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Después de haber pasado toda la tarde con Rubén, Mellow y Chupy, decidimos irnos todos, cada uno a su casa. España de noche era muchísimo más linda, había más gente caminando, sobre todo parejas, jóvenes y adultas.

Cuando llegamos al departamento, estaban Ash, Lucía y Alex ordenando todo. Al parecer los muebles habían llegado antes. Rubén y yo ayudamos en lo que faltaba y nos tiramos al sofá todos juntos, excepto Alex que le erro y se cayó al piso.

-¿Y Fran y Félix? –Pregunte viendo que faltan los dos.

-Están durmiendo todavía. –Respondió Lucía. –Están cansados, ni siquiera se levantaron a comer.

Que ellos no se levantaran a comer es porque en realidad sí que estaban cansados. El departamento estaba quedando lindo, las paredes tenían lindo color, lo que nos ahorraba tener que pintar todo.

-Hay que comprar algunas cosas igual. –Dijo Lucía de la nada mirándome. –Tal vez mañana, o pasado. –Yo asentí.

-Extraño a Oliver. –Dijo Ash nostálgico.

El gato se había quedado con la familia de Lucía, hasta que llegará, más que nada para que no se sintiera incomodo rodeado de miles de cosas. Y sobre todo para que no tratara de tirar todo mientras organizáramos el departamento.

-Era como un hijo. –Agrego tocándose el pecho.

-Lo decís como si estuviera muerto. –Lucía le pego.

Pasaron quince minutos de puro silencio. Fran se despertó y se sentó a nuestro lado sin decir nada, y se volvió a dormir arriba de Alex, todavía tenía sueño.

-Vení Rubén. –Le dije agarrándolo de la mano. –Ya volvemos. –Y lo guie hasta donde sería mi habitación.

-¡USEN CONDON! –Grito Alex desde lejos. Haciéndome poner roja, no pensaba en esas cosas, era una niña del bien.

Los dos nos sentamos en la cama, y apoye mi cabeza en su hombro. Estaba cansada, tampoco me acostumbraba al cambio de horario, me estaba quedando dormida.

-Agustina. –Me llamo y me aleje un poco para mirarlo.

-¿Qué pasa? –Le pregunte adormilada.

-¿Me puedo quedar a dormir acá? –Pregunto tímido. Asentí y me acosté.

-Vení. –Lo hice acostarse a mi lado, y me abrazo por la cintura.

-Buenas noches. –Dijo el dándome un beso corto en los labios, sonreí, pero me quede dormida como para contestar.

Me desperté por la mañana, bueno, según yo era de mañana, pero según mi celular ya habían pasado las doce del mediodía. Rubén seguía durmiendo al lado mío, abrazados, tenía que remarcar la parte de abrazados, porque era mi parte favorita.

Me quede acostada, aunque tenía hambre, pero quería seguir así. Aunque ahora estaba con el celular, en Twitter, contando porque no había estado subiendo vídeos, con eso del Club Media Fest, y ahora la mudanza, no podía encontrar un momento para grabar. Pero ellos lo entendían. Y cada tanto encontraba en mis menciones preguntas como: ¿Sos la novia de Rubius? ¿Es verdad que estás saliendo con Rubius?, y muchísimas más similares a esas.

Pero nunca faltaban los mensajes de odio por eso. Realmente no me importaban esos mensajes. No iba a dejar que personas que no conozco arruinen mi vida, y una relación tan linda. Creo que puedo lidiar con ese "odio" que me tienen hacía mí, pero después de todo, solo eran unas pocas.

-Hola. –Me gire rápidamente. Rubén había despertado. -¿Qué hora es? –Pregunto adormilado.

-Van a ser las una. Buenos días, o buenas tardes, como sea. –El sonrió mientras reía un poco. Le di un beso en los labios, y se sentó en la cama. Hice lo mismo.

-Me tengo que ir. –Hizo puchero. Sonreí por su cara, me daban ganas de besarlo todo el día. –Tengo que grabar un vídeo, y editar el vídeo del parque. –Asentí. –Tal vez a la noche pase por acá, y tal vez, solo tal vez –Señalo al aire con el dedo. –Te lleve a cenar.

-Está bien. –Me pare de la cama al mismo tiempo que él. -¿Al McDonald's? –Pregunte riéndome.

-Si eso es lo que queres, entonces sí.

-Eso quiero. –Trate de ponerme de puntitas de pie para llegar a estar frente a frente.

-Entonces bien. –Se rio ante mi intento y me alzo para darme un beso. –Nos vemos en la noche. –Me bajo y me dio un último beso.

-Nos vemos en la noche. –Sonreí mientras lo acompañaba a la puerta.

En la sala estaban Alex y Ash viendo la televisión, mientras que Félix estaba en su computadora, haciendo que sabe quién, Fran estaba hablando con Lucía, sobre qué cosas iban a comprar.  Y yo, bueno, estaba en piyamas.

-Agus. –Me llamo Lucía y la mire. -¿Vamos a comprar algunos muebles? –Me pregunto y asentí. Corrí a cambiarme.

Salí a los cinco minutos, y con Fran de acompañante fuimos a la tienda de muebles más cercana, no teníamos ganas de caminar, y no nos queríamos alejar mucho tampoco, no conocíamos nada, bueno yo un poco, de la ciudad.

Volvimos a la casa con algunas cosas chiquitas para el departamento, las demás cosas nos iban a llegar mañana por la mañana. Recibí un WhatsApp de Rubén diciéndome que pasaba por mi puerta a las 8, me daba risa lo de pasar por mi puerta. Eran solamente las 7 de la tarde. Así que camine a mi cuarto a cambiarme. 

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