Las horas habían pasado, y Skrillex estaba dando por cerrado el Ultra. En la última canción, salió Justin Bieber cantando. Y Rubén cumplió su promesa, y fangirleo conmigo. Literal, los dos gritamos como unos pubertos. Mientras que los demás nos miraban como si no nos conocieran. Malditos.
Al terminar, fuegos artificiales empezaron a salir, llamando la atención de todos los presentes. Hasta que siento unas manos en la cintura que me arrastran hacía alguien. Rubén. Me agarro de la cara y me miró fijamente. Sonrió, y yo hice lo mismo.
Se acercó cada vez más, y cerró los ojos. Para después darme un beso cerca de los labios. Al separarse me abrazo y me volvió a dejar otro beso, pero en la cabeza.
-Mi corazón shipper. –Escuche como mi mejor amiga gritaba al ver toda la escena. Me gire a verla, y vi como tenía una mano en su pecho y la otra en su frente. –Agárrame. –Le dijo a Alex para después tirarse.
Todos salimos del último día del Ultra más emocionados que el primer día, fue increíble, Rubén y Mangel se encargaron de twittearlo. 50 tweets por minuto cada uno. Y todos tenían números y símbolos intercalados. Algo como “ELJ TRLTUJKTRAD558 UFE ENGEILA2”
Llegamos al hotel, media hora después, habíamos tardado un poco más que otras veces, pero a cada rato nos deteníamos, ya que Rubén saltaba de emoción, o si no era Mangel, o sino Alex, o tal vez, Abraham.
Esta vez, nosotras nos íbamos a quedar a dormir en la habitación de los chicos. Pero esta vez, estábamos preparados. Aunque esta habitación era muchísimo más grande, ya que tenía dos camas. Lucía y yo nos tiramos en una cama al azar, así no tendríamos que elegir con quien dormir. Aunque podíamos dormir juntas, pero las dos sabíamos que era una mala idea.
Así que, no íbamos a saber con quién íbamos a dormir, hasta la hora de dormir. Me quede en la cama con mi celular, viendo algunas cosas. Cabe destacar, que antes de venir las dos acá, nos pusimos el piyama. Bueno, si a esto se le puede decir piyama, solo era un buzo y un short, aunque con el buzo no se veía.
Pero Lucía, ella sí tenía un piyama, de conejitos rosas. Era una nena. Mientras yo estaba demasiado ocupada (mentira), Rubén me agarro a upa y me llevo hacía al baño, claramente dejando a todos pensando mal.
-Quiero una foto con vos, pero ahora consciente. –Dijo el agarrándome bien, para no tirarme al piso.
-Bien. –Sonreí yo, y puse la cámara, para sacar una foto rápida.
-Casi no se me ve la cara. –Dijo el viendo la foto. –Pero me gusta. Subila a algún lado, así después la guardo.
-Bien. –Dije mientras él me llevaba de nuevo a la cama, dejándome acostada.
Ignore las miradas de los demás, que sabía que trataban de decir, cosas como “picarones”, picarones, que horrible palabra. Subí la foto a Twitter, sin ninguna descripción. Y vi como Rubén le daba RT, ya que estaba al lado mío.
-Es una linda foto. –Volvió a decir.
Vi como Lucia le daba RT a la misma foto, maldita shippeadora de cosas que (todavía) no existen.
-Ugh, me aburro. –Dijo Lucía, mientras salía de la habitación de los chicos y volvía a los cinco minutos después. -¿Quién me quiere teñir el pelo?
-¡YO! –Saltamos Rubén y yo.
-Aunque no tenga la menor idea de cómo se hace. –Dijo Rubén siendo completamente sincero.
Al parecer a Lucía no le importó, ya que nos dio la bolsa con la tintura, bueno, las tinturas, al final eran dos. Le iba a preguntar a Lucía cual era el color que quería, pero Rubén me miro sonriendo y entendí todo. Le íbamos a teñir la mitad del pelo de un color y la mitad del otro.
Empezamos a teñirla como pudimos, porque ninguno de los dos sabíamos. Mientras que los demás editaban sus vídeos o simplemente veían películas, como en el caso de Abraham, que estaba viendo la película de las Spice Girls (recomendación de Lucía).
Minutos después habíamos terminado, y cuando fue el momento, Lucía fue a enjuagarse el pelo, y se puso una toalla en la cabeza, todavía sin ver el resultado.
Al momento de sacarse la toalla, el resultado de su reacción fue tan distinto. Al parecer no le molesto, ya que hicimos lo que quería. Lucía 1 – Rubén y yo 0. Qué lindo sonaba, Rubén y yo, awñ.
Apenas se seco el pelo de Lucía, le saque una foto para subirla a Instagram. Mostrando lo buena que soy tiñiendo el pelo.
-ES HORA DE DORMIR. –Grito Mangel.
Lucía y yo nos pusimos en la cama que habíamos elegido al principio. A Lucía le toco con Abraham, pobre de él, va a terminar en el piso. Mientras que a mí me tocó con Rubén, que cosas, ¿no?
-Bien, duérmanse, bestias. –Dijo Lucía apenas todos nos acostamos. –No les digo buenas noches, por qu… -Y no se escuchó más nada, que sueño pesado, Dios mío.
-Buenas noches. –Me dijo Rubén en el oído, me gire para verlo a la cara.
-Buenas noches. –Repetí yo sonriendo. Cerré los ojos, pero sentí unos labios chocar los míos.
Me había besado.
