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-Buenos días. –Dije mientras me refregaba el ojo y me sentaba, todavía en piyama, al lado de Fran y Lucía.

-Buenos días. –Dijo Fran.

-Sí, yo también estoy bien. –Dijo Lucía de la nada mientras seguía concentrada con su celular, me reí un poco.

-No durmió nada. –Dijo Fran. –Me llamo como a las tres diciéndome que Ash roncaba mucho y que no la dejaba dormir. –Suspiro. –Y no me dejo dormir a mí. –Sonreí.

-¿Y dónde está Ash? –Pregunté.

-Durmiendo. –Me reí. -¿Y cómo estás? –Me pregunto. –Hace mucho que no tenemos nuestras charlas, esas tipos hermanos. –Sonrió a medias.

-Bien, y tenés razón, es qué con todo esto que está pasando creo que con suerte respiro. –Se rio un poco.

-Y con lo de Rubén. –Entrecerró los ojos. Sonreí y levante una ceja.

-¿Estás celoso de Rubén?

-No, nunca. –Me miro mal.

-Fran...

-Bueno sí, pero porqué sos mi mejor amiga, y más que celos creo que es por qué te quiero proteger. –Lo abrace. –Aunque es buen chico. –Me abrazo igual.

-Qué bebé. –Dije sonriendo mientras estábamos abrazados.

-Ya no soy un bebé, en dos meses voy a cumplir 17, y ahora nada más nos vamos a llevar un año. –Me saco la lengua mientras nos separábamos.

-Seguís siendo mi bebé. –Le apreté un cachete.

Dejamos nuestro momento de lado, y esto era lo que más extrañaba, después de Lucía con el que más vinculo tenía era con Fran, era mi mejor amigo, y al único que le contaba cosas que nadie sabía (excepto Lucía, ella sabe hasta a qué hora voy a mear), pero terminamos viendo una película, una de mis favoritas, y creo que no hacía falta mencionarla, hasta el vecino sabía cuál era, y eso que tenía 78 años.

-¿Por qué es tan cruel el amor? –Empezó a cantar Lucía de la nada en la mitad de la película. La miramos entre las dos raramente, aunque ella solo se estiro y se acostó arriba de mis piernas y se durmió. –Buenas noches mami. –Sonrió.

Pobre inocente, no tanto, criatura. La película había terminado, Lucía seguía durmiendo sobre mis piernas, Ash se había levantado y lo primero que hizo fue ir a la cocina por algo de tomar, y volvió sentándose en el poco espacio que había.

El timbre empezó a sonar, y tuvo que ir Fran a abrir, por un momento pensé que iba a hacer Félix o Alex, o tal vez los dos, ya que Fran estaba acá al igual que Ash, pero no, eran Rubén y Mangel.

-Hola bebé. –Le dije al ver que se puso en frente mío, el solo sonrió, y entendía por qué. -¿Pudieron salir del hotel?

-Sí, y sobrevivimos a casi una muerte segura. –El río. Ash hizo a un lado a Lucía acostándola sentada sobre él, entonces Rubén y Mangel se pudieron sentar. –Ahora sí. –Sonrió y me dio un beso corto.

Una hora había pasado desde que Rubén y Mangel habían llegado. Mangel se había puesto a hablar con Ash, y Lucía seguía durmiendo sobre el como una bebé, mientras que Fran llamo a Félix y Alex, eran los únicos dos imbéciles, era con amor eso, que faltaban. Y habían llegado los dos juntos a la media hora. El Club Media Fest empezaba en cinco horas. Y dentro de tres tendríamos que ir.

-Buenos días. –Dijo Lucía despertándose.

-Buenas tardes diría yo. –Dijo Mangel. Ella nos miró a todos confundida.

-Ay, son como las dos de la tarde. –Dijo mirando su reloj. –Me voy a cambiar.

-Te acompaño. –Dijo Ash mientras Lucía se paraba.

-No. –Lo miro mal.

-No la mires a mi mujer. –Dije yo pegándole a Ash.

Lucía se cambió, y me di cuenta que yo seguía en piyama, así que esta vez fue mi turno. Me termine de cambiar y salimos todos hacía el evento, había algo que cambio, ayer era distinto, pero ahora era mejor, Rubén estaba más apegado a mí y más cariñoso, como que ya no le importaba si alguien nos veía.

-Ugh. –Dije cuando llegamos.

-¿Qué pasa? –Rubén me pregunto mientras me abrazaba.

-Hoy es el último día, y vos mañana te vas. –Lo mire haciendo puchero.

-Pero voy a volver, o bueno, tal vez por alguna razón vayas vos. –Sonrió tratando de animarme. Aunque yo sabía que iba a pasar después de que él se fuera.

-¡RUBÉN! –Vi como alguien se acercaba, y abrazaba a Rubén, que lastimosamente me tuvo que dejar de abrazar a mí. -¡Pensé que no te iba a ver por acá! –Sonrió.

No soy celosa, pero no recordaba haberla visto a ella por acá, ni en sus videos, ni en las otras dos fechas del Fest. Mucho menos era amiga de Rubén, uhm.

-Me quede pensando en vos, después de lo de anoche. –Fruncí el ceño. ¿Anoche qué?

No me iba a quedar ahí siendo humillada, me di la vuelta y me fui hacía donde estaba Lucía siendo maquillada por Mangel, si, por Mangel. Bufé y me senté al lado de ella, mientras lo miraba a los dos a lo lejos.

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