Encadenados [Ronald Weasley] EN EDICIÓN

Capítulo 65

24 Diciembre 2003

Pasaríamos Navidad y año nuevo en la Madriguera, eso quería decir que debía preparar más de un regalo.

Entre a la sala con el montón de cajas flotando tras de mí.

Ron esta sentado en el sillón de la sala con una pierna sobre la otra.

Trague saliva. —¿Los niños?

—En la cocina, con Tinny. — respondió tranquilo. —¿Te gusta?

Caí en cuenta enseguida. —¿Eso es un.. Nuevo sillón?

—Sí. — se puso de pie y camino hasta encararme. — El otro no me gustaba, así que lo queme. Eso hago con lo que no me gusta.

—Sé lo que es un divorcio. Y no voy hacer sentir a mis hijos como me hicieron sentir a mi en toda mi vida. — le dije mirándolo a los ojos.

Es por lo que estoy aquí, por la familia, por mis hijos, pero cada vez pongo en duda si esto es lo correcto. Una familia cálida es lo que yo tanto había deseado para mí.  Y no los haré pasar por tal cosa.

Nuestras respiraciónes se cruzaban.

—No te bastó meterte con un Auror. El tipo es ¡Un Auror! ¡¿Cómo te le pudiste acercar?!

—¿Fuiste tú? — me tembló la voz. —¡Fuiste tú! ¡Tú lo enviaste lejos! ¡¿No es así?!

Ron soltó una risa. —¿Acaso te importa Cormac? ¿Cuál de los dos te importa más? ¿Él o Andrew? Sé lo que haces con el hombre del campo, los hombres que has visto, Te diviertes de más, querida.

—Me espiaste. No puedo confiar en ti..

—¡Yo no puedo confiar en ti! Tengo la responsabilidad de saber que pasa en mi familia. ¡Sobre todo, si mi esposa actúa como salida de un manicomio!

¿Y yo soy la loca?

—Que conste que no es "el hombre del campo"

—¿Tú lo amas? No contestes, ni siquiera me importa.

La garganta empezó a calarme. —Lo dejaré, si tú la dejas.

Ron pego su nariz a la mía, y sentí su mano apretar mi nuca— ¿Cuándo entraras en razón y dejarás de intentar que este matrimonio funcione?

—¿Qué?

—Seamos honestos, Margaret. Enviale las gracias de mi parte a ese Andrew. Gracias a él, soy libre. Continúen, por favor.

—Tanto como para quemar un sillón. ¿A quién más vas a alejar? ¿A George?

—Ni se te ocurra. — rechisto entre dientes, apretó su agarre.

—Eres un ridículo. Hiciste un juramento ante mí, tú eres mi esposo, y yo soy tu esposa. ¡¿Por qué ya no me amas?!

—Por mi desgracia, siempre vas a regresar a mí. ¿Verdad? Como una maldita cadena, o ¿querías que me arrodillara a tus pies y te confesara lo celoso que estaba? — ríe. — ¿Andrew es tu venganza hacia mí?

—No, no utilizaría a alguien más como venganza.

Puedo hacerlo sola.

Me deshice de su agarré.

—Con el público, fingiremos, en privado, haz lo que quieras. — soltó.

—¿Qué hay de nuestros hijos?

—Siempre voy a amarlos, incluso más que a ti, voy por ellos para irnos con mis papás. Como quiera.. Lo que sea que enamorados signifique.