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—Buenos dias—se acercó a él sonriendo.

—Hola—Dijo tomando un poco de aire.

—Como te sientes?.

—Ironicamente me siento como si hubiera recibido dos balas en mi cuerpo—rio poco ante su dolor.

—Necesitas algo?—se sentó a un lado de la cama.

—Estoy bien, no te preocupes.

—Estare aquí por cualquier cosa.

—Esta bien pero puedes ir afuera además Sang me dijo que llamara por esa campanita si necesitaba algo—señalo con la cabeza.

—Sonare egoista—tomo su mano serio—Pero me molesta Yeosang.

—No seas celoso Erick—acaricio su mano.

—No puedo evitarlo—agacho un poco la vista.

—Me gusta que te pongas así por mi.

—Como lo conociste?.

—Es una larga historia—miro hacía arriba.

—Puedes contarme—ladeo la cabeza—Estaras aquí mucho tiempo así que?.

—Tienes razón—Lo miro—Veras yo lo conocí en la Secundaria, era el tipo niño rico de toda la escuela.

—Me imagino que era muy pesado.

—Algo, pero cuando me acerque a él por un accidente conectamos inmediato bueno tan rápido tampoco verdad.

—Fueron novios?.

—No—nego—desde que entablamos una comunicación se llevaba muy pesado conmigo, con decirte que una vez me encerró en el baño por horas.

—Que cruel—movio su cabeza.

—Luego de sus bromas pesadas decidí preguntarle por qué era así conmigo y me respondió que le agradaba, era raro por qué siempre estaba solo por su actitud así que cuando le dije que fuéramos amigos acepto.

—Bueno su carácter da mucho de que hablar.

—Me invito a su casa en donde conocí a sus padres y todo eso, aprendí mucho de la vida a su lado enfrentándonos a todo juntos—pasaba su vista por la habitación—y bueno cuando me metí en esto el decidió hacer lo mismo por qué decía que yo no lo hiba a ser menos por ser más importante.

—Que orgulloso.

—Asi que iniciamos al mismo tiempo en la mafia aunque con el tiempo cada uno se separó y solo nos veíamos raras veces por el trabajo pero yo trataba de que nos viéramos muy seguido aún por cualquier cosa pequeña.

—A todo esto, tus padres?.

—Ellos, bueno mi padre me heredó lo que tenía ya sabes la casa, dinero, y sus empresas que yo ocupe para mis beneficios y mi madre me heredó sus rosas.

—Rosas?—confundido.

—Asi le decía a la droga.

—Por?.

—Cuando supo lo que hacía me regaño pero al final me ayudó colocándole rosas a la portada de la mercancía.

—Vaya.

—Aun así todo el tiempo me recordaba que dejara ese camino y siguiera los pasos de mi padre en ser abogado pero no pudo convencerme.

—Tal vez solo anhelaba que no te perdieras.

—Hasta el momento todo está bien, bueno dentro de lo que cabe—sonrio—Solo me perdería si tú me dejaras—acerco su mano a su mejilla.

πππ

El Secreto De Lee Félix [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora