Mañana nos tocaba volver a España. Y esperaba no tener que viajar de nuevo al menos por un mes. Pero el Tomorrowland es dentro de poco entonces estoy sufriendo.
-A la noche vamos a salir. –Dijo Rubén entrando a la habitación. –Como es el último día.
-¿Vamos? –Pregunte. -¿Quiénes?
-Nosotros dos, solos. –Sonrió. –Así que quiero que te pongas ese vestido negro que te dio Lucía.
-¿Cómo sabes que traje un vestido negro? –Lo mire levantado una ceja. -¿Y qué me lo dio Lucía?
-Bueno... -Miro para otro lado. –Tal vez yo lo compre para vos. –Sonreí.
-Qué lindo. –Lo abrace. –Ahora entiendo por qué es tan corto. –Me aleje para reírme.
-¡Soy hombre! –Se justificó. –Entendeme. –Hizo puchero.
Me senté en la cama y me puse a ver los mensajes que me había mandado Lucía sin parar entre ayer y hoy. Y de paso vi que su última conexión era literal, de hace segundos.
Terminamos de hablar, y vi como Rubén jugaba en su computadora portátil, me acerque a ver y empecé a tocar su teclado, haciéndolo peor.
-¡Era un juego importante! –Dijo como nenito.
-¿En serio? –Pregunte tratando de no reír. –Ni siquiera llegaste a 100 puntos.
-Pero estaba llegado. –Se excusó.
-Ahí dice "Total: 23 puntos". ¡Qué cerca! –Me empecé a reír.
Mientras me reía, el me agarro de la cintura, haciéndome caer arriba de él, golpeándome, pero apenas, el abdomen.
-¡Ay! –Me queje.
-¿Estás bien? –Me miro preocupado.
-Sí, me golpee, pero despacio. Tu panza de obeso amortiguo el golpe. –Me reí.
-Que graciosa. –Se burló irónicamente.
Las horas pasaron, y ya era hora de que los dos salgamos. Rubén me dejo bañarme primera en el baño de la habitación. Pero preferí que él fuera primero, yo iba a tardar mucho poniendo el vestido.
Rubén entro al baño, y en quince minutos salió ya bañado, aunque le chorreaban gotas del pelo. Entre al baño con la ropa, mientras él se secaba el pelo. Me tome mi tiempo para bañarme, que no era mucho en realidad. Tarde media hora solamente. Salía envuelta en una toalla suavecita de algodón. Me seque completamente, y me cambie. Tuve algunos problemas poniéndome el vestido, pero nada imposible. Me termine de cambiar, y ahora venía la parte imposible. El maquillaje.
Ahora desearía tener a Lucía conmigo. Hice mi mejor intento, solo labial y delineado. Realmente no sabía para que sirvieran las demás cosas. Salí del baño cuando el reloj dio las 8 en punto.
Rubén no estaba en la habitación, pero entro a los pocos segundos, para quedarme mirando fijamente.
-No me mires. –Me incomode.
-Da una vuelta.
-¡No voy a dar la vuelta, pervertido! –Me reí.
-Bueno, lo intente. Vamos, mi mamá se fue a la casa de mi abuelo. –Dijo Rubén mientras me daba la mano.
Agarre mi bolso, que solo tenía mi celular, y salimos. Según él, el centro de la ciudad no quedaba tan lejos, eran un par de pasos. Y Noruega tampoco era insegura como para ir en la calle por la noche. Entonces no había problema.
Llegamos al centro, y Rubén directamente me guio hasta un restaurante grande, que no estaba tan lleno, tal vez por la hora. Él se encargó de pedir la comida para ambos, ya qué no entendía mucho lo que decía el mesero, ni nadie.
Media hora después la comida había llegado. Realmente no conocía este plato, pero era rico. Si algo destacaba esta noche, era el desastre que hacía Rubén para comer.
-Tenes salsa en la cara. –Le dije limpiándole los restos de salsa.
-Perdón, mamá. –Se rió, y me reí yo también.
Terminamos de comer, y volvimos directamente a la casa. Arreglamos nuestras cosas, y nos tiramos a dormir como estábamos vestidos. El vestido era realmente cómodo para dormir. No mantuve los ojos abiertos más de cinco segundos, por qué ya había caído dormida completamente.
Por la mañana, me levante todavía más temprano que días anteriores, pero estaba bien, por qué dentro de unas horas nos tocaba volver a casa. Rubén prefirió tomar el vuelo a la tarde, para llegar de noche, y dormir cómodamente.
Desayunamos con su madre, y para el almuerzo se volvió a ir, así que fuimos a un Mc Donald's. Y para la tarde ya estábamos en el aeropuerto, esperando para abordar. Nos habíamos despedido de todos, (sólo su madre, y su abuelo por teléfono) antes de venir.
Nos subimos al avión, y lo único que hicimos hasta llegar, fue hablar, estar con el celular, la computadora editando, durmiendo un rato, y escuchar música. Hasta que aterrizamos. Nos estaba esperando Mangel, ya que Rubén le había dicho que los fuera a buscar con el auto de Cheeto.
Así que volvimos los cuatro en el auto. Nos dejaron en el departamento, y se fueron. Rubén se fue a su departamento, no sin antes darme un beso, y yo entre al mío. En donde estaba vacío. No me había dado cuenta de la hora hasta recién. Eran las 12.
Me fui a mi cuarto, deje mis valijas, y volví a dormir, estaba más que cansada. Y mañana, bueno hoy, Ash cumple 21. Y como siempre, hacemos la tradicional "Fiesta Patética de Cumpleaños entre amigos". Y a veces, novios...A veces.
![](https://img.wattpad.com/cover/35987585-288-k935059.jpg)