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—Dime?—hablo por necesidad.

—Necesito que me ayudes—nervioso.

—Disculpa?—se levantó para sentarse de nuevo.

—Ya se que me odias pero por favor ayúdame?.

—Por qué no le pides ayuda a tus amigos tontos ah.

—Por qué no puedo.

—Y según tu por qué no?.

—El asunto es el siguiente—suspiro—hace un año mi padre me presionó para que me casará con alguien lo cual no hice y le mentí que si paso mostrándole la acta de matrimonio sin embargo le mentí que por cuestiones de trabajo mi supuesto marido no se quedó conmigo y lo acepto pero ahora lo quiere conocer ya que desde hace tiempo que sospecha que solo lo engañe y me dijo que mañana vendría.

—Y yo que tengo que ver, no se supone que para eso tienes a tus achichincles?.

—Lo malo esque ya los conoce y se dará cuenta de que si lo engañe.

—Que tú le hayas mentido no es mi problema—se levantó totalmente.

—Félix que te cuesta ayudarme!—preocupado.

—Digamos que te ayudo...que haría yo?.

—Pues dirías que te casaste conmigo y que trabajas en una empresa de modelaje.

—Encerio te creyó que tú “supuesto marido” trabajaba en eso?—jugando con los dedos.

—Si.

—no lo sé mira yo no tengo la pinta de un supuesto marido—caminando hacia adelante.

—No lo notara—lo siguió—por favor?.

—Si me pagas tenemos un trato si no pues no.

—Si es dinero te lo doy no importa tu precio, pero ayúdame.

—Estás de suerte por qué no quiero dinero—se recargo en su auto.

—Entonces que quieres?—se detuvo dos pasos frente a él.

—Quiero que me des un beso—lo miro coqueto.

—Solo eso?.

—Si—lo miro acercarse—pero uno que deverdad me des con ganas no solo por qué...

El mayor lo tomó de la cintura sin previo aviso apegandolo mucho a su cuerpo dándole lo que tanto quería sin importarle que no lo dejara terminar la oración pero el rubio nisiquiera se molesto disfrutando el beso que sostenía con el contrario.

HyunJin fue un poco más agresivo con el hasta llegar al punto de morderlo haciendo que Félix aparte de que sacar un gemido gritara por el dolor provocado.

—Te dolió?.

—No—sangrando un poco.

—Entonces si me ayudarás?.

—Bueno te daré lo mismo que tú me diste ahorita—serio.

—Perdóname no era mi intención morderte así—un poco preocupado por sus palabras y la mirada fría que sostenía.

—Sabes...me acabo de dar cuenta de algo—sonrió aún serio.

—De que?.

—De que gusta jugar al malo—pasando de lado.

—Te espero mañana en mi casa a las tres quince—hablo corrido.

—Claro—abrió su puerta.

— Gracias.

El Secreto De Lee Félix [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora