Te Elijo Ha Ti (Sesshomaru x Kagome)

Capitulo 60: La Familia

Kagome siente como el mundo que la rodea se detiene por unos segundos, lo más largos de su vida, no podía creer lo que estaba escuchan es imposible que lo que esta diciendo Rin sea cierto, sus ojos se llenan de lágrimas llenas de miedo, su cuerpo comienza ha temblar al igual que su mano que sostiene Sesshomaru, se gira para mirarlo y su mirada era suplicatoria.

Kagome: (Con lágrimas) Sesshomaru... (Voz temblorosa) Haz algo...

Sesshomaru suelta su mano de inmediato y se dirige hacía Rin que tiene aun bebé envuelto en una toalla, esta tibio, con los ojos cerrados, no se movía y no lloraba, Rin también se veía asustada, no sabía que hacer en esa situación estaba casi congelada en su lugar, pero Sesshomaru reacciona rápido toma al bebé en brazos y lo acuesta, hace pequeñas compleciones en su pecho para reanimarlo, luego le da respiración boca ha boca, no sabía porque su segundo cachorro no respiraba hasta que nota que no siente ninguna energía demoniaca en su cuerpo, así que coloca su mano sobre el cuerpo de su bebé y para una cantidad suficiente de su propia energía demoniaca ha su mano y con el contacto de la palma de su mano con la piel de su bebé pasando su energía dentro de el, cuando pasa la suficiente y quita su mano y espera unos segundos para ver si tenia una respuesta, Rin trata de controlar sus lágrimas mientras mira con atención al pequeño cachorro, 20 segundos después el bebé se mueve y comienza ha llorar con fuerza, Rin da un suspiro de alivio mientras unas pocas lágrimas salen de sus ojos, Kagome escucha los llantos de su segundo cachorro y cierra los ojos llorando de alegría, Rin limpia al bebé en la tina, Sesshomaru lo envuelve en la toalla para secarlo y luego Rin prepara la manta roja para envolverlo, Kagome desdobla sus rodillas y las acuesta y Rin acomoda la cobija para cubrirla por completo, Sesshomaru se sienta ha lado de Kagome sosteniendo al cachorro en sus brazos.

Sesshomaru: Es una niña.

La acuesta del otro lado para que Kagome pudiera verla, tiene su cabello blanco, garras pequeñas, piel pálida y tiene marcas pequeñas en sus mejillas como las de Kagome, ella lloran al verla y le agradece ha Sesshomaru una y otra vez sin poder desviar su mirada de su hija, Sesshomaru se agacha y la besa en la frente amorosamente, luego la besa en sus tibios labios, coloca su mano sobre la mejilla de su esposa y le sonríe amablemente mostrando su amor que siente por ella atravez de su sonrisa.

Sesshomaru: Lo haz hecho bien.

Kagome: Gracias Sesshomaru, pero tu también lo haz hecho bien.

Sus cachorros dejan de llorar luego de un rato y se quedan dormidos al igual que su madre, se sentía tan cansada y agotada que termino cerrando los ojos para descansar junto ha ellos, Sesshomaru se quedo ha lado de ellos, para cuidarlos muestras ellos permanecen vulnerables y cansados, Rin limpia la sangre del suelo, lava las toallas y coloca la tina dentro del baño tirando el agua, cuando sale del baño le hecha un vistazo ha la hermosa familia que por fin se encontraba completa, Sesshomaru levanta la mirada y le sonríe agradeciendo por todo lo que ha hecho, Rin asiente y sale de la habitación para que todos ellos puedan descansar, cuando ella cierra la puerta detrás de ella, Sesshomaru da un bostezo se sentía algo cansado también no ha comido ni dormido desde que ella comenzó ha tener sus contracciones, quiero dormir ha su lado pero antes de hacerlo coloca ha su hijo ha lado de su hermana y el se acuesta ha lado de su pequeña, sus cachorros se encuentran dormidos en medio de Kagome y de el, no puede dormir sin saber que los tiene en frente para poder dormir tranquilamente sin preocupaciones, Sesshomaru va cerrando los ojos sin poder evitar sonreír ya que su última imagen antes de dormir sean sus cachorros.

Kohaku: Así que un niño y una niña, que emoción.

Rin: Y un susto, la niña nació muerta... Me asuste como nunca incluso me... Congele... Pero el Señor Sesshomaru actuó rápido, comenzó ha reanimarlo y no se que hizo con su mano pero la revivió, me sentí tan aliviada como Kagome, era ella quien se encontraba más asustada que todos nosotros.