CONTINUACIÓN DEL CAPÍTULO IV

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Cuando quedaba la mitad de un shichen de luz solar —y mientras evitaba las miradas indiscretas de los otros discípulos— Luo Binghe llegó a las Cuevas Ling Xi después de correr a lo largo del sendero.


Sabía que cuando el sol comenzara a ponerse en el horizonte la invasión demoníaca tendría lugar.


Para ese entonces Liu Qingge estaría muerto y él habría fracasado en su misión.



[Advertencia: ¡Evento en curso! ¡Dado que no existe el "modo práctica" para esta misión al Usuario no se le dará oportunidad de repetir la encomienda en caso de fracasar!]



Para empezar, ¿Alguna vez existió el "modo práctica" para alguna de las misiones que me asignaste con anterioridad?


Luo Binghe sentía que tenía suficiente poder espiritual en el interior de su cuerpo como para enfrentarse a lo que fuera que el resto del día le tuviera preparado.



Estaba listo.



Procedió a ejecutar el sello de mano haciendo que la barrera invisible que protegía a las cuevas emitiera ondulaciones de color dorado antes que un agujero apareciera en ella. El adolescente atravesó la abertura antes que esta se cerrara y devolviera la barrera a su estado original.



Dentro de las cuevas hacía frío y la oscuridad era iluminada por una suave y brillante luz de color verde que se proyectaba sobre las paredes. 


Las extrañas luminiscencias eran criaturas sin nombre que se alimentaban de la abundante energía espiritual que fluía dentro de las cuevas.


Luo Binghe jamás había estado dentro de ese lugar antes (jamás le había importado algo como eso). 


Había visto cosas mil veces más extravagantes que el interior de esas cuevas.

 

Sin embargo la belleza simple que poseían logró quitarle el aliento y lo hicieron sentir relajado —cuestión que estaba seguro se debía a la abundante energía espiritual que recorría con total libertad el interior de las cavernas—.



De manera inesperada sintió una fluctuación en el aire que provocó que su qi se agitara un poco. Sin embargo —si dicho cambio en la energía espiritual circundante se debía a que un Señor de Pico se encontraba meditando— interrumpirlo justo ahora podría significar un potencial peligro para su concentración.



En ese momento sintió una nueva fluctuación. Seguía siendo discordante —pero significativamente más débil que la anterior—.



Oh no.

 

Al parecer los dos Señores de Pico que se encontraban dentro de las cuevas habían experimentado una desviación de qi al mismo tiempo.

 

Y ahí estaba él: un vulnerable, indefenso y joven discípulo que era bastante débil a comparación de ambos.

EL SISTEMA DEL ORGULLOSO DEMONIO INMORTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora