Podía decir que Ash estaba borracho, no sé cómo, pero lo estaba, y empezó una pelea con Rubén, y él se ofende muy rápido y a veces no soluciona las cosas como se deberían, así que lo callo de un golpe, haciéndolo caer, también haciendo que Lucía se levantara exaltada casi muriéndose.
-¿Qué te pasa? –Lucía salto a la defensiva. Yo me quede en un costado mirando. –No ves que esta borracho, y ¿si esta borracho le busca problemas hasta a la planta?
-Perdón, no lo pensé. –Rubén se tocó la nuca.
-A mí no me pidas perdón, si a mi no me pegaste. –Dijo Lucía agarrando a Ash que ya estaba comiendo arena. –No comas eso pelotudo. –Le pego en la espalda y lo levanto. –La próxima que me pidas alcohol te voy a dar sidra para niños el valle sabor manzana.
-Ok mami. –Me empecé a reír, y no era el momento.
Todos los que estaban me miraron mal, menos Rubén, el si me quiere hasta en mis momentos de boluda.
-Perdón, es que, es que, bueno me voy. –Dije al quedarme sin excusas, saliendo corriendo y tirándome al agua.
Aunque cinco minutos después salí, no sé nadar, y en el reto me tuvo que ayudar Rubén, soy un fracaso, camine hasta donde estaban todos y me pare abrazándome, ya que estaba oscureciendo.
-Te acompaño. –Me dijo Rubén. Los demás seguían en sus cosas, ya habían dejado de prestar atención a la situación apenas me metí al agua.
-Bueno. –Dije empezando a caminar dirección a las cabañas. –Me pare. -¿Dónde estarán? –Pregunte.
-En la tuya, seguro. –Dijo él. –Vamos a la cabaña en donde estoy. –Asentí
Caminamos y entramos, estaba vacía, él se sentó en su cama, y yo a su lado.
-¿Hice muy mal? –Pregunto arrepentido. –Nunca reacciono así, es que, no sé, me sentí sacado, y reaccione con ese golpe.
-Ash no se va a acordar, pero Lucía, no te va a dirigir la palabra por un mes o un poco más, te lo digo porque me paso, la hice enojar, y hasta me echo del departamento. –Me reí, y el también.
-Mañana me voy a disculpar con los dos. –Se recostó. Me agarro de la cintura y me acostó a su lado, poniendo mi cabeza sobre su pecho. -¿Sabes qué?
-En unas semanas es navidad. –Abrí los ojos grandes. Y lo mire como pude.
-Ah cierto, también, pero me duele la panza, haceme un té. –Hizo ojitos.
-No sé prender la hornalla, de eso se encarga mi mujer. –Le saque la lengua.
-Ah bueno, entonces voy a morir. –Fingió su muerte.
-Rip. Ahora puedo ponerme de novia con Martin Garrix, besos. –Le di un beso a mi mano y se la pase por toda la cara.
-NOOOOO. –Grito, aunque bajo la voz después.
El campamento había terminado, Rubén se disculpó con Ash, y este le dijo que no importaba, que ni siquiera se acordaba. Pero Lucía era terca, ya creo que le planeo la muerte. Estábamos volviendo, y nuestro grupo resulto ganador de todas las competencias. Todo gracias a mí, obvi. En el colectivo, íbamos uno en cada asiento, hasta que Lucía se sentó a mi lado.
-Hay que comprar un arbolito, y cosas bonitas navideñas de colores, yaas. –Se emocionaba cada vez más.
-Sí, sí, lo que quieras, pero quiero doble regalo, mejor triple. –Me sonrió y me pego. –Ay.
