Ron y Margaret eran dos completos extraños viviendo en una misma casa, solo habían salido un par de veces, era evidente que no sabían que le podría gustar al otro, nadie se sentiría seguro con una persona que no conoce en lo absoluto y mucho menos por las razones en las que ellos estaban juntos.Pero en el momento que anunciaron tal compromiso, habían logrado ser vistos por toda la comunidad mágica.
Era lindo incluso tener una noticia sobre una pareja joven enamorada.. El problema es que ellos ¿lo estaban?
Margaret sin duda quería enamorarse de su esposo, siempre creyó en todo esa clase de cosas pero Ron.. El podía contestar que estaba enamorado pero solo lo decía por poder..
Margaret no era la mujer que lo entendía.. Pero Hermione.. Ella tampoco, pero tenía algo especial.. Ella sabía como hacerlo sentir bien, eso que el tanto había querido y cuando finalmente se dio cuenta.. Fue algo tarde tal vez..
Ahora ambos estaban casados, tal vez no era la persona que esperaban, no se conocían pero era claro que no tenían el tiempo para hacerlo.. Ambos aceptaron salvar al padre de Ron y toda aquella familia que aún estaba descubriendo..
Los Weasley la habían aceptado, se podía decir que les agradaba Margaret.
Al despertar tampoco encontré a Ron, Tinny me había informado que el había tomado su desayuno y se había ido al terminar.
Con Ron ahora Tinny sin duda cocinaba el triple de que lo había hecho por tanto tiempo.
Bueno yo también tenía un trabajo y eso haría, utilizaría la Red Flu.
Al llegar al edificio del equipo saludé animada a la recepcionista y me dirigía a los vestidores.. Pero antes que pudiera hacerlo me detuvo Andrew divertido, con esa gran sonrisa encantadora en el rostro.
— ¿Pero a dónde crees que vas? — me preguntó Andrew frente a mí, impidiendome el paso.
— A los vestidores, hoy tenemos entrenamiento, por supuesto. — mencioné sonriente, Andrew siempre fue muy agradable y amable conmigo en toda mi estadía aquí..
—Nosotros sí, pero tú no. — respondió Andrew. ¿A qué se refería?
— ¿Ah, sí? —cuestione.
—Te vi en El Profeta, con el Weasley, hacen una linda pareja.
—¿Gracias?..
— Leí sobre su ¿Luna de miel? — Dijo Andrew con el ceño fruncido. — Pero es claro que no puedes tener una si es que estás aquí todo el tiempo, no creo que al Weasley le agrade la idea. — se adelantó a decir.
—Bueno.. ¿Qué quieres decir con eso? — pregunté dudosa.
—Me adalente por ti y tendrás unos días para tu matrimonio. — respondió con una sonrisa de lado. —Eso quiere decir que podrás estar con él un par de semanas, o los días que gustes, sabes que no tendrás ningún problema..
¿Qué? ¿Qué se supone que haré en aquella casa sola? No pasaba el tiempo con Ron.. El estaba ocupado con su puesto en el Ministerio, apuesto que el pasaba su tiempo feliz con Harry y ella.. Ya que estaba segura de que así lo era; visitar a mi abuela no era una de las mejores opciones, no quería estar sola, mucho menos hacer nada por tantos días.
—Entonces ¿Qué dices? ¿No piensas agradecermelo? — dijo Andrew sacándome de mis pensamientos.
—¡Claro! — respondí nerviosa. — Gracias Andrew..— dije suavemente.
—Antes de que te vayas.. ¿Recuerdas al de las pruebas?
—¿McLageen?. — pregunté a lo que Andrew asintió. — Claro, ¿Qué pasa con él?
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Encadenados [Ronald Weasley] EN EDICIÓN
Hayran KurguArthur Weasley fue manipulado en la segunda guerra mágica al aceptar hacer un juramento inquebrantable con el mortifago Thorfinn Rowle que buscaba asegurar su futuro. ¿Pero a qué precio? ¿Surgirá algo de esta unión a la fuerza? Un engaño, un juramen...