EL SISTEMA DEL ORGULLOSO DEMONIO INMORTAL

CONTINUACIÓN DEL CAPÍTULO XVIII

[Tiempo restante: ¡10 minutos!]

Luo Binghe notó que el área que estaban recorriendo en ese momento le resultaba vagamente familiar: Había un pequeño claro con arbustos y árboles distribuidos a lo largo dando la ilusión de ser una especie de delimitación que se abría ante ellos a través del pasto a su alrededor.

Ah sí, supongo que es aquí. Las puertas hacia el Inframundo susurró Meng Mo en su mente y Luo Binghe pudo discernir una risa en el tono de su voz.

Entonces supongo que ya casi es hora de poner mi plan en acción.

Tan pronto como terminó de externar ese pensamiento la tierra debajo de ellos comenzó a temblar.

Muchas de las personas que conformaban el grupo se vieron incapaces de continuar de pie por lo que la formación de diamante colapsó.

Luo Binghe abandonó su posición para ir a ayudar a levantarse a algunas de las personas que habían caído al suelo y –tan pronto como se dio la vuelta– una inmensa grieta se formó en el suelo y se abrió paso rápidamente a través de la Tierra, como si se tratara de las fauces hambrienta de un depredador.

Escuchó a Shen Qingqiu maldecir en un murmullo apenas audible antes que todos se vieran obligados a retroceder.

Inmediatamente los discípulos comenzaron a gritar y a llorar, cosa ante la cual Luo Binghe deseaba poder decirles que se callaran puesto que estaba concentrado en escuchar el rugido de la Pitón Rinoceronte Luna Negra.

Justo en ese momento Shang Qinghua emergió de un arbusto cercano liderando a su propio grupo de adolescentes temblorosos.

No se veía en mejor estado que los asustados discípulos.

– ¡Shen Shixiong! ¡¿Qué sucede?!

Shang Qinghua parecía frenético.

Es demasiado dramático pensó Luo Binghe.

Porque –hasta donde todo el mundo sabía– los temblores de la Tierra se debían a un simple terremoto.

Los movimientos de las placas tectónicas incluso habían comenzado a disminuir.

Antes que Shen Qingqiu pudiera responderle una figura comenzó a emerger de entre los vapores y el denso humo que prevenían del Abismo Inifinito.

Luo Binghe dio un paso hacia adelante y colocó su espada en posición defensiva mientras se preparaba para decir la línea que había estado practicando para este momento. Sin embargo –antes de poder gritar un heroico "váyanse y encuentren un lugar seguro, me enfrentaré a él y les daré tiempo"– todo a su alrededor pareció detenerse por completo.

Las palabras en la punta de su lengua murieron inmediatamente en cuanto sintió como su corazón latía con violencia dentro de su pecho y su sangre se helaba en sus venas.

No, no era su sangre la que se había congelado sino el aire a su alrededor.

La temperatura del lugar en el que se encontraban había descendido drásticamente de un momento a otro.

Fue entonces que la figura –borrosa por la distancia– se volvió más nítida.

Luo Binghe se quedó completamente clavado al piso al reconocerlo.

¿Por qué? ¿Qué había cambiado tanto como para ocasionar algo como esto? ¡¿Por qué Mobei Jun se encontraba ahí?!

¡¡Sistema!!

[¡Error! Este Sistema es incapaz de reconocer el desarrollo de la trama

*•*•*Por favor espere*•*•*]

¡Inútil!