Desde lo de Venus, paso una semana. Alex estaba bien, era el mismo salame de siempre. Mañana vamos a viajar para el Ultra, cuando digo vamos me refiero a Rubén, Mangel, Lucía y yo. Habíamos invitado a Allison, pero tenían otra cosa planeada para esa semana. Ahora mismo estaban en una cita, los shippeo.
-¿Estás emocionada por el Ultra? –Le pregunte a Lucía que estaba viendo Shadowhunters. Me miro como el orto.
-No. –Respondió seria.
-Tenes que estarlo, voy a conocer a mis bebés. –Dije enojada. Sonrió.
-¡ESTOY MUY FELIZ, VIVA MARTIN GARRIX! –Levanto los brazos. –Listo, no me toques.
-Tampoco tanto. –Me senté al lado de ella. -¿Vas a extrañar a Ash?
-Sí, pero siempre lo llevo en mi corazón. –Se tocó el pecho.
-Ya es tarde Lucía, tenemos que ir a dormir, mañana como nos vamos a levantar a las seis de la mañana, explícame. –Me pare y la agarre del brazo. –Vamos, veni a dormir conmigo si queres, Rubén todavía no termino de armar la valija.
-Pero yo quería dormir con Ash. –Se quejó mientras la arrastraba a mi cuarto.
-Tráelo si queres, pero que duerma en el piso.
Entramos las dos a mi cuarto y nos tiramos en la cama. Lucía le dijo a Ash que lo iba a engañar conmigo, pero que lo amaba. Cuando nos estábamos por dormir, apareció Allison saltando, se tiro arriba de nosotras.
-¡Ay! ¿Qué paso? –Pregunte cuando Allison se bajó de arriba nuestro. Nos mostró su mano.
-Un anillo, que bonito. –Dijo Lucía y le pegue en el estómago. –Ay, me dolió. –Tardo un rato pero reacciono. –Yo quiero ser la madrina de boda.
La arrastramos a Allison a la cama a que nos contara todo. Ashton es tan tierno, ojala Rubén fuera así, pero seguro que si me quiere pedir matrimonio, primero, pierde el anillo, se cae al arrodillarse, rompe un vaso y se olvida de cómo hablar. Pero no importa, lo amo igual.
-Decile a Ashton que esta noche sos nuestra. –Dije. Allison salió de la habitación y volvió al rato.
Nos quedamos despiertas solo un ratito más. La primera en dormirse fue Lucía. Allison me seguía contando de aquel momento, ay qué bonito, ojala se casen rápido y tengan dos hijos.
-Él dijo que tal vez somos demasiados jóvenes para esto, pero que iba a esperar para hacer la boda. –Bostezo. –Mejor vamos a dormir, vos te tenes que levantar temprano y yo tengo que tener mi sueño de belleza. –Me reí.
Empuje un poco a Lucía, casi la tiro al piso, pobrecita. Y las dos nos acostamos. Hacía frío, pero mi frazada de ositos nos mantenía calentitas.
-Agustina deja de patearme. –Se quejó Lucía dormida.
-Yo no fui. –Me excuse. Aunque era yo.
-Bueno, Allison deja de patearme. –Volvió a quejarse con el mismo tono adormilado.
-Es Agustina. –Allison no me mandes al frente.
-Agustina sos una puta. –Y no la escuche hablar más.
-Cuanto amor. –Susurré.
Después de un rato me pude dormir. Aunque sentí que solo fueron quince minutos de sueño, la alarma del celular de Lucía empezó a sonar, pero era una canción de twenty one pilots, así que me levante de buen humor.
-STAY IN YOUR LANE BOY. –Grite despertando a Allison y Lucía.
-Cállate, tonta. –Dijo Lucía pegándome.