CAPÍTULO X: PERDIENDO PESO DE FORMA ÉPICA (PARTE III)

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NOTAS INICIALES DE LA AUTORA:

                                                                                 ⚠️⚠️⚠️ ADVERTENCIA ⚠️⚠️⚠️

Al final de este capítulo se hacen breves referencias de abuso sexual, temas sangrientos y tortura. 

Si encuentras esto inquietante ¡Por favor procede con precaución!

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Luo Binghe rápidamente alzó la vista para encontrar a Liu Qingge con la mirada y observarlo parado bajo el marco de la puerta. Mu Qingfang —por su parte— apenas había llegado al umbral y trataba de recuperar el aliento.


— ¡Shizun no está muerto!


El demonio estaba enojado por tener que volver a lidiar con su tío marcial.


Luego que el bruto de Bai Zhan dejara la primera cabeza de Tigre Cisne frente a la puerta, siguió dejando muchas más.


Llegó hasta tal punto que Shen Qingqiu tuvo que gritarle en la cara que se detuviera y —aún así, por lo que restaba del año— se negó a perdonarlo. 


No olvidaría tan fácil lo que el Dios de la Guerra había insinuado sobre él.


Hacía tan solo unos meses —cuando Liu Qingge decidió arrodillarse frente a la entrada de la casa de bambú durante tres días— que entonces —y solo entonces— el erudito se dignó a escucharlo.


— Por favor perdona mi imprudencia. Creí los rumores sobre ti y te acusé sin fundamento de forma precipitada. Mi honor no me permite perdonarme por difamar a la persona que me salvó la vida.


— Tus disculpas han sido escuchadas.


El estratega se negó a decir algo más después de eso.


— Gracias por perdonarme.


Liu Qingge se puso de pie y se encontraba a mitad de una reverencia cuando el golpe seco de un abanico golpeando contra la palma del Señor de Qing Jing lo detuvo.


— ¿Quién dijo que este Maestro otorgó su perdón?— cuestionó, alzando una ceja.


— ¿Qué?


El Dios de la Guerra estaba desconcertado por su actitud.


Había hecho lo que todo hombre honorable debería y por ello fue a disculparse. Entonces. ¿Por qué no había sido perdonado?


Pensó que su hermano marcial había cambiado cuando decidió salvarlo en las cuevas espirituales, pero —al parecer— no era así.

EL SISTEMA DEL ORGULLOSO DEMONIO INMORTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora