-Mami, estoy perdida, y no tengo a nadie, estoy perdida. –Empecé a cantar mientras buscaba a los demás.
Todavía no entendía como nos habíamos perdido. Apenas entramos, Rubén se soltó de mi agarre y en un momento ya no estaba más cerca de nosotros. Y cuando gire, estaba sola. ¿Qué parte de “no hay que perdernos” no entendieron?
Seguí cantando y caminando, hasta que me choque con alguien, gracias a Dios no se repitió lo de ayer, gracias a que el chico no tenía ninguna bebida encima de él.
-Perdón. –Dije avergonzada.
No recibí respuesta, solo un abrazo, ¿qué clase de desconocido te abraza en el aire?, lo iba a golpear, cuando me di cuenta que era Rubén (más que nada porque después de aquel abrazo me cargo como si fuera una bolsa de papas y mi vista quedo solamente en sus boxers de patitos, no pregunten como lo sé.)
-Te tendrías que subir el pantalón, un poco. –Sugerí yo mientras sentía como mi sangre iba hacía mi cabeza.
-Na. –Respondió el y siguió caminando.
Y así hasta llegar a un lugar, desconocido para mis ojos, ya que claramente lo único que mis ojos podían ver, era el bóxer de Rubén. Me bajo lentamente y vi a los demás. ¿Todos acá y no fueron capaces de avisarme?
-¿Dónde estamos? –Pregunto confundida al notar que estábamos alejados.
-Vamos a ir a un Spinnin Sessions. –Dijo Mangel. –De Tiesto. –Especifico.
-Genial. –Dije sonriendo.
Apenas entramos nos sentamos en una mesa de seis. Y faltaban solo quince minutos para que aquella sesión comenzara, así que todos empezamos a hablar, bueno, todos, pero separados. Lucía hablaba con Alex de lo feo que era ser bajo. Rubén con Abraham, pero no escuchaba de que hablaban. Y Mangel me hacía demasiadas preguntas a mí.
-Y… ¿Qué te gustan, altos o bajos? –Pregunto.
-Altos. –Sonreí y mire de reojo a Rubén. –Los altos son más lindos.
-Como Rubén, eh. –Levanto las cejas. Me sonroje.
-No, no. –Me tape la cara con el pelo. –Siguiente pregunta
-Na, ya me aburrí de las preguntas. –Dijo él. Suspire. –Mejor anda y dale un piropo callejero a Rubén. –Sonrió. –Divertime un rato.
-Bien. –Me levante y me puse en frente de Rubén. –Rubén. –Lo llame. Me miro. –Se te cayo un papel.
-Ah, gracias. –Dijo mirando al piso. -¿Dónde?
Imbécil.
-En ningún lado, no importa. –Me volví a sentar y lo mire a Mangel que se reía de mi fracaso. –No te rías, tu amigo es un idiota.
-Sí, pero igual te gusta. –Lo mire raro. –Todos lo notaron. Menos Rubén, por idiota. –Me reí yo esta vez.
Las luces se apagaron y salió Tiesto. Antes de empezar con la sesión, saludo a todos los presentes, y nos deseó buenas noches. Y empezó.
A la mitad de la sesión, Mangel se cambió de lugar para ponerse al lado de Abraham. Y Rubén se sentó al lado mío, aunque después todos nos paramos. Y él me abrazo por la cintura apoyando su cabeza en mi hombro, creo que se estaba acostumbrando a que mi hombro fuera un apoya cabezas.
Al terminar la sesión, fuimos para disfrutar lo que quedaba del segundo día del Ultra. Estaban dando el final. Habíamos llegado para las últimas tres canciones, o dos, no lo sabía.
Hasta que una chica se me acerca tímidamente, le sonreí y ella hizo lo mismo.
-Hola. –Dijo saludándome con la mano. Imite el saludo. -¿Me puedo sacar una foto con vos?
-Seguro. –Dije y se puso al lado mío, y me apunto con la cámara. Hice una pose tonta y saco la foto.
-Gracias –Dijo. Iba a caminar hasta Lucía pero se paró. -¿Son novios? –Me señalo a mí y a Rubén.
-No. –Sonreí.
-Aún. –Susurro Rubén
-Oh, es que son muy lindos. –Ahora sí, se dirigió hacía Lucía, para imitar la acción.
-Así qué… Somos muy lindos. –Dijo Rubèn mirándome. –Aunque creo, que yo soy el lindo. –Poso como modelo. Haciéndome reír.
-Mejor vamos, quedan pocas canciones. –Lo agarre de la mano y lo arrastre más adelante, hasta llegar casi al escenario.
-AY WILO TE GUSTA MI CHAPAAAAAAAAA. –Grite mientras íbamos de nuevo hacía el hotel. El segundo día había terminado apenas cinco minutos.
-EEH, MENEA TU CHAPA, TU CHAPA, TU CHAPA, TU CHAPA EH. –Grito seguido de mi Lucía. Mientras que los cuatro chicos hacían un intento de twerk mientras caminaban.
Al llegar al hotel. Todos fuimos a la habitación de Lucía y yo. Nos tiramos tres en cada cama. Quedando Lucía con Mangel y Alex. Y yo con Rubén y Abraham. Yo pasaba el vídeo que había grabado hoy, mientras lo editaba con ayuda de Rubén. Mientras que Abraham solo veía televisión. Lucía jugaba a Dumb Ways To Die con Alex, que simplemente la hacía perder apropósito, cosa que hacía enojar a Lucía. Y Mangel cantaba canciones inentendibles.
Al terminar de editar el vídeo lo guarde, y lo subí a YouTube. Mientras se subía deje la computadora a un costado y me pare de la cama.
-YO QUIERO UNA FOTO CON ALEX –Dije tirándome en el poco espacio que había al lado de él, y saque mi celular. –Sonreí. –Dije yo.
Apunte la cámara y saque la foto. Los dos salimos sonriendo y abrazándonos, como si fueramos nenitos chiquitos. Me volví a acostar en mi lugar, en mi cama. Entre a twitter y subí la foto.
“Con el amor de mi vida, @aLexBY11 “
Apenas la subí, tenía una interacción. Apreté y vi un tweet de Rubén con respecto a la foto.
“@AgusGarrix Mmmm”