Pasamos todo el día en el parque, pero no era eterno, y ya de un momento a otro volvíamos al departamento. Rubén me invito a hacer un vídeo con él en su canal. Dijo que íbamos a hacer un especial de cocina, también dijo que haga mi especialidad.
-¿Mañana te parece? –Rubén trataba de que hiciéramos el vídeo lo antes posible. –Bueno. –Dijo cuándo asentí.
-¿Queres ver The Flash conmigo? –Le pregunte.
-Bueno, pero no entiendo nada. –Dijo.
-Sí, eso decía Lucía. –Me gire y grite. -¡LUCÍA VAMOS A VER THE FLASH!
-¿Qué le hiciste a la pobre nena? –Pregunto Alex viendo como Lucía venía corriendo.
-La llevo al camino del señor. –Dije poniendo una pose angelical.
Nos sentamos los tres en el sofá, y puse The Flash.
-No entiendo. –Dijo Rubén.
-Pero está cargando. –Dijo Lucía.
-Pero no entiendo. –Insistió.
-Pelotudo. –La escuche susurrar.
El capítulo empezó, y los dos se callaron. Se nos habían unido los dos Jack, y Alex.
-¿Quién es ese chico lindo? –Pregunto Grant viendo a su personaje en televisión.
-Un bobo. –Dije en broma. –Vení, sentate con nosotros. –Me gire para verlo a Rubén. –Se durmió.
Grant se tiro arriba de todos.
-Déjenme así, soy el rey. –Lo tiramos al piso. –Me dolió. Agustina, tu novio se durmió.
-Decime algo que no sepa. –Me acosté arriba de Rubén. –Está cansado, pobrecito.
-¿De qué? –Pregunto Alex. –Yo también estoy cansado, esto de ser lindo me agota. –Todos lo miramos. -¿Qué?
-Mejor me voy a dormir. –Dijo Lucía bostezando. –Adiós. –Salió corriendo.
-Sí, nosotros también. –Dijo Jack J. –Antes de que nos ocupen las camas. –Los dos salieron corriendo.
-¡Las camas! –Grito Alex. -¡NO TOQUEN LA MIA! –Volvió a gritar. –Buenas noches.
-Me va a tocar llevar a Rubén a la cama, ¿me ayudas? –Le pregunte a Grant que estaba en el piso.
-Me encantaría, pero, -Se hizo el que escucho algo. -¿Ash dices algo? –Rodé los ojos. -¡Ya voy! –Salió corriendo.
-¡Gracias Grant! –Le grite mientras corría.
-Agustina, deja de gritar. –Apareció Allison con aspecto de haberse despertado recién.
-Pero, me dejaron sola. –Dije poniendo voz de nena caprichosa.
-Está Rubén. –Lo señalo y se acercó. –Ah, está dormido. Que lastima.
-Quédate conmigo. –La agarre de la mano.
-Pero estoy durmiendo, bueno estaba. –Se refregó el ojo. –Y estoy cansada.
-Yo también, ¿lo dejo ahí o lo despierto? –Le pregunte.
-Déjalo ahí. –Le solté la mano y se dirigió a la habitación en donde dormía.
-Gracias. –Se metió a la habitación. –Buenas noches Rubén. –Le di un beso en la mejilla.
Fui hasta mi cuarto y agarre una frazada, volví para taparlo y acostarlo mejor. Y después me fui a acostar. Aunque no pude dormir. Me puse mi onesie de unicornio, y salí de mi cuarto, de nuevo, para ir al de Lucía. Al entrar me encontré a Ash durmiendo, y a Lucía en la computadora.
