CAPÍTULO VI: BINGHE NIEVES

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NOTAS INICIALES DE LA TRADUCTORA PARA ESTE CAPÍTULO: El título original de este apartado es "Bing White". 

Intenté ser lo más creativa posible, pero títulos como "Binghca Nieves", "Binghe de las Nieves", "Blanca Binghe", "Nieves Binghe", etc, no me parecían del todo acertados, así que opté por dejarlo simple.

La autora me comentó que al escribir está parte ella pensó que Blanca Nieves y Luo Binghe eran símiles debido a que cuando ambos entran a una casa cuyos dueños desconocen que están ahí (BN entra a la de los 7 enanos y LBH a la casa de bambú de SQQ) los dos toman la iniciativa de poner orden al hogar ajeno al que acababan de irrumpir (cosa que les garantizó poder quedarse a vivir ahí).

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Luo Binghe se despertó en una habitación desconocida. Vagamente recordaba el sonido de voces así como algunas imágenes y acciones que habían sucedido.


Intentó moverse y —aunque sus heridas habían sanado misteriosamente— aún así le resultaban dolorosas.


— ¡A-Luo!


El demonio se obligó a mantener los ojos abiertos al ver a una preocupada Ning Yingying a escasos centímetros de su rostro.


En cuanto le sonrió ella dio un paso hacia atrás, permitiéndole ver que había otra persona detrás de ella.


Ming Fan también estaba ahí (muy seguramente no por voluntad sino porque había sido obligado a ir cuando su pequeña hermana marcial lo arrastró consigo).


Ambos debieron cargarlo hasta donde fuera que se encontraba en ese momento.


Pronto escuchó pasos aproximándose y observó como Mu Qingfang entraba en la habitación.


— ¡Mu Shishu! ¡Por favor ayuda a A-Luo!


Yingying estaba actuando como si el demonio estuviera en su lecho de muerte lo cual —dada la gravedad de sus heridas— era muy posible que no estuviera lejos de ser verdad.


— Precisamente por ese motivo estoy aquí.


El médico miró a Luo Binghe con una expresión sombría y fue en ese momento que el antiguo Rey demonio prestó atención a su entorno.


Estaba recostado en el piso de una pequeña habitación. Una ventana —también pequeña— permitía el acceso de la luz solar dentro del recinto en el cual se encontraba. Debajo de él —a modo de cama improvisada— había viejas mantas.

EL SISTEMA DEL ORGULLOSO DEMONIO INMORTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora