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—Bueno me da gusto ver que ustedes siguen juntos a pesar de estar así.

—Así como?—serio.

—Bueno todas las parejas tienen problemas o no?.

—Nosotros no—bebió su jugo.

—No me digas...qué bien.

—Ya es tarde—bebió un trago.

—Irás a descansar?.

—Si no es mi costumbre dormir tan tarde—se levantó—realmente no me interesa seguir aquí con este.

—Y tú no lavas lo que has ensuciado o que?—refiriéndose a su plato y vaso.

—Quieres pelear conmigo solo por uno plato?—coloco sus manos en la mesa molesto.

—No te preocupes yo los lavo.

—Y por qué tú?—serio.

—Si tanto problema tiene con eso mejor larguese de aquí.

—Eso quisieras—reto.

—Félix descansa—se levantó.

—Te espero en el cuarto—medio sonrió a él.

—Si.

El peligris quitó las manos de la mesa aún molesto con el mayor por qué sin duda tenerlo ahí sería un problema,  prácticamente le disgustaba pensar en que por culpa suya podría arruinar todo.

El contrario volvió a sentarse en su lugar para continuar con su cena y terminar pero sabía que su padre le reclamaría por qué a él no le gustaba que los demás lo tratarán menos.

—Deberías conseguirte a alguien más HyunJin, digo se que es tu esposo pero no me gusta para yerno deverdad—lo miro serio.—lo quiero de marido.

—Se que tiene su carácter pero no es para tanto aparte yo lo quiero y no por usted lo voy a dejar y discúlpeme que se lo diga.

—A ti nadie debería hacerte menos así como a mí entiendes eso, tú eres alguien muy importante y aún así tiras todo eso por alguien así, por ese motivo no tienes nada.

—Ser honesto es bueno y no un...

—Un que?.

—Nada.

—Nisiquiera puedes enfrentarme eres patético—se levantó.

El menor se quedó en su lugar mientras observaba como el mayor salía de ahí para subir a su habitación.

Este soltó un suspiro al verlo desaparecer para colocar sus manos sobre su cabeza por qué también sabía que los días con él no serían nada fácil que digamos.

El mayor por su parte subió a la parte de arriba pero se percató de que su hijo no subiera para pasar al cuarto en donde sabía estaba Félix, verlo molesto era su deleite y claro entró a la habitación para hablar con él de no buena manera.

El peligris estaba poniéndose la pijama color azul que tenía y quitarse los aretes junto con el collar que traía pero sintió que alguien estaba detrás suyo no voltio pero pudo suponer de quién se trataba solo por el simple perfume que emanaba y que cubría parte de la habitación por lo fuerte que este estaba.

—Que quieres?—serio.

—Sin duda eres un angel—lo miro de pies a cabeza.

—Como le dije antes, no juegue con mi paciencia por qué de lo contrario lo único que encontrara será el infierno—frío.

—Crees que te tengo miedo?.

—No, pero debería.

—Por qué te haces el que no quiere cuando sabes perfectamente que yo te daría todo—se acercó a él.

El Secreto De Lee Félix [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora