora. — me respondió nuevamente.

—¿Usted tiene hijos? — entrecerre los ojos.

—No, señora.

—¿Por qué no me sorprende? — arrastre las palabras.

—Margaret. — gruñó Ron entre dientes.

—Venga conmigo. —ordene.

—¿Señora?

—Por favor. — dije, este miró a Ron que asintió como autorización.

Pronto camine a la cuna donde posaba mi hijo.

—¿Qué es lo que ve? — le cuestione.

— A su hijo, Maison Weasley.

—Ese es su nombre, un nombre no se ve.

—Muy bien. —pareció resignado. — Veo a un bebé varón.

—¿Dormido o despierto?

—Despierto.

—¿Ruidoso o callado?