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La castaña se despertó a eso de las ocho de la mañana con buen ánimo, observó completamente la habitación con ese peculiar color a rosa pastel lleno de pinturas colgadas en las paredes sobre atardeceres hermosos y mares infinitos.

Soltó un suspiro para luego descobijarse sentándose sobre la cama acariciando su barriga que ya se notaba tenía cinco meses.

La mayoría del tiempo se la pasaba así puesto a que como sabía su embarazo era de algo riesgo tenía que cuidarse de lo contrario podría perder a la bebé que ya estaba en camino.

Ansiaba poder tenerla entre sus brazos arrullandola para hacerla de dormir viendo como cerraba sus ojitos que esperaba fueran como los de su papá real.

Sabía perfectamente que no hizo las cosas como debían ser y que ella fue la primera en traicionar el matrimonio que llevaba con Han sin embargo se decía así misma que su pequeña Sulli no tenía la culpa de nada.

Aún así en su mente daba vueltas la idea de querer decirle a su papá que el que creía responsable de esto no era Han si no Bangchan, pero temia su reacción o la forma en la que podría gritarle diciendo que tenía una hija de lo peor.

Taehyung siempre se había encargado de darle las mejores enseñanzas en su vida para que en un futuro como éste no cometiera errores que podrían hacerle mucho daño.

Sin embargo con el paso del tiempo Solar se había cansado de escuchar lo mismo y e ahí sus consecuencias.

En fin, comenzó a decirle cosas tiernas a su bebe para luego tomar su celular que se encontraba en su buró llamando al “dichoso padre”.

Llamada

—Dime?

—Por lo menos dime buenos días no.

—Lo siento—salio de su casa—buenos días.

—Estas ocupado?.

—No, apenas me dirijo al trabajo—Abrio la puerta de su auto.

—Oye en la tarde podrías venir a ver a tu bebé.

—Mira voy a tener mucho trabajo hoy así que no creo poder ir—entro.

—Por que siempre tienes una excusa para todo?.

—No son excusas es la verdad—coloco el altavoz dejando el celular en la parte de enfrente del auto.

—Lo mismo decías cuando andabas con el tal “Minho”

—Solar es muy temprano para que te molestes, recuerda que le haces daño al bebé—encendio el motor.

—Te has preguntado en que le diré cuando esté más grande y quiera verte?.

—comenzo a manejar—Bueno sabrá que trabajo.

—Y le dolerá por qué pensará que tu trabajo es más importante para ti—se levanto.

—Eso lo veremos después—observando cuidadosamente al frente—aun es muy pronto para pensar en eso.

—Los meses pasan y en ninguna vez has hablado con ella.

—Te prometo que iré pero no hoy.

—Entonces cuando?

El Secreto De Lee Félix [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora