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—Erick—susurro.

—Que?—abrio los ojos despertando.

—Ves a la cama—añadio.

—Me quedaré aqui—sonrio desganado.

—Vamos, no le pasará nada además aquí estás todo incómodo.

—Que hora es?.

—Son a las 5:00 de la madrugada.

—Me quedé aquí.

—Si—el contrario se levanto—Mas al rato te levanto y llevo el desayuno.

—Esta bien—bostezo cansado.

—Bien—Lo siguió a su lado.

Lo guió hasta donde Yeosang dijo que pudiera dormir más a gusto.

Al ver que no salió de la habitación supuso que se quedó dormido y así era.

Aún debía dormir así que prefirió darle su habitación, Félix ya había descansado no como parece pero si.

Por su parte Minho se quedó en la habitación más grande y espaciosa que Yeosang le dio sin embargo antes de que dijiera que si escucho demasiadas quejas de su parte.

Erick camino aún adormilado a la habitación de a lado en donde una vez adentro se acostó en la cama durmiendo al instante.

El peliazul le ayudo a quitarse los zapatos cobijando lo con la suave manta hasta su pecho, cuando terminó lo miro dulcemente acariciándole la frente para luego salir de allí cerrando la puerta despacio sin provocar algún ruido.

Yeosang apareció vistiendo una playera blanca con ciertos dibujos al igual que un pantalón de tela suave del mismo color, junto con unos tennis blancos y una(No se como se diga esas como vatas delgadas que se ponen)color cremita.

—Buenos días Félix.

—Hola—siguio su paso a la cocina

—Dormiste bien?—ladeo poco la cabeza.

—Si, gracias.

—Y tú hermano?—entraron.

—Lo acabo de dejar en la habitación que me diste.

—Bien—se sirvió una taza de té.

—Denuevo gracias por ayudarnos—Tomo una taza igual.

—Los amigos de San son mis amigos.

—Por cierto—bebio un poco—no mencionaste el nombre de tu ex esposa—curioso.

—Y ese interés?—alzo una ceja sentándose.

—Quizas la conocimos sin darnos cuenta.

—Lo dudo—dejo su taza en la mesa.

—Por?—tomo asiento.

—Ella no salía mucho y bueno, nisiquiera yo sé que hace ahora.

—Entiendo.

—Pero si quieres saber—se cruzó de piernas—se llamaba...

πππ

Sentí un aire fresco entrar en la habitación lo cual me hizo despertar viendo que el día estaría nublado.

Me levanté de la cama sin hacer mucho ruido para no despertar a Eunji quién yacía dormida tranquilamente, caminé al baño en donde limpié mis ojos con agua mirándome en el espejo.

Necesitaba darme un baño por lo que abrí el grifo de la regadera para meterme, al instante sentí las gotas recorrer mi cuerpo limpiando completamente mi cuerpo.

El Secreto De Lee Félix [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora