CALEB P.O.V.
Volví a arrojar un hilo a un lado de la cama y lo moví un poco esperando a que Momo atacara.
No tuve que esperar mucho para ver su pequeña patita tratando de atrapar el hilo, llevándolo a su boca para morderlo como si fuera su presa.
Estos días he estado dándome fuerzas para tomar al gato y llevarlo a la casa de Lina para que por fin estuviera con su dueña. Pero no me atrevía.
Sentía que si me llevaba a Momo con Lina, ya no tendría una excusa para hablar con ella.
Sabia de debía devolverlo. Se que debe extrañarlo y Momo la debe extrañar también. Pero no me sentía lo suficientemente valiente como para enfrentarla aun.
Además Teo me dijo que había salido con ella luego de que volviera del juzgado y según Teo, ella se veía aliviada de no verme.
Eso me entristecía, pero lo tenia merecido. Soy el ser mas idiota que podía existir.
Cuando Momo salió de abajo de la cama y tomo asiento mirando a la ventana, supe que el hilo ya no era de su interés. Así que me levanté de la cama y bajé las escaleras hasta la cocina.
Este era un domingo muy aburrido. Teo estaba con Let y yo no estaba de animo como para salir con ninguno de los chicos. Así que no sabia muy bien que hacer.
Cuando bajé a la cocina, me encontré a Charlie y su enorme barriga con un budín en la mano y un vaso de jugo en la otra. Seguramente estaba satisfaciendo a sus niños.
El embarazo de Charlie estaba en un buen proceso, lo cual producía que ella estuviera en casa todo el día. Ya no la dejaban trabajar porque le costaba mucho trabajo hacer cosas tan simple como escuchar el corazón de sus pacientes o si quiera caminar del escritorio a la camilla. Así que en el hospital decidieron que Charlie ya tomara su licencia correspondiente.
Esto molesto muchos a mi cuñada porque ella adora su trabajo. Pero debía entender que necesitaba parar por el bien de los bebés.
Sin embargo, esto no era suficiente, le molestaba demasiado y los primeros días fueron insoportables. Estaba constantemente irritada con todo y con todos. Nos gritaba mucho, incluso le gritaba a Pelusa. Hasta sentí pena por el pobre gato.
A Mark lo vuelve loco. Pero él es muy paciente con ella. Entiende que son sus hormonas y el hecho de que esta todo el día en la casa, cosa que no es de su agrado.
Me acerqué a la heladera y saqué un yogurt.
-¿Puedo sentarme aquí?- Pregunté con cautela. Ya hasta me daba miedo hablar con ella. Así que prefería hacer todo con su consentimiento antes.
-Claro que puedes ¿Por qué me preguntas eso? Ni que fuera a golpearte por sentarte a comer.
-Bueno.- Tomé asiento y abrí mi postre sintiéndome nervioso porque Charlie no quitaba la mirada de cada uno de mis movimientos.
-¿Cuándo piensas devolverle el gato a Lina? ¿O piensas conservarlo?
-No lo sé. Voy a devolverlo. Pero por el momento sé que Lina no quiere verme. Y… la entiendo.
-Yo no.- La miré mientras tomaba un sorbo de jugo.- ¿No que ustedes estaban muy enamorados?- Jamás le conté a Charlie lo que paso.
Realmente ella se entero hace poco que Lina y yo ya no estábamos juntos porque me escucho hablando con Teo. No tenia muchas intenciones de contarle.
-Pasaron cosas, Charlie.
-Si pasaron. Todavía debes contarme que ocurrió.
-Es que… es que si te digo… podrías… matarme.- Charlie entre cerro los ojos y dejo sus alimentos sobre la isla.
-¿Qué le hiciste? ¿Tu fuiste responsable por lo que hizo?
-Ella me dijo que no. Que paso por demasiadas cosas en el medio. Supongo que fue todo lo que ocurrió con su abuela a lo largo de su vida. Ni siquiera yo lo entiendo, pero ella no quiere explicarme por el momento.
-¿Y entonces por qué terminaron?
-Bueno… yo me confundí por algo que vi y corté con ella.- Traté de evitar la parte de Vanessa ya que Charlie podría matarme.- Cuando conocí la versión real, quise volver con ella, pero era demasiado tarde. Ella no esta segura de querer seguir conmigo.
-Por estas cosas la comunicación es importante en una relación, Caleb. No puedes pretender que las cosas se solucionen solas. -Miré la cuchara en mi mano y suspiré. Las ganas de tomar ese yogurt se habían ido por completo. -Así que toma a ese gato y llévalo con su dueña y aprovecha para hablar con ella.
La miré unos segundos y negué.
-Hoy no, Charlie. No puedo. Sé que es de cobarde, pero no puedo enfrentarla aun. Además yo sé que ella no esta preparada para verme.
Charlie negó y rodo los ojos.
-Tarde o temprano tendrás que hacerlo, Caleb.
Sabia que en cualquier momento debería hacerlo. Pero aun me estaba preparando.
(…)
Suspiré y miré mi plato en la mesa del comedor.
-¿En que piensas tanto? Come de una vez. -Sé que estas deprimido, pero si no comes te puedes enfermar, que tienes deporte luego del almuerzo, Caleb.
Le hice una mueca y me acomodé en la silla para comer.
Estaba nervioso. Esa mañana me había decido en acercame de nuevo a Lina para acordar cuando le llevaría a Momo.
Aunque eso significaría que ya no tendría excusas para volver a hablar con ella.
Debía comportarme como una persona madura. De cierta forma, tenia a ese gato retenido en contra de su voluntad.
-Oye. Si no te lo comes tu, lo haré yo. -Arqueé la ceja y miré a Teo. -¿Qué? Esta mañana no desayuné. Me quedé dormido y Charlie no me quiso preparar nada. -Dijo encogiéndose de hombros.
-Hubieras traído dinero y te comprabas algo mas.
-Ya no tengo. Recuerda que Charlie y Mark me suspendieron la mesada por culpa de matemáticas. Solo me dan lo necesario.
-Si estudiaras mas y prestaras mas atención no reprobarías exámenes, Teo.
-Si estudiaras mas no reprobarías.- Repitió en tono burlón.
Rodé los ojos y tomé mis cubiertos. No tiene caso.
Moví la comida lentamente y suspiré. Quería irme a casa. Me sentía muy cansado. No había podido dormir bien desde que me separé de Lina, básicamente.
Era increíble la manera en la que puedes llegar a extrañar a una persona y la forma en la que extrañaba a Angelina jamás lo había hecho con nadie. Extrañaba esa sensación de tranquilidad que sentía cuando estaba con ella. Las risas, los abrazos, los besos.
La sensación de sentirme seguro en un lugar.
Pero debía asimilar que eso ya no iba a ocurrir. Si tan solo hubiera sido menos impulsivo y hubiera dejado que Lina se explicara cuando quiso hacerlo, esto no hubiera ocurrido.
Pero el daño ya estaba hecho. No ganaba nada lamentándome por el pasado. Ya nada podía hacer.
De un momento a otro, todo el comedor se quedo en completo silencio y todas las miradas se dirigieron a la puerta de entrada.
Allí estaba ella.
Lina.
Tan hermosa como siempre. Con su corto pelo atado en dos pequeñas trenzas. Con el uniforme correctamente arreglado y con su mochila colgando de sus hombros.
Aunque sus ojos estaban apagados.
El brillo que me cautivaron desde el comienzo ya no estaba. En su lugar, esos ojos azules tan bellos que tiene, ahora solo le daban un semblante de pura tristeza.
Y es que hablando con Teo, sabia que Lina estaba hundida en una fuerte depresión. Estaba acudiendo a terapia en fecha correcta y no se perdía ninguna sesión.
También tenia entendido que en las sesiones del juzgado había salido todo a la luz y que las heridas físicas que Lina presento cuando fue ingresada en el hospital, fueron causadas por su abuela y que todos estos años, su abuela acoso física y psicológicamente de ella.
De verdad me sentí como un completo idiota.
Lina estaba sufriendo todo ese tiempo y yo jamás le presté atención necesaria.
A medida que Angelina avanza por el comedor, los alumnos comenzaban a cuchichear entre ellos.
Lo que había pasado con Lina se había escurrido por la escuela y en menos de un día ya todos sabían detalles erróneos. Habían inventado detalles que jamás había ocurrido. Pero no era nada extraño eso. Siempre les gusto cambiar la historia cuando se trata de Lina.
Cuando ella iba casi a mitad del camino hacia la barra para conseguir su comida, Vanessa se le atravesó apuntando su teléfono hacia su rostro. Lina frunció el ceño y miro mal a la rubia por estar grabándola sin su consentimiento.
-¡Oh, pero si es Angelina Deloca!- Todas las miradas se dirigieron hacia donde las dos chicas se encontraban.- Luego de intentar matarte y fallar como siempre, ¿qué se siente regresar a la escuela?- Lina arqueo una ceja e inclino un poco la cabeza tratando de contener la poca paciencia que le quedaba. -Dinos ¿Ya conseguiste la atención que querías? ¿Tus papis ya recordaron que tienen una hija? ¿O volverás a arrojarte al rio a ver si esta vez tienes suerte y te mueres?
-¡Vanessa, será mejor que te detengas!- Grito Teo desde nuestra mesa, que al igual que yo, ya estaba preparado en una silla en caso de que Vanessa decidiera hacer alguna estupidez.
Ella solo arrugo la nariz y lo ignoro.
-Vamos. Dile a la cámara que se siente estar tan desquiciada porque tu abuela te golpeaba y a tus padres les importaste tan poco que le permitieron.- Vanessa soltó una risa y tomo la punta de la corbata de la chica a la cual sus mejillas parecían a punto de estallar por la furia que estaba reprimiendo. -¿Quién diría que esa inocente foto iba a provocar tal situación?
Angelina se enderezo de inmediato y sus ojos se abrieron con furia.
-¿Fuiste tu?- Dijo Lina sorprendiéndome ya que ella solo le hablaba a un pequeño grupo de personas.
Vanessa se rio otra vez y empuño la corbata de Lina.
-¿Creíste que te iba a dejar tranquila luego de todo lo que provocaste?
-¡Si fuiste tu!- Exclamo Angelina al mismo tiempo que empujaba a Vanessa.
-No vuelvas a tocarme o lo lamentaras.- Sin embargo, Lina lo ignoro y volvió a empujarla. -¡Estas enferma, Vanessa! ¡Ella casi me mata!
-Si, pero tienes tanta mala suerte que aun estas aquí. Aun estas viva y deberás seguir tolerándome porque no volverás a estar tranquila ¡Yo me encargaré de eso!
-No, Vanessa. Esta vez realmente lo lamentaras.
Antes de que la rubia dijera algo mas, Angelina le quito el teléfono de la mano y lo arrojo al piso con fuerza, haciéndolo pedazo en el impacto.
-¡¿Pero qué haces, maldita lo…- Vanessa no pude terminar la frase cuando el puño de Angelina impacto en el rostro de la rubia con tal fuerza que la arrojo al piso.
Todos en el comedor se quedaron en completo silencio al presenciar eso. Nadie, jamás, se atrevió a tocar a Vanessa.
-Las pagaras, Vanessa.- Lina aprovecho que la bruja estaba en el piso y se arrojo sobre ella y comenzó a darle un puñetazo tras otro mientras Vanessa intentaba cubrirse con sus brazos y le gritaba que se detuviera.
Teo y yo no tardamos en lanzarnos para detenerla, pues, eso podría traerle muchos problemas. Sin embargo, no fue fácil.
Estaba furiosa y estaba descargando años de acoso y humillaciones en cada puñetazo.
-¡Lina, basta ya! ¡Estas en la escuela!- Grito Teo, pero ella no hizo caso, ella siguió golpeando a Vanessa.
No fue hasta que tomé sus brazos y tiré de ella, alejándola de Vanessa, quien yacía en el piso llorando y chillando mientras tocaba su cara.
-¡Te voy a matar, Vanessa!- Todos en el comedor comenzaron a gritar y a ovacionar a Lina.
Creo que todos estaban esperando el día en el que le dieran una paliza a Vanessa.
Comencé a caminar hacia la salida del comedor mientras la chica en mis brazos forcejeaba para poder atacar a Vanessa de nuevo.
-Vamos, ya basta. Cálmate.- La llevé hasta el baño y le pedí que se lavara y que saliera cuando estuviera mas calmada.
Cinco minutos después, Lina salió del baño con las manos mojadas y el ceño fruncido.
-¿Mejor?- Ella dudo un poco antes de asentir.- Le diste una buena paliza.- Solté con una sonrisa.- ¿Sabes que te metiste en un gran problema, verdad?- Ella suspiro y se encogió de hombros, pero no dijo nada.- ¿Estas bien?
-…yo…
-Señorita Deluca.- El director se puso de pie a un lado de Lina interrumpiéndola.- Debido a los hechos acontecidos en el comedor, voy a solicitar su presencia en la dirección.
Angelina quedo congelada en su lugar.
Miré mal al director. Esto era muy injusto. Cuando a Angelina la molestaban casi nunca llamaban a la dirección a su acosador. Aunque comprendía la gravedad del asunto, pero igual me aprecia injusto.
Angelina suspiro, asintió derrotada y tomo rumbo hacia la dirección con el hombre pisándole los tobillos.
Solo espero que no le de muchos problemas por esto ya que Vanessa la provocó. Además es la primera vez que es enviada a la dirección por ser la agresora.
(…)
-Por Dios, Lina ¿No pudiste solo ignorarla y dar media vuelta?- Marie puso sus manos en su cintura y miro a su hija.
-Espero que no te expulsen, ni que te suspendan, Angelina. Estas a solo unos meses de graduarte, esto manchara tu historial académico.- Ella miro a su padre y se cruzo de brazos.
Entendía que lo que había hecho le iba a dar grandes problemas, pero no lo pudo evitar. Cuando supo que fue Vanessa quien envio la foto la cual provoco la furia de su abuela, perdió el control por completo.
Jamás había estado tan furioso de su vida y no se arrepentía en lo mas mínimo.
-Señor Deluca, señora Deluca. Buen día.- El director entró a la oficina junto con un hombre que parecía de la edad de Alonso. Vestía un traje, tenia poco pelo y parecía ser un hombre muy serio.- Les presento al señor Gillies, el padre de Vanessa.- El hombre estrecho las manos de los padres de Lina presentándose.- La señorita Vanessa está en la enfermería dado que le están limpiando las heridas.- Los tres padres tomaron asiento en sus respectivas sillas al igual que el director.- Los cité debido al incidente en el comedor. Por cierta situación. La señorita Deluca atacó físicamente a la señorita Gillies . Me gustaría saber que sucedió. Usted señorita.- Dijo señalando a Lina.- Usted jamás hizo tal cosa.
Lina desvió la mirada y evitó la pregunta.
-Lina, contesta. Te está hablando el director.- Ella miró a su padre y suspiró.
-¡Hizo lo de siempre, papá… vino a molestar y yo sólo… exploté…
-¡¿Lo de siempre?! ¡¿Molestar?! ¡Mi hija jamás ha hecho tal cosa! ¡Es una chica amable y educada!
-Señor Gillies, por favor, baje el tono de voz. No es necesario alterarse. Ahora, explíquese, señorita Deluca.
Lina dudo si debía volver a hablar. Con solo esas palabras ya sabía que no le iban a creer. Estaba mas que acostumbrada a esas situaciones.
-Lina, continúa.- Ella miró a su madre quien asintió en modo de apoyo.
-Vanessa se… acercó con intención de… de burlarse sobre lo que intenté hacer. Aquí se enteraron rápido y ella… se acercó con malas intenciones.
-¡Pero por favor! ¡Mi hija no es ninguna acosadora! ¡Hemos invertido mucho dinero en profesores y clases de modales! ¡Mi Vanessa jamás sería capaz de hacer tal cosa! ¡Esta niña no hace más que mentir!
-¡Angelina no es ninguna mentirosa!- Alonso defendió a su hija mientras daba un golpe en el escritorio.- Desde que entró a esta escuela, no hicieron más que llamarnos para notificarnos que a Lina la golpearon, que la lastimaron, que la atacaron de mil maneras y en la mayoría de las veces su hija estuvo involucrada o era la cabecilla del plan.
-¡Eso es completamente absurdo! De haber sido así, se me hubiera notificado.
-Pero fue así, señor Gillies.- Interrumpió el director.- En todas las situaciones se le notificó a su asistente. Hasta ha sido suspendida varios días en una situación por haber planeado junto con un grupo de compañeros, una fogata que no fue autorizada, la cual tenia como fin humillar a unos cuantos alumnos, incluida la señorita Deluca.
-¡Esas son calumnias!
-¡Esas son verdades!- Exclamó la madre de Angelina.- ¡En muchas situaciones fuimos informados! La situación de la fogata, mi esposo y yo fuimos citados y su hija estaba allí.
-¡De ser así, mi asistente me hubiera notificado! ¡Él es quien esta encargado de informarme estas cosas!
-Pero…- El director fue interrumpido por la puerta. Vanessa entro por ella, dejando a relucir su cara, en la cual una bandita adornaba su ceja, tenia un pequeño corte en el labio y tenia una mejilla enrrojecida.
-¡Papi!- Vanessa corrio al encuentro con su padre, quien se puso de pie y abrazo a su hija.
-¡Oh mi niña!- Tomó a Vanessa y miró las heridas de su cara.- ¡Mira como quedaste! ¡Tu hermoso rostro!- Se volteó hacia Angelina furioso sin soltar a su hija.- ¡Mira! ¡Mira lo que has hecho! ¡La desfiguraste!
-¡Papi, fue ella! ¡Ella me golpeo!- Gritó Vanessa ,mientras apuntaba a Lina.
Ella cerró los ojos con molestia. La voz chillona de Vanessa la irritaba.
-Tranquila mi florecita. Pagaré al mejor cirujano para que no te quede ninguna cicatriz.- Marie frunció el ceño y miró al señor Gillies. Realmente era ese tipo de padre.
Ahora entendía que Vanessa era una niña consentida.
-Bueno, ahora que la señorita Gillies esta aquí, podremos aclarar la situación.
-¿Aclarar qué? ¡Mire la cara de mi hija! La ha desfigurado.
-De eso no hay duda, señor Gillies. Sabemos de sobra que fue la señorita Deluca fue quien golpeo a su hija. Habían profesores presentes. Solo necesitamos saber ambas versiones de la historia, y ya que la señorita Gillies esta aquí, podremos escucharlas.
-¡Pues, que esta niña mal educada ha golpeado a mi hija porque se le dio la gana! ¡No hay mas!
-¡Mi hija no es una niña mal educada!- Alonso exclamó al mismo tiempo que se ponía de pie.- Ella es una niña muy buena y considerada ¡No como tu hija!
-¡No vuelva a intentar ofender a mi hija! ¡Ella es una princesa!
-¡Su hija se comporta como una serpiente con todos sus compañeros!
-¡Calumnias! ¡Su hija se comporta como un simio golpeando a los demás!
-¡Ya basta!- El director golpeo el escritorio con ambas manos.- Aquí los únicos que se comportan como animales son ustedes dos. Así que tomen asiento y no vuelvan a hablar hasta que ellas dos cuenten sus versiones.- Ambos padres tomaron asientos mientras se miraban fijamente.
-Ahora, por favor. Comiencen.
-¡Ella me atacó, director! Dijo cosas como que fui yo la culpable de que intentara matarse.- Vanessa se adelantó con su chillona voz, acusando a Angelina.- Ella es una salvaje. Mire mi cara, mire como me dejó.
-¿Usted dice que la señorita Deluca la atacó porque le dijo que usted es la responsable de su incidente?
-¡Si señor! ¡Ella me culpó!
-De acuerdo, ya tenemos una de las dos versiones.- El director corrió la mirada hacia Angelina, quien miraba indignada a la rubia debido a la mentira que había soltado.- Señorita Deluca, puede decir su versión.
Angelina se cruzo de brazos y miró a Vanessa quien la miraba desafiante. Pues la rubia no creía que la chica fuera capaz de hablar.
-Ella simplemente se me acercó a molestar y a provocarme sobre lo que hice, pero ¡es que ha tocado un tema delicado! Mamá, papá, ustedes saben que yo no soy capaz de hacer tal cosa solo porque si.
-Lo sabemos, Angelina. Por eso no temas en decir todo lo que ocurrió.- Marie tomó la mano de su hija con cariño.
-Ella me estaba filmando con su teléfono intentando molestarme con lo que hice. Pero luego admitió que fue ella quien envió la foto.
-¿Qué foto?- Pregunto Alonso.
-La foto que hizo enfurecer a la abuela, papá. Cuando vio esa foto, la abuela… hizo… lo que hizo conmigo. Vanessa la envío a casa con la intención de darme problemas.
-¿Pero qué foto?- Insistió Marie.
-Una foto en la que yo estaba besándome con Caleb. La abuela no sabia que estábamos juntos. Ella no me dejaba tener novio. Y ella le envió esa foto. La abuela casi me mata ¿Comprenden? Sé que estuve mal al golpearla, pero realmente me enfurecí cuando ella dijo eso. No me pude controlar. Sin embargo, no lamento lo que hice.
-¡¿Ves?! ¡¿Ves papá?! ¡Lo único que hace es mentir! ¿Por qué haría algo como eso?
-¡Por supuesto que son mentiras! ¡Tu jamás serías capaz de hacer tal cosa!
-Antes de que sigan tratando a Lina como si fuera una mentirosa. Si es verdad que Vanessa tiene un video de lo ocurrido, entonces deberiamos verlo.
-Lo lamento, señora Deluca, pero antes de que Angelina golpeara a Vanessa, rompió el celular de la misma arrojándolo al piso.
-¡Es verdad!- Exclamó Vanessa afirmando lo que dijo el director.- ¡Papi! ¡Rompió mi teléfono!
-No te preocupes por eso, mariposita. Esta misma tarde te compraré uno nuevo ¿Lo ven? Su hija es una bestia.
-Si vuelves a insultar a mi hija una vez mas, verás de donde heredó la brutalidad.
-Creo que deberíamos calmarnos un poco antes de continuar.- Dijo el director al ver que Alonso ya estaba preparado para lanzarse sobre el señor Gillies.- Las razones no son importantes ya. Lo que importa son las acciones que la señorita Deluca tomó ante esta situación.
-Así es. Y no pido, mejor dicho, exijo que esa chica sea expulsada de esta escuela.- Angelina se petrificó al escuchar eso. Tan solo le quedaban unos cuantos meses para graduarse. Sería demasiado malo que la expulsaran a esa altura.
-Si este señor puede exigir eso, entonces yo también.- Al fin y al cabo, Vanessa a atacado tanto física como psicológicamente desde que la conoce.
-Otra vez con lo mismo ¡Que mi hija no es una abusadora! Hemos invertido demasiado dinero en su educación y sus modales ¡Ella es la chica mas educada y amable de este lugar! Jamás seria capaz de hacerle daño a nadie.
-Eso si podemos comprobarlo ahora, señor Gillies.- El director se inclinó sobre su escritorio y apretó un botón en su teléfono.- ¿Podrías hacerme el favor de traerme el historial de Angelina Deluca y el de Vanessa Gillies, por favor?
-SI, señor.
-Bueno, en el historial de cada una están impresos todos estos años.- El señor Gillies soltó una risa y se acomodo en su sillón.
-No sé para qué se molestan en hacer esto. Yo sé como es Vanessa y en ese historial solo habían cosas buenas ¿No es así mi florecita?
Vanessa tragó un poco y clavo la mirada en el piso. Ese historial seria su ruina.
A los pocos segundo, el profesor Jones entró a la sala junto con la profesora Margaret, quien cargaba dos carpetas, una mas grande que la otra.
Ella se acercó al escritorio y dejó ambas carpetas sobre este.
-Buenos días. Me presento. Soy el profesor Jones, yo enseño historia y ella es la profesora Margaret, ella imparte artes.- Se acomodó la corbata y prosiguió.- No hemos estado presentes en el incidente del comedor, pero si en los incidentes diarios.
-Por fin alguien que dirá cosas con sentido.
-No se adelante, señor Gillies- Interrumpió la profesora Margaret.- Como ve, una de estas carpetas estas mas cargadas que la otra. Esta es de Angelina.- Dijo señalando la mas delgada.- Y esta es de Vanessa.- Dijo tomando la mas grande.
-La de Angelina contiene muy buenas referencias.- Dijo el profesor Jones ojeando el historial de la susodicha.- Premio por mejor asistencia. Primer lugar en ciencias , en literatura. Básicamente en todas las clases. Cuadro de honor.
-En cambio Vanessa tiene faltas injustificadas, bajas calificaciones, faltas de respeto a los docentes, compañeros y directivos. Sobornos a profesores para mejorar asignaturas. Se encontró manteniendo relaciones con otros alumnos en las instalaciones.- La profesora Margaret tomó unas cuantas hojas que estaban unidas por un clip.- En esta unidad, se ha divido todas las acciones que Vanessa ha realizado en contra de Angelina.- Tomó una hoja y la leyó antes de entregársela al señor Gillies.- Golpeo a Angelina en un baño. Detención, firmada por su asistente.- Tomó otra y repitió su acción.- Amenazó a su compañera para que hiciera un trabajo por ella. Aquí esta la notificación de la baja de su puesto en el equipo de porristas por haber hecho eso. También notificado y firmado.- Siguió leyendo y entregando los papeles hasta que tuvo el último en sus manos.- Por último, detención y suspensión de tres días por planear una fogata no autorizada con el fin de humillar a Angelina y a otros compañeros.
El señor Gillies se quedó perplejo con las hojas en las manos, sin comprender nada.
-Me siento muy mal al manchar tu historial señorita Deluca, pero por mas que te haya provocado esto debe ser sancionado ¿Comprendes?- Angelina miró al director y asintió.- Como es la primera vez que te sancionamos de esta forma, te corresponden dos días de suspensión ¿Esta bien?- Ella asintió y se acercó al escritorio y firmó el papel que le entregó el director.- Señor y señora Deluca, lamentamos que siempre deban asistir a este tipo de reuniones, pero hacemos lo que podemos para detener todo tipo de acoso escolar.
>>También queríamos felicitar a Angelina por todo el esfuerzo que ha puesto en sus estudios todos estos años. Esta carpeta solo tiene cosas buenas acerca de la señorita Deluca.
-Muchas gracia, señor. Y lamentamos las molestias. Si no le molesta nos retiramos.- Dijo Alonso mientras se ponía de pie junto con su esposa y a su hija.- Nos encargaremos de que esto no vuelva a ocurrir.
-No se preocupe, señor Deluca.
Los tres se retiraron de la sala al mismo tiempo que el señor Gillies explotaba y comenzaba a gritar y regañar a su hija.
Ya en la puerta de la escuela, Alonso y Marie se pusieron de pie frente a Angelina y se cruzaron de brazos.
-Esta será la primera vez que te castiguemos, Angelina. No podemos dejar pasar esto ¿Lo entiendes?
Angelina miró a su madre y sonrió.
Le esperaba un castigo, pero al menos no iba a ser un castigo como los que le daba su abuela.
Ella estaría bien.
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¡Esto Es Vida!
RomanceTodos tenemos secretos, no importa de que clase, todos los tenemos. Angelina tiene su propio secreto, uno muy oscuro, pero jamás lo comentó con nadie ya que si lo revela su vida correría riesgo, y pasó por mucho como para tirar todo por la borda...