Una semana después de ese incidente Luo Binghe se encontraba cuestionando seriamente la realidad ya que —si bien Shen Qingqiu continuaba tratándolo con dureza— no había vuelto a ser cruel con él.
El erudito interactuaba lo menos posible con su persona y solo se le había acercado en dos ocasiones: para asegurarle a Mu Qingfang que se estaba recuperando y cuando olía su comida.
Su tío marcial le anunció en su última visita que se había recuperado lo suficiente como para retomar los entrenamientos y poder volver a los dormitorios comunales puesto que ya no necesitaba ser supervisado.
El demonio se quedó en silencio al escucharlo.
— ¿Qué sucede? ¿No estás feliz de poder volver a los dormitorios y estar con el resto de los discípulos? — lo cuestionó con suavidad mientras guardaba las plantas que había usado para curarlo.
— Este prosélito no sabría responder dado que nunca ha pasado una noche en los dormitorios.
El más joven tensó su mandíbula tras decirle eso mientras la rabia hervía dentro de él y recordaba su primera vida y el cómo había pasado la primera noche tras ser aceptado en Qing Jing: Encerrado en la leñera y arañando desesperadamente la puerta mientras rogaba que la abrieran.
La ansiedad, el miedo y la desesperación que sintió esa noche lo habían acosado incluso cuando estuvo en el Abismo sin Fin.
Mu Qingfang carraspeó ligeramente al escucharlo.
— Ya veo.
El tono de su voz hizo saber a Luo Binghe que el médico no esperaba una revelación como esa pero que tampoco estaba sorprendido por sus palabras.
Mu Qingfang se puso de pie y dejó al joven sentado en una silla cerca de la mesa. Una vez que salió por la puerta el antiguo Rey demonio se puso en pie y se dirigió a preparar la comida.
Ese sería el último día que pasaría en la casa de bambú puesto que ahora tendría que volver a la leñera.
Si era afortunado Shen Qingqiu lo pondría a trabajar en las cocinas comunales y quizá —solo quizá— si el hombre no extrañaba su presencia por lo menos extrañaría su comida.
Después que el Sistema le concediera puntos por el elogio que había recibido por parte de su Shizun hacía unas semanas la extraña voz continuó haciéndolo al inicio de cada comida que compartían juntos.
El adolescente sabía que al inmortal le gustaba su comida (aunque eso no era algo que pudieras saber con solo verlo).
Pero —además de eso— la actitud de su Maestro hacia él no había cambiado en absoluto.
Si Luo Binghe no estaba en la cocina o limpiando la casa el mayor le ordenaba permanecer en completo silencio dentro de la habitación contigua y —por si eso no fuera suficiente— le había prohibido entrar al dormitorio principal (incluso cuando impartía lecciones al resto de sus discípulos y no se encontraba en el interior de la pieza).
El joven discípulo acababa de terminar de preparar la cena cuando Shen Qingqiu regresó por lo que —colocando los tazones humeantes con comida caliente frente a él— hizo una reverencia a manera de saludo.
Sin embargo tras ello permaneció en silencio y regresó a la cocina.
— Bestia — espetó — Mu Shidi dijo que te encuentras lo bastante recuperado como para volver sin problema a los dormitorios comunales.
ESTÁS LEYENDO
EL SISTEMA DEL ORGULLOSO DEMONIO INMORTAL
FanfictionDespués de pelear contra Bing mei, Bingge decidió regresar a su propio mundo. Sin embargo, un extraño accidente provocado por Xin Mo ocasionó que el Rey demonio volviese a tener 14 años (lo cual significaba que no poseía energía demoníaca, apenas po...