-Despertate, dale estúpida. –Escuche gritos. -¡DALE!
-¿Qué? –Me levante de golpe al escuchar los gritos más fuertes. Me gire y vi a mi amiga parada con su piyama.
-Al fin, ya hice el desayuno. –Dijo y salió.
Una de las ventajas de vivir con Lucía era que siempre me despertaba con el desayuno ya hecho. Me levante de la cama y fui al comedor sin haberme cambiado o peinado antes, ni siquiera había ido al baño. Me senté en la mesa y empecé a comer y a tomar mi café con leche.
-Está caliente. –Dije mientras sacaba la lengua cada un sorbo que tomaba.
-Sopla antes, estúpida. –Me dijo enojada. Pero después se rio.
-Bueno, malhumorada.
Este era su humor típico en las mañanas, siempre empezaba con el pie izquierdo, pero a la tarde se enderezaba y seguía siendo la misma estúpida de siempre.
-¿Hoy grabamos el preguntas y respuestas? –Le pregunté.
-Sí. –Me dijo. –Pero después de que grabe un vídeo para mi canal, y que vos edite el video que va antes de ese. –Asentí.
Al terminar de desayunar, la ayude a lavar los platos, cada una se fue a cambiar, bañar, cepillar los dientes y demás cosas que hacíamos (y qué no son para nada importantes), me acosté en mi cama y me puse a editar lo que restaba de vídeo.
Termine una hora después, y lo subía YouTube (qué tardo una hora más), y al estar ya subido, publique el link de twitter, y se lo pase a Lucía para que hiciera lo mismo.
Camine hacía la linda habitación de Lucía y entre, para verla ordenando sus cosas, había terminado de grabar y siempre tenía sus cosas hechas un desastre al final de todo. Me tire a su cama y agarre la cámara que estaba a un costado. Espere a que terminara de ordenar y se acostó al lado mío y suspiro.
Agarre mi celular y ella hizo lo mismo, y empezamos a marcar como favoritos algunas preguntas en twitter que responderíamos después en el vídeo. Eran demasiadas, y teníamos que elegir las mejores, y las más raras también.
-¿Terminaste? –Le pregunte mientras bloqueaba el celular.
-Sí.
-Vamos a grabar.
-Grabemos acá. –Dijo Lucía con paja. –No tengo ganas de moverme mucho.
-Bien. –Accedí.
-Bien. –Repitió.
Se levantó para poner la cámara enfrente de la cama, se fijó que todo apuntará bien y se sentó, y al segundo yo también.
Encendió la cámara y ambas saludamos como siempre lo hacíamos, y como siempre pasaba algo que nos dejaba en ridículo a alguna de las dos, y esta vez fue de nuevo mi culpa, pero la única razón de que eso paso fue por culpa de Lucía, que estiro los brazos y me golpeo en la nariz.
-Ahora. –Dije yo agarrando mi celular. –Vamos a responder sus preguntas. –Sonreí. –Yo voy primera.
-No, dijiste que la primera iba a ser yo. –Bufó. Rodé los ojos y le di el permiso de ser la primera. –Bien. La primera pregunta es: ¿Qué parte del mundo te gustaría viajar más? –Me miro.
-Grecia. –Respondí.
-Yo Australia. –Sonrió.
-La siguiente dice –Puse mi vista en una pregunta al azar. -¿Qué piensan las dos del ElrubiusOMG?
-¿Quién? –Pregunto Lucía, y después rio. –Era broma, si lo conozco, mm, me gusta, vi varios de sus vídeos, es bueno. –Me miro.
-Uhm. –Sonreí. –Me gustan sus vídeos, es un buen chico por lo que veo, hasta lo sigo en twitter. Y adoro su acento español. –Dije tratando de imitarlo.
-Te salió como el culo. –Me dio apoyo mi mejor amiga.
-Gracias. –La mire mal. –Lee la siguiente.
-Bien, está dice: Lucía, ¿te gustaría ser mi nov… No me gustaría la verdad. –Sonrió.
Después de leer muchísimas preguntas más, decidimos cortar el vídeo, no queríamos que pasara de los ocho minutos, después de eso todo se volvía aburrido y pasado de ver. Así que lo cortamos y lo pasamos a mi computadora, lo íbamos a editar mañana. Ahora íbamos a salir con un par de amigos. Teníamos un descanso merecido, aunque siempre lo teníamos, nunca hacíamos nada, Lucía por ahí ayudaba a su madre en el trabajo, y yo iba con mi familia a ayudar a mi papá, pero nada grande ni pesado.
A las ocho nos arreglamos y salimos. Íbamos a ir a un bar a comer y a pasar el rato. No éramos de salir mucho, ni tampoco éramos fiesteras, pero cuando salíamos de fiesta tratábamos de que sea inolvidable.
Al llegar pedimos una pizza grande, pero yo pedí una milanesa con papas fritas, por que odiaba profundamente la pizza, los chicos pidieron cerveza, mientras que Lucía pidió una 7-Up y yo una Coca-Cola. Media hora después la pizza había llegado junto a nuestras bebidas y mi comida, y todos empezamos a comer. Cuando mi celular vibro. Deje todo en el plato y desbloquee mi celular. Lo leí y me atragante con la poca comida que tenía en la boca. Trague rápidamente y bebí un poco de Coca-Cola para después empezar a mover mis brazos para todos lados.
-¿Qué paso? –Pregunto Lucía aguantándose la risa. Le pase el celular y su boca se abrió demasiado, bueno no tanto, tenía la boca chiquita. -¿ESTO ES EN SERIO? –Grito.
Asentí felizmente, y le pase mi celular a los demás, que nos felicitaron por aquello.